Por fin un gobierno que acabará con el delito
LA BIBLIA predijo que en nuestra época los hombres serían “amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, [y] sin amor del bien” (2 Timoteo 3:2, 3); estas son características propias del delincuente.
Como son las personas quienes cometen actos ilícitos, la delincuencia disminuirá al grado que estas se reformen. Pero enmendarse no es fácil, y hoy menos que nunca, pues desde 1914, año señalado por la cronología bíblica, vivimos en “los últimos días” del actual sistema de cosas. Como vaticinó la Biblia, afrontamos “tiempos críticos, difíciles de manejar”. El culpable de esta coyuntura es Satanás, el Diablo, el mayor criminal de la historia, quien siente “gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”. (2 Timoteo 3:1; Revelación [Apocalipsis] 12:12.)
Lo anterior explica el apogeo actual del delito. Satanás sabe que él y su sistema serán destruidos en breve. En el poco tiempo que le queda, intenta de toda forma concebible fomentar en el ser humano los vicios enumerados en el capítulo 3 de Segunda a Timoteo. Por lo tanto, el gobierno que elimine el delito tendrá que deshacerse primero de la influencia satánica y ayudar a la gente a cambiar, a abandonar la conducta mencionada arriba. Pero ¿hay algún gobierno capaz de labor tan sobrehumana?
No, no hay ningún gobierno humano que pueda lograrlo. J. Vaskovich, profesor de Derecho en Ucrania, señala la necesidad de disponer de “un organismo común que sea competente para unificar y coordinar los esfuerzos de todas las corporaciones estatales y públicas”. A su vez, el presidente filipino Fidel Ramos declaró en una conferencia mundial sobre el delito: “Dado que la modernización ha achicado el mundo, la delincuencia ha logrado traspasar las fronteras, y se ha convertido en un problema internacional; de ahí que las soluciones deban ser, así mismo, internacionales”.
“Tragedia mundial”
La ONU es una entidad internacional que desde su fundación procura combatir el delito. Sin embargo, no brinda más soluciones que los gobiernos nacionales. El libro The United Nations and Crime Prevention (Las Naciones Unidas y la prevención del delito) comenta: “La delincuencia nacional se ha escapado del control de la mayoría de los países, y el delito internacional se ha disparado hasta quedar lejos del alcance de la comunidad internacional. [...] El crimen organizado crece alarmantemente, con funestos efectos en lo relativo a violencia física, intimidación y corrupción de las autoridades. El terrorismo mata a decenas de miles de inocentes. El rapaz narcotráfico es una tragedia mundial”.
James Madison, cuarto presidente de Estados Unidos, dijo: “Al instaurar un gobierno en el que unos hombres administran a otros, lo más difícil es esto: primero, prepararlo para controlar a los gobernados, y luego, obligarlo a controlarse”. (Compárese con Eclesiastés 8:9.) Así pues, la solución sería cambiar los gobiernos en los que “unos hombres administran a otros” por un sistema gobernado por Dios. Pero ¿es una solución realista?
El gobierno que terminará con el delito
Los auténticos cristianos aceptan lo que dice la Biblia sobre el Reino de Dios.a Es un gobierno real. No es posible verlo, pues está en el cielo, pero sus logros son visibles en la Tierra. (Mateo 6:9, 10.) Lo integran Jesucristo y 144.000 personas escogidas “de toda tribu y lengua y pueblo y nación”, que “han de reinar sobre la tierra”. Este poderoso gobierno tendrá bajo su dominio a “una gran muchedumbre” de súbditos que, como predice la Biblia, también son “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas”. (Revelación 5:9, 10; 7:9.) Así, gobernantes y súbditos son de extracción internacional y forman un pueblo verdaderamente unido que procede de todos los países y goza de la aprobación de Dios.
Como aceptan el reinado de Dios, los testigos de Jehová han superado a buen grado el problema del delito dentro de sus filas. ¿De qué manera? Aprendiendo a ver la sabiduría de los principios bíblicos, aplicándolos en su vida y permitiendo que los motive la fuerza más potente del universo: el espíritu de Dios, unido a su fruto, el amor. La Palabra de Dios dice: “Vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión”. (Colosenses 3:14.) En más de doscientos treinta países, los testigos de Jehová manifiestan tal amor y unidad, y así demuestran que el Reino de Dios ya está adoptando medidas para acabar con el delito.
