¿Es posible perdonar y olvidar?
YA HA transcurrido más de medio siglo desde que concluyó la II Guerra Mundial, en 1945. Aquella conflagración fue con mucho la más encarnizada y costosa de toda la historia.
En sus seis años de duración, la II Guerra Mundial segó la vida de unos cincuenta millones de personas, incluidos civiles, y dejó mutilados física, mental y emocionalmente a una infinidad de seres humanos. Muchos de los que vivieron aquellos años trágicos aún conservan recuerdos dolorosos de las atrocidades que se cometieron y de los seres queridos que perdieron.
Algunos recuerdos son de los horrores del Holocausto nazi, en el que fueron asesinadas millones de víctimas inocentes. Tanto en Europa como en Asia, los ejércitos invasores cometieron muchas atrocidades: asesinaron, violaron, saquearon y aterrorizaron a los civiles. Otras muchas personas sufrieron ataques aéreos que acarrearon destrucción, heridas y muerte a un sinfín de hombres, mujeres y niños inocentes. También hubo millones de combatientes que vivieron experiencias duras en frentes de batalla de diversas partes del mundo.
Lesiones psíquicas y emocionales
Una gran cantidad de personas que vivieron en aquella época conservan intactas muchas de las lesiones psíquicas y emocionales que causaron los terribles acontecimientos de la II Guerra Mundial. Quisieran borrar de su mente los recuerdos espantosos y amargos, pero son incapaces. A algunas de ellas, las imágenes de tales horrores les vuelven a la mente y las atormentan, como una pesadilla que se repite.
Otras, en cambio, no quieren olvidar, ya sea porque buscan venganza o porque desean honrar la memoria de los caídos. Por otra parte, existe la opinión extendida de que las atrocidades del pasado deben mantenerse vivas en la memoria colectiva de la familia humana, a fin de que no se repitan nunca más.
Hace unos años, en el bienio 1994-1995, el ambiente que rodeó las celebraciones del cincuentenario del día D (el desembarco de los aliados en Normandía en junio de 1944) y del fin de la fase europea de la II Guerra Mundial (en mayo de 1945), demostró que para muchos testigos presenciales de aquellos sucesos es muy difícil perdonar y olvidar. Los intentos de reconciliación entre anteriores enemigos a menudo se ven frustrados. Por ejemplo, los veteranos británicos se negaron a invitar a representantes alemanes a los actos conmemorativos del desembarco de las tropas aliadas en Normandía.
El escritor Vladimir Jankélévitch dijo lo siguiente con respecto a las atrocidades que cometieron los nazis durante la II Guerra Mundial y la dificultad para perdonar y olvidar: “Ante crimen tan repugnante, el impulso natural [...] es el de indignarse y luchar apasionadamente contra el olvido y, tal como prometieron los jueces del tribunal aliado de Nuremberg, perseguir a los criminales hasta los confines de la tierra”. El mismo escritor prosigue: “Podríamos muy bien decir, invirtiendo los términos de la plegaria que Jesús dirige a Dios en el Evangelio según san Lucas: Señor, no los perdones, porque saben lo que hacen” (compárese con Lucas 23:34).
Lamentablemente, desde 1945 hasta nuestro día han tenido lugar un sinnúmero de atrocidades más —en Camboya, Ruanda, Bosnia, por nombrar solo unas cuantas— que han seguido manchando la Tierra de sangre. Tales barbaridades han dejado un saldo de millones de muertos, así como una infinidad de viudas y huérfanos, vidas destrozadas y recuerdos horrendos.
Sin lugar a dudas, este siglo XX ha sido testigo de crueldades sin precedentes. Está ocurriendo exactamente lo que predijo la profecía bíblica hace tiempo para esta época: los hombres son “feroces” y “sin amor del bien” (2 Timoteo 3:1-5; Revelación [Apocalipsis] 6:4-8).
¿Qué debemos hacer?
Ante semejante barbarie, la gente reacciona de diversas maneras. ¿Y nosotros? ¿Debemos recordar, u olvidar? ¿Implica recordar que se guarde rencor profundo y amargo a los anteriores enemigos y se les niegue el perdón? Por otro lado, ¿significa perdonar que se puede olvidar en el sentido de eliminar por completo los malos recuerdos?
¿Qué piensa Jehová Dios, el Creador de la humanidad, sobre los terribles crímenes que se han cometido en nuestros tiempos y en el pasado? ¿Perdonará a los culpables? ¿No es demasiado tarde para que compense a los que murieron víctimas de las atrocidades? ¿Hay base sólida para esperar que estas terminen, en vista de que vienen sucediéndose desde hace miles de años? ¿Cómo rectificará finalmente estos complejos asuntos el Dios Todopoderoso?
[Ilustración de la página 4]
Hijos de las víctimas de las masacres se reúnen en un campo de refugiados
[Reconocimiento]
UN PHOTO 186797/J. Isaac
[Reconocimiento de la página 3]
Foto de U.S. Navy