De nuestros lectores
La selva pluvial amazónica Quedé muy impresionado por la serie de artículos “La selva pluvial amazónica. Mitos y realidades” (22 de marzo de 1997). Dado que trabajo como especialista en Ecología Vegetal para el Servicio Forestal de Estados Unidos, estudio muchas publicaciones que tratan sobre el medio ambiente. Aun así, opino que su reportaje es el mejor que he leído sobre el tema. Se hallaba muy bien documentado, era instructivo y estaba al día, así que lo leí con auténtico placer. Me gustó ver que conceptos como biodiversidad, extracción, fragmentación y ecosistema aparecen en una publicación con tan amplia difusión internacional. Eso solo puede tener un efecto positivo.
D. S., Estados Unidos
Tengo 12 años, y quiero agradecerles de corazón los artículos. No me pude resistir a leerlos la misma noche que recibimos la revista. Ya que estamos tratando ese tema en la clase de Geografía, al día siguiente le di un ejemplar a mi profesora. La revista despertó la curiosidad de otros estudiantes de la clase, así que espero distribuir más ejemplares entre ellos.
T. E., Alemania
Los artículos eran realmente fascinantes. Cada una de la enorme cantidad de especies de insectos que enumeraron tiene una misión bajo las hojas caídas del bosque. Jehová se encarga de que no les falte alimento a cuantos viven allí. Comprendo por qué va a “causar la ruina de los que están arruinando la tierra” (Revelación [Apocalipsis] 11:18).
D. K. H., Estados Unidos
¿Qué hay de malo en intimidar a otros? Gracias por su artículo “Los jóvenes preguntan . . . ¿Qué hay de malo en intimidar a otros?” (22 de marzo de 1997). En la escuela todos humillan al más débil. A mí me presionaron para que hiciera lo mismo, pero el consejo que se daba en cuanto a ponerse en el lugar de los demás me ayudó mucho a abstenerme de hacerlo. Gracias de nuevo.
M. N., Francia
Tengo 17 años, y les agradezco mucho su artículo. Me animó de verdad, ya que fue la contestación a mis oraciones. Saber que Jehová odia la prepotencia me ha ayudado mucho a efectuar los cambios necesarios. La regla áurea y el ejemplo de Jesús también me motivaron a hacer lo correcto.
V. T., Italia
Hace poco, tomé una revista ¡Despertad! en una sala de espera y descubrí este artículo tan bien escrito. Sé por experiencia el daño permanente que la intimidación puede provocar. Mi hermano abusaba de mí de forma verbal, emocional y física. Si me enfrentaba a él, se encogía de hombros y se reía, y decía que solo era una broma. Me aseguraba que era yo la que tenía el problema porque me faltaba sentido del humor. Cuando yo contaba 13 años y él 15, empezó a amenazarme con abusos deshonestos. Vivía asustada, porque él era mayor, más corpulento y mucho más fuerte. Mis padres nunca me protegieron. Gracias, ¡Despertad!, por abordar los problemas más graves. Sé que se necesita valor para hacerlo. Creo que con este artículo han llegado a muchos corazones.
B. S. M., Estados Unidos
Hormigas jardineras Después de leer el apartado “Una jardinera experta” (22 de marzo de 1997), pude visitar una exhibición y ver en persona lo que ustedes describieron. Parecía que las hojas se movían solas por una cuerda que colgaba del techo. En realidad, eran hormigas las que transportaban aquellas hojas, y estaban muy atareadas cultivando un huerto de hongos cercano. Ver lo que ustedes explicaron nos llenó de admiración a mí y a mis dos hijas pequeñas, y nos acercó a nuestro amoroso Padre celestial, Jehová.
P. F., Escocia