BