De nuestros lectores
Niños en peligro Quiero expresar mi agradecimiento por la serie de artículos que apareció en el número del 8 de abril de 1999, titulada “Los niños en peligro: ¿quién los protegerá?”. Creo que la impactante cuestión del maltrato de menores debería animarnos constantemente a sensibilizar a la opinión pública. Es nuestro deber proteger el mundo de los niños. Continúen con su buena labor.
P. P., Concejalía de la Infancia, ciudad de Roma, Italia
Es horrible pensar que, al umbral del siglo XXI, todavía hay muchos niños que trabajan como esclavos o que son utilizados para matar a otras personas. Incluso más difícil de aceptar es el hecho de que en la mayoría de los casos su situación tiene pocas probabilidades de mejorar. Una vez más, ¡Despertad! ha descrito con exactitud las dificultades que afrontan los niños del mundo.
S. R. B., Brasil
Me he divorciado después de treinta y seis años de matrimonio. Descubrí que mi esposo había abusado sexualmente de mis queridas hijas durante años (él no era cristiano). Cuando lo supe, quedé deshecha. Nadie parecía comprender la gravedad del abuso sexual o el indescriptible dolor que sufren las inocentes víctimas. Por eso, agradezco a Jehová que hayan escrito sobre esta epidemia.
N. M., Estados Unidos
Interés por los ancianos Me gustó mucho el tema “Demuestre que se interesa por ellos” (8 de abril de 1999). Muchas familias olvidan a sus parientes mayores que residen en hogares de ancianos. Hace un par de meses, unos cuantos de nosotros decidimos hablar de la Biblia con algunas personas de un hogar de ancianos cercano y así lo hicimos. Después tocamos el piano para ellas y conversamos. Pensamos visitarlas regularmente.
C. V., Estados Unidos
Tormenta africana Tengo doce años y quiero darles las gracias por el artículo “La tormenta no acabó con el cristianismo” (8 de marzo de 1999). Los hermanos que ayudaron a los que estaban en dificultades son admirables. Me recordaron cómo nuestros hermanos auxiliaron a otras personas después del gran terremoto de Hanshin (Japón). El relato me animó a ser valiente y a hacer cosas buenas por los demás.
R. K., Japón
Postura de los bebés al dormir Gracias por el artículo “¿Cómo deben dormir los bebés?” (22 de marzo de 1999). Mi primer bebé murió cuando contaba dos meses y medio a causa del síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL). ¡Ojalá hubiera tenido esta información antes! Aunque tengo dos hijas maravillosas, todavía siento un dolor inmenso e indescriptible.
A. D., Italia
Hay una serie de factores de riesgo que propician el SMSL (véase “Observando el mundo” de la revista ¡Despertad! del 22 de enero de 1997). De todos modos, el SMSL sigue siendo en muchos aspectos un misterio para la medicina. Los padres que han perdido a un hijo por motivo de este síndrome no deben, por lo tanto, culparse de la tragedia. El detenido análisis sobre el SMSL que apareció en nuestro número del 22 de enero de 1988 ha dado consuelo a muchos padres apenados.—La Redacción.
Enfermedad celíaca Recibimos el artículo “Cómo sobrellevar la enfermedad celíaca” (22 de marzo de 1999) tres meses después de saber que nuestra hija de seis años la padece. En Rusia, esta enfermedad es prácticamente desconocida incluso para los médicos. Es de gran ayuda el que nuestros hermanos cristianos entiendan por qué la niña sigue una dieta especial. Esta información nos ha fortalecido y nos ha confirmado que Jehová siempre atiende a las necesidades de su pueblo.
V. P. y L. P., Rusia
Desear lo que no se puede tener Acabo de leer la sección “Los jóvenes preguntan... ¿Por qué no puedo tener lo que quiero?” (22 de marzo de 1999). Me gustaría agradecerles la información porque me hizo comprender que no puedo tener todo lo que quiero. Pero, como dice el artículo, Jehová conoce nuestras necesidades. Me alegro mucho de llevar una vida sencilla.
C. K., Canadá