¡Peligro! Soy venenosa
Por el corresponsal de ¡Despertad! en Australia
LOS inmigrantes y turistas que van a Australia escuchan con frecuencia que hay serpientes y arañas venenosas en casi todo lugar de este extenso país. La realidad es que de la enorme cantidad de especies de araneidos conocidas, aquí solo se encuentran unas mil setecientas, y son pocas las que podrían llevar la etiqueta: “¡Peligro! Soy venenosa”, pues la mayoría son inofensivas.
En cuanto a las serpientes, de las aproximadamente dos mil quinientas especies que existen en todo el mundo, unas ciento cuarenta viven en Australia, y de estas solo unas veinte son venenosas. ¿Existe realmente la posibilidad de toparse con alguna de estas criaturas ponzoñosas?
¿Las hay en las ciudades?
La inmensa mayoría de las serpientes y arañas venenosas viven en el campo y en los yermos. De cualquier modo, los habitantes de algunas ciudades costeras tienen que cuidarse a un grado razonable, sobre todo de las arañas. Pongamos por caso a la araña de tela en embudo de Sydney. Como su nombre indica, se encuentra en el interior y la periferia de la ciudad más grande de Australia, Sydney. Con sus enormes mandíbulas negras, bien podría desempeñar el papel estelar en cualquier pesadilla.
El macho se reconoce por el pronunciado quelícero de su segunda pata, y es más peligroso que la hembra, pues su veneno es cinco veces más potente que el de esta. El nombre científico de esta araña es Atrax robustus. En 1980, el libro The Funnelweb (La araña de tela en embudo) dijo: “Se sabe que en los últimos setenta años la picadura de esta araña ha causado la muerte de unas diecinueve personas”. Aquel mismo año se elaboró con éxito el primer antídoto contra su veneno.
Otra araña con la que debe tenerse cuidado es la dorsirroja, llamada así por la raya roja anaranjada que le cruza el negro abdomen satinado. En algunos casos, la raya puede ser rosa o incluso gris tenue. La dorsirroja hembra es la peligrosa. El contraveneno de su picadura, potencialmente letal, fue elaborado en 1956. Este arácnido se encuentra en todas partes de Australia y pertenece al género de la bien conocida viuda negra.
¡Cuidado con las serpientes!
Se han hallado serpientes en el césped y los arbustos de las casas de las afueras de las ciudades, sobre todo de noche. Pocas de estas son venenosas, como la víbora tigre, la víbora de la muerte y el taipán. La tigre mide aproximadamente 1,5 metros, y se distingue por las oscuras bandas transversales del dorso. Cuando se enoja emite un fuerte silbido.
El color de la víbora de la muerte varía, y la cola termina en una punta espinosa pálida que mueve para atraer a sus presas. Con frecuencia se encuentra en zonas arenosas, apostada en forma de herradura. Mide unos sesenta centímetros y es gruesa.
El taipán, por el contrario, puede llegar a medir 3 metros. Es pardo y tiene las narinas claras. Cuenta con grandes glándulas venenosas, y algunos especímenes tienen colmillos de más de un centímetro. Un caballo picado por el taipán puede morir en menos de cinco minutos.
¿Qué hacer ante una mordedura?
En toda Australia puede conseguirse contraveneno para las picaduras de araña o serpiente, y hay centros de información que atienden las veinticuatro horas. Los métodos para tratar las mordeduras de serpiente han mejorado. Muchos expertos opinan que la idea de hacer una rápida incisión en la herida y succionar el veneno no solo es anticuada, sino peligrosa. Las autoridades médicas recomiendan actualmente mantener a la víctima inmóvil y calmada, y aplicarle un torniquete entre la picadura y el corazón. A continuación debe hacérsele un vendaje apretado y entablillar el miembro afectado para inmovilizarlo. Debe llevarse al paciente a un médico o al hospital lo más pronto posible.
La araña de tela en embudo y la dorsirroja rara vez entran en las casas. La segunda anida en los rincones de la cochera, el cobertizo o en cualquier otro sitio tranquilo, como un auto viejo, un montón de escombros o una letrina fuera de la casa. Hay que tener cuidado para no introducirla inadvertidamente en la casa.
¿Cuánto peligro existe?
La mayoría de los australianos nunca han visto una araña dorsirroja o una víbora de la muerte, ni han conocido personalmente a nadie que haya sido picado por ellas. En realidad, la posibilidad de ser picado por una araña o una víbora venenosas es prácticamente nula si se toman las debidas precauciones. La mayor parte de las criaturas ponzoñosas evitan al hombre, y solo se vuelven agresivas cuando se las provoca o acorrala.
De todos modos, la prudencia dicta tener cuidado. Un científico australiano experto en animales venenosos se siente contento de “trabajar en su jardín con guantes, pescar con botas y viajar con cuidado”. ¿Por qué con botas? Probablemente para protegerse del veneno de ciertas clases de pulpos y medusas, así como del pez roca.
Tal vez hablemos de estos en otra oportunidad.
[Ilustraciones de la página 24]
Araña dorsirroja hembra
Víbora de la muerte
[Reconocimientos]
Arriba: cortesía de Australian International Public Relations
Cortesía de Ross Bennett, Canberra (Australia)
[Ilustraciones de la página 25]
Araña de tela en embudo
Taipán
[Reconocimientos]
Cortesía de Australian International Public Relations
Cortesía de J. C. Wombey, Canberra (Australia)