¿Habrá algún día un mundo sin guerra?
1, 2. ¿Qué preguntas surgen en cuanto al futuro del mundo?
DESDE que se constituyó en estado moderno en 1948, Israel se ha mantenido listo para defenderse de los países vecinos. Este enfrentamiento, esta disputa que persiste, ha dejado una secuela de desconsuelo y dolor en las madres, esposas, hijos y otros allegados de ambos bandos. Esto sucede a pesar de que el deseo innato de los seres humanos, y en particular de las familias, es vivir en paz.
2 Sin embargo, las guerras y contiendas no se limitan al Oriente Medio. Parece que en todo el mundo hay polvorines que aguardan la chispa que los haga estallar. Por esta razón, surge la pregunta: ¿Se logrará algún día la paz, no solo en el Oriente Medio, sino en todo el planeta? Si así es, ¿cómo se conseguirá? ¿Será gracias a la buena voluntad del hombre en los ámbitos político, religioso y étnico? ¿Parece probable tal conclusión? ¿O tendrá que intervenir Dios, el Dueño y Creador de la Tierra?
3-5. a) ¿Qué promesa referente a la paz contiene la Biblia? b) ¿Qué preguntas debemos analizar con más detalle?
3 En las Escrituras Hebreas encontramos profecías alentadoras que hablan de un tiempo en que las naciones “convertirán sus espadas en arados, y sus lanzas en hoces. Ninguna nación levantará espada contra otra nación, ni aprenderán más la guerra”. (Isaías 2:4.)
4 Isaías no fue el único que habló de esta paz universal. (Salmo 46:9-11 [Sl 46:8-10, NM].) Uno de los temas principales de la Biblia es que habrá una era de paz y concordia absolutas entre los hombres. Como señaló el estadista y escritor israelí Abba Eban, las Escrituras Hebreas dieron a los antiguos israelitas una esperanza y una perspectiva del porvenir únicas, pues “sólo Israel esperaba una edad de oro en el futuro”.1 Toda la humanidad está a las puertas de un futuro maravilloso en el que terminarán las guerras y habrá muchas más bendiciones. Isaías también profetizó que las condiciones serán paradisíacas en toda la Tierra y que se pondrá fin a la pobreza, la enfermedad e incluso la muerte. (Isaías 11:9; 25:8; 33:24; 35:5, 6; 65:21.)
5 Algunos quizás planteen la objeción: ‘Estas profecías se escribieron hace miles de años y aún hay guerras. ¿Cómo vamos a confiar en la Biblia y fundar nuestras esperanzas en ella? ¿Qué pruebas concretas hay de que sea realmente la Palabra de Dios?’.