De nuestros lectores

¿Por qué dominar la cólera? Gracias por el artículo “¿Por qué dominar la cólera?” (8 de junio de 1997). Procedo de una familia numerosa, y durante la niñez presencié muchas peleas en mi hogar. Desde que mis padres se divorciaron, de vez en cuando me han dado arrebatos de cólera. Día y noche le he orado a Jehová para que me ayudara a resolver este problema. ¡Cuál fue mi sorpresa al ver el artículo, que parecía dirigido a mí! Estoy tomando en consideración los textos citados, por ejemplo el de Efesios 4:26, que dice: “Que no se ponga el sol estando ustedes en estado provocado”. Mi esposo y yo hemos puesto en práctica dicho consejo. Gracias a Jehová y a este artículo, he logrado mejorar en este aspecto.

A. R. S., Estados Unidos

Qué hacer ante los ataques de pánico Debo dar gracias a Jehová de todo corazón por el artículo “Qué hacer ante los ataques de pánico” (8 de junio de 1996). Hace poco, mi hermana tuvo una crisis nerviosa, pero no sabíamos lo que le pasaba porque ningún médico pudo emitir un diagnóstico. Acabó en el hospital, donde se determinó que había sufrido una crisis nerviosa y que padecía ataques de pánico. El artículo nos llegó en el momento oportuno, y percibimos así que Jehová se interesa por nosotros. Mi hermana lloró al leerlo, pues vio claramente que Jehová comprendía a la perfección lo que le pasaba. Lo que dice la hermana mencionada en el artículo, a saber, que ha constatado repetidas veces que Jehová es una auténtica fuente de fortaleza y ánimo, muestra lo maravilloso que es nuestro Dios.

A. E. W., República Sudafricana

“Lo que se dijo a una niña” Este artículo (8 de junio de 1997) me llegó al alma. En el ministerio del campo me encuentro a menudo con niños, y no los paso por alto ni los subestimo, sino que siempre les hablo del Paraíso. Muchas gracias por publicar esta experiencia, ya que me animó a seguir haciéndolo. ¡Quién sabe si en alguno de ellos tendrá el mismo efecto que en la niña de la experiencia!

M. O. U., Nigeria

Este artículo me impactó. Cuando llegué al subtítulo “Aprendo la verdad de la Biblia” y leí la impresión que le causó a Louise ver en el Salmo 37:9 —y además en su propia Versión del rey Jacobo— que habría personas que poseerían la Tierra, me eché a llorar. Gracias por publicar este tipo de biografías, y por favor sigan haciéndolo con regularidad en ¡Despertad!

P. C., Inglaterra

De nuestros lectores Valoro mucho todos los números de la revista que recibimos, pero me gustaron especialmente los comentarios de los lectores publicados en el número del 8 de junio de 1997 de ¡Despertad! Yo fui expulsada, y un año después me restablecieron. Mucha gente cree que esta medida es severa, pero no es así. Aunque la disciplina que recibí no fue fácil de aceptar, de ningún modo fue severa. Sé que la intención de los ancianos era ayudarme. Si me expulsaron fue porque rechacé su ayuda. Una vez expulsada, me di cuenta de lo sola que se siente una cuando no tiene a Jehová. Se produjo un gran vacío en mi vida que no se llenó hasta que cambié mi modo de vivir y regresé a Jehová. El que me expulsaran me dio una lección de humildad y me mostró que necesitaba a Jehová y su organización.

A. C., Canadá

¡Despertad! Perdónenme por olvidarme de renovar la suscripción a la magnífica revista ¡Despertad! Es una publicación informativa, didáctica y objetiva con temas muy interesantes. Me gustaría que me mandaran todos los números que no he recibido. No quisiera perderme ni uno. Gracias por su contribución constante en la lucha contra la ignorancia.

N. S., Sri Lanka