AMNISTÍA
Ester 2:18 explica que el monarca persa Asuero, después de haber hecho reina a Ester, celebró un gran banquete en su honor y otorgó “una amnistía para los distritos jurisdiccionales” de su dominio. La palabra hebrea hana·jáh, que solo aparece en este versículo, se ha traducido de diversas maneras: “disminuyó tributos” (Val), “dio alivio” (NC), “concedió un día de descanso” (BJ), “concedió un día de fiesta” (3:18, EMN). Los comentaristas opinan que aquel alivio o amnistía pudo haber implicado una cancelación de tributos, una exención de servicio militar, la liberación de ciertos presos, o varias de estas cosas.
En otras partes de las Escrituras se usa una palabra hebrea diferente (schemit·táh) para referirse a la exención de una deuda o de una obligación laboral. (Deu. 15:1, 2, 9; 31:10; véase AÑO SABÁTICO.) En cuanto a la liberación de prisioneros, es de notar que se produjeron varias sublevaciones durante el reinado de Jerjes el Grande, probablemente el Asuero mencionado en el libro de Ester. Una inscripción de Persépolis atribuida a Jerjes dice: “Después que llegué a ser rey, hubo algunos entre estos países [...] que se sublevaron pero yo aplasté a estos países [...] y los puse nuevamente en su condición política anterior”. La represión de estos levantamientos produciría sin duda muchos presos políticos, por lo que el momento festivo de la coronación de Ester pudo haber sido una buena ocasión para que Asuero concediera una amplia amnistía o liberación. (Compárese con Mateo 27:15.) Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta la naturaleza exacta de aquella amnistía.