De nuestros lectores

Un soldado se hace cristiano Cuando leí el artículo “Adiestrado para matar, ahora soy portador de vida” (8 de septiembre de 1994), se me saltaron las lágrimas. ¡Un palestino llamando “hermano” a un judío! Solo en la organización de Jehová se puede encontrar semejante unidad.

K. T. O., Malaysia

Su chop Gracias por el interesante artículo “Un chop, una firma” (22 de mayo de 1994). Mi esposo y yo dirigimos un estudio bíblico con un monje budista de Taiwan, quien nos comentó que el artículo fue redactado con mucha precisión. Escribió a su madre para que nos enviase desde Taiwan un chop con nuestro nombre grabado. ¡Nos hizo muchísima ilusión!

K. J., Estados Unidos

Aburrimiento Acabo de leer la serie de artículos titulada “¿Lleva una vida aburrida? Usted puede cambiarla” (22 de enero de 1995), y quiero decirles lo mucho que me ha ayudado. Nunca pensé que estuviera aburrido, pero me sentía insatisfecho con mi vida porque era monótona y rutinaria. Los artículos me hicieron ver las cosas desde otra perspectiva.

S. V., Estados Unidos

Islas Canarias He leído el artículo “Las islas Canarias: clima benigno y paisaje cautivador”, del 22 de noviembre de 1994, y deseo expresarles mi agradecimiento por este y otros artículos similares publicados en ¡Despertad! Nos ayudan a conocer mejor nuestra hermosa Tierra y las diversas creaciones de Jehová, y también a apreciarlas más. Gracias por invitarnos a estos emocionantes “viajes”.

D. G., Estados Unidos

Misioneros Me gustó mucho su magnífica serie “Misioneros: ¿agentes de la luz, o de las tinieblas?”, en especial la parte 6, titulada “Quiénes hacen discípulos verdaderos hoy día” (22 de diciembre de 1994). Nuestra congregación se ha beneficiado mucho de colaborar con una pareja de misioneros preparados en Galaad. Sus sabios consejos y su fervor me han animado a hacer del ministerio de tiempo completo mi carrera.

J. K., Botswana

Oposición al nazismo El artículo “Nosotros no apoyamos la guerra de Hitler” (22 de octubre de 1994) me conmovió. Había una fotografía de la “declaración solemne” que hicieron seis obispos austriacos en apoyo del nazismo. Uno de ellos fue el mismísimo que me confirmó en 1928, cuando yo estudiaba para jesuita. Qué ridículo resulta que quien administró aquella “confirmación” no supiera mantenerse firme en la fe cristiana. Aquella guerra puso fin a mi afiliación a la Iglesia Católica y también me hizo partir de mi país natal. Aunque traté de oponerme a la guerra a mi manera, no tuve el mismo valor que la familia Wohlfahrt. Todavía recuerdo a dos testigos de Jehová que se negaron a llevar armas. Fueron ejecutados de inmediato. Admiro a esas personas.

P. K., Chile

Los jóvenes preguntan Gracias por el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Cómo puedo mejorar mi vestuario?” (22 de enero de 1995). Hizo que me pusiera a organizar mi atestado armario. Aunque tenía montones de ropa, cada día me enfrentaba al problema de no saber qué ponerme. Pero gracias a sus útiles sugerencias, ahora me resulta mucho más fácil.

T. B., Hawai

Gracias por las excelentes ideas publicadas en los artículos “¿Por qué atraen tanto las modas?” y “¿Debería ir siempre a la última moda?” (22 de noviembre y 8 de diciembre de 1994). Como anciano cristiano, debo confesar que no siempre es fácil evitar imponer mis propias normas. Pero frases como “tomar en consideración los sentimientos y las opiniones de otros” y “no vestir ni comportarse de maneras que otros puedan considerar extremas”, llegan al corazón.

D. Č., Croacia