¡Lo que daría por respirar aire puro!
POR EL CORRESPONSAL DE ¡DESPERTAD! EN GRAN BRETAÑA
CUANDO usted respira, ¿inhala aire puro? La contaminación atmosférica constituye hoy “un enemigo peor que el tabaco”, asevera un médico en el diario londinense The Times. Según cálculos, el aire contaminado mata a diez mil personas anualmente en Inglaterra y Gales. Por todo el mundo, pero sobre todo en las grandes ciudades, la situación es sumamente grave.
Muchas personas culpan a la industria del automóvil de envenenar la atmósfera. En muchos países, los vehículos salen de fábrica con un catalizador (convertidor catalítico) que reduce la emisión de gases nocivos y de este modo palía la contaminación. La cantidad de hidrocarburos presentes en los humos de los vehículos ha descendido al 12% del nivel que tenían en 1970, y también ha menguado el volumen de óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono. Los niños a los que se monta en cochecitos son especialmente vulnerables dado que se hallan al nivel de los tubos de escape. Por otra parte, el aire impuro también afecta a los ocupantes de los vehículos. Se dice que la contaminación es tres veces mayor dentro del automóvil que fuera. Otro peligro es inhalar los gases que despide el combustible mientras se reposta.
Según un reportaje de la ONU sobre el medio ambiente para 1993-1994, las “partículas en suspensión” constituyen en la actualidad los principales contaminantes del aire en todo el mundo. Al parecer, los pedacitos de hollín, así como otras partículas, pueden penetrar en los pulmones y depositar en ellos sustancias químicas peligrosas.
La reducción de la capa de ozono, que circunda a gran altura el planeta, suscita muchos comentarios de la prensa. Sin embargo, en la superficie hay niveles de ozono muy altos debido a que la luz solar ocasiona ciertas reacciones en los óxidos de nitrógeno y otros contaminantes volátiles. Durante este siglo, la concentración de ozono se ha duplicado en Gran Bretaña. Estos gases deterioran la pintura y otros materiales de construcción, hacen que enfermen los árboles, plantas y cosechas, y al parecer desencadenan afecciones respiratorias en algunas personas. Aunque la mayor parte de la contaminación de ozono tiene lugar en las ciudades, las peores consecuencias se dan, por extraño que parezca, en las zonas rurales. En las urbes, los óxidos de nitrógeno reducen el exceso de ozono, pero en los lugares en los que el nivel de estos óxidos es bajo, el ozono queda libre y causa mucho daño.
Por otro lado, la contaminación del aire es “hasta setenta veces mayor en el hogar que fuera”, comenta The Times, pues allí se hallan los gases que despiden los desodorantes ambientales, las bolas de naftalina y hasta las prendas limpiadas en seco. El humo del cigarrillo incrementa aún más el peligro.
¿Qué puede hacer uno para proteger a su familia? El citado diario londinense brinda estos consejos:
• Utilizar menos el automóvil. Si es posible, compartir el vehículo con otras personas. Conducir sin asperezas. Si se produce un atasco o hay que detenerse durante más de dos minutos, apagar el motor. Siempre que se pueda, estacionarse a la sombra los días calurosos para reducir la contaminación por evaporación del combustible.
• Hacer ejercicio muy temprano, cuando los índices de ozono del exterior son generalmente bajos.
• No permitir que se fume en el hogar.
• Dejar las ventanas ligeramente abiertas por la noche para que disminuya la humedad y salgan los alergenos.
Sin duda, ¡qué no daríamos por respirar aire puro!