De nuestros lectores
Singapur El artículo “Singapur: se deslustra la perla de Asia” (8 de junio de 1997) denunció el trato espantoso que el gobierno actual ha dispensado a cristianos amantes de la paz. Conozco personalmente a muchos de esos hombres y mujeres, y todos son personas respetables y amorosas. Me anima ver que sirven a Jehová a pesar de la persecución.
I. O., Malaysia
Cólera En el artículo “¿Por qué dominar la cólera?” (8 de junio de 1997), dicen que Simeón y Leví recibieron la maldición de su padre. Estoy seguro de haber leído en alguna parte que lo que Jacob maldijo fue la cólera que manifestaron.
S. L., Estados Unidos
El lector tiene razón. “La Atalaya” del 1 de noviembre de 1962 explicó: “Jacob, en su aliento de moribundo, no maldijo a Simeón ni a Leví. Maldijo la ira de éstos, ‘porque es cruel’. Maldijo su furia, ‘porque actúa severamente’”.— La Redacción.
Dieta El artículo “¿Puede su dieta causarle la muerte?” (22 de junio de 1997) me salvó la vida. Después de leerlo, le dije a mi esposa que llamáramos inmediatamente al médico, pues la descripción del artículo encajaba perfectamente conmigo. Tras examinarme, el doctor programó que me operaran a la mañana siguiente. Me hospitalizó en el acto, pues temía que no sobreviviera a aquella noche. Ahora estoy en casa recuperándome de un bypass (derivación coronaria) triple.
F. S., Estados Unidos
A veces, a mi esposo y a mí nos resulta difícil controlarnos en las comidas. He leído otros artículos sobre la dieta, pero este explica los asuntos de manera sencilla y práctica. Estoy segura de que al aplicar las recomendaciones, podremos mantenernos saludables.
V. A., Brasil
Gracias por el reportaje “Por qué preocuparse por la dieta”. Me ayudó a ver los peligros del sobrepeso. Me he puesto a seguir sus recomendaciones, y con la ayuda de Jehová, sé que controlaré mi alimentación.
V. Y. D., Liberia
Libélulas Muchísimas gracias por el estupendo artículo “Joyas de la ribera” (22 de junio de 1997). Trataba de uno de mis acróbatas aéreos favoritos, la libélula. Cuando trabajo en el jardín, casi siempre hay alguna cerca, inmóvil en el aire o descansando. Le pregunté la razón a un hombre que diseña jardines, y me dijo que la dieta de la libélula incluye mosquitos, los cuales acuden a donde hay gente. Así que ahora considero a esta criatura de vivos colores una especie de guardaespaldas personal.
J. F., Estados Unidos
Búsqueda de la justicia Disfruté del artículo “Nuestra búsqueda de la justicia” (22 de junio de 1997). Sin duda, los justos atributos de Dios atraen a quienes suspiran y lloran por las injusticias. Estas me preocupan de forma particular, y tengo que hacer un verdadero esfuerzo por ajustar mis puntos de vista y mis acciones a las normas de Dios.
D. L., Taiwan
Estoy en desacuerdo con la introducción. Cuando hablan de los defensores tejanos de El Álamo, no dicen que eran bandidos que intentaban arrancar a México un territorio que le pertenecía.
A. C., México
No tratamos los complejos temas implicados en la lucha de El Álamo, ya que no parecían venir al caso en la historia personal de Antonio Villa. Sin embargo, el número de “¡Despertad!” del 22 de agosto de 1971 declaró: “La mayoría de los estadounidenses olvida, o jamás ha sabido, que San Antonio había sido parte de México. México consideró la batalla como sofocar rebelión en su territorio. Los Estados Unidos la usaron [...] [para] justificar su intervención en los asuntos mexicanos”.—La Redacción.