Ilustra este hecho una encuesta realizada en Alemania entre 145.958 testigos de Jehová. Buena parte afirmó haber superado graves defectos para hacerse Testigos. La motivación del cambio fue el estudio de la Biblia. Así, 30.060 superaron la adicción al tabaco u otras drogas; 1.437 dejaron el juego; 4.362 corrigieron su conducta violenta o delictiva; 11.149 vencieron sentimientos como el odio y los celos, y 12.820 recuperaron la paz familiar.
Estos datos se refieren a un solo país, pero son representativos de los Testigos del mundo entero. Tomemos por ejemplo a Yuri, joven ucraniano. Al empezar a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová era carterista; incluso había viajado alguna vez a Moscú pensando que el gentío le facilitaría su “labor”.
En 1993, Yuri se hallaba de vuelta en Moscú, rodeado de multitudes. Pero aquel viernes 23 de julio ninguno de los 23.000 presentes en el estadio Locomotive tenía motivos para temerle, pues ya era testigo de Jehová. De hecho, estaba en la plataforma, participando en un programa dirigido a un público internacional. Ha cambiado para bien, pues obedece esta exhortación bíblica: “El que hurta, ya no hurte más”. (Efesios 4:28.)
Como Yuri, muchos han abandonado el delito a fin de ser aptos para la vida en el nuevo mundo de justicia que instaurará Dios. Se corrobora, pues, la afirmación de sir Peter Imbert, ex oficial de policía británico: “La delincuencia se controlaría de la noche a la mañana si todos estuviéramos dispuestos a hacer el esfuerzo”. El programa educativo del gobierno de Dios brinda a la gente sincera la motivación para “hacer el esfuerzo”.
Un mundo sin delito
La delincuencia, en todas sus formas, demuestra falta de amor al prójimo. Pero los cristianos siguen el ejemplo de Jesús, quien dijo: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente”. Y: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”. (Mateo 22:37-39.)
El único gobierno que se dedica a erradicar el delito enseñando a obedecer estos dos mandamientos es el Reino de Dios. Hoy, más de cinco millones de testigos de Jehová aprovechan esta instrucción. Están resueltos a no dejar que las tendencias delictivas arraiguen en su corazón y a hacer todo lo necesario para contribuir a que haya un mundo sin delito. Lo que Dios ha logrado en sus vidas no es más que un anticipo de lo que hará en su nuevo mundo regido por su gobierno celestial. Imagínese: un mundo sin necesidad de policías, jueces, abogados ni prisiones.
Para conseguir estos logros a nivel mundial es preciso que el propio Dios realice el mayor cambio de gobierno de la historia. Daniel 2:44 dice: “En los días de aquellos reyes [que existen en la actualidad] el Dios del cielo establecerá un reino [celestial] que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”. Dios también aplastará a Satanás, con lo que terminará su maligna influencia. (Romanos 16:20.)
Una vez que el gobierno celestial de Dios sustituya a los gobiernos humanos, el hombre nunca volverá a dominar a su semejante. Los reyes celestiales, monarcas más excelsos que los propios ángeles, enseñarán a la humanidad los caminos de la justicia. No habrá más asesinatos, ataques con gas tóxico ni bombas terroristas; no más injusticias sociales que fomenten el delito; no más ricos y pobres.
El profesor S. A. Aluko, de la universidad nigeriana Obafemi Awolowo, comentó: “El pobre no duerme de noche porque tiene hambre; el rico, porque el pobre está despierto”. Pero dentro de poco todos podrán dormir plácidamente, sabiendo que un gobierno, el de Dios, ha logrado terminar con la delincuencia.
[Nota]
a Si desea una explicación detallada de qué es el Reino de Dios y cómo beneficiará a la humanidad creyente, lea el libro El conocimiento que lleva a vida eterna, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
[Ilustración de la página 10]
Ex ladrón y su víctima unidos como hermanos cristianos