BRAZO
Miembro del cuerpo humano que en la Biblia se usa con frecuencia figurativamente para representar la capacidad de ejercer fuerza o poder. El “brazo” de Jehová Dios es inconmensurablemente poderoso, capaz de hacer maravillosas obras creativas. (Jer. 27:5; 32:17.) Por medio de su “brazo” Jehová también gobierna (Isa. 40:10; Eze. 20:33); salva a los que están angustiados (Sal. 44:3; Isa. 52:10); libera a su pueblo (Éxo. 6:6; Isa. 63:12; Hech. 13:17); sostiene y cuida a sus siervos (Deu. 33:27; Isa. 40:11; Ose. 11:3); juzga (Isa. 51:5); y esparce a sus enemigos. (Sal. 89:10; Luc. 1:51.) Quebrar el brazo representa desbaratar el poder de alguien. (Job 38:15; Sal. 10:15; Jer. 48:25.) Por medio de Jesucristo, revestido de autoridad y poder, y actuando como Juez y Ejecutor, Jehová manifiesta su fuerza representada por su “brazo”. (Isa. 53:1; Juan 12:37, 38.)
El brazo de carne, que representa el poder humano, es descrito en la Biblia como poco confiable e insuficiente para el que se apoya en él. Jehová advierte a su pueblo de lo engañoso y desastroso que puede resultar el confiar en el brazo humano. (2 Cró. 32:8; Jer. 17:5.) Él quebrará el brazo de los inicuos, brazo que descansa opresivamente sobre sus víctimas. (Job 35:9; 38:15; Sal. 10:15.)
En la imagen del sueño del rey Nabucodonosor, el pecho y los brazos de plata representan a Medo-Persia, el “reino” que sucedió como potencia mundial a Babilonia, la cabeza de oro. (Dan. 2:32, 39.)