EBAL, MONTE
(posiblemente: “Pelado”).
Montaña que ahora se identifica con Jebel Eslamiyeh, situada en el distrito de Samaria. El monte Ebal está frente al monte Guerizim, y estas montañas están separadas por un hermoso y estrecho valle, el valle de Siquem, en el cual se encuentra protegida la ciudad de Nablus, cerca de la antigua Siquem. El posible significado del nombre encaja con las características de la montaña, pues solo en las laderas más bajas hay vegetación, como viñas y olivos, siendo las partes más altas bastante yermas y rocosas. Al igual que otras montañas de Samaria, Ebal tiene un núcleo de caliza con una capa exterior de creta. Está al NE. del monte Guerizim y se eleva a unos 910 m. por encima del nivel del Mediterráneo. Guerizim y Ebal se hallan al oeste del río Jordán, con una distancia de 2,5 Km. entre sus cimas. (Deu. 11:29, 30.)
Después de la victoria de Israel en Hai, Josué cumplió las instrucciones de Moisés y edificó un altar a Jehová en el monte Ebal. Sobre piedras (quizás las del mismo altar, aunque no necesariamente) escribió “una copia de la ley de Moisés que él había escrito delante de los hijos de Israel”. Posteriormente, enfrente de la congregación de Israel (con sus residentes forasteros) reunida como Moisés había mandado, Josué “leyó en voz alta todas las palabras de la ley, la bendición y la invocación de mal, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley”. La mitad de la congregación estaba de pie frente al monte Ebal y la otra mitad frente al monte Guerizim, y el arca del pacto y los levitas estaban entre los dos grupos. (Jos. 8:30-35.) La ubicación del monte Ebal con relación al monte Guerizim proveyó una acústica excelente para esta ocasión. Es digno de mención que todo ello tuvo lugar aproximadamente en el centro geográfico de la Tierra de Promisión, cerca de donde Jehová prometió esta tierra a Abrán (Abrahán), el antepasado de Israel. (Gén. 12:6, 7.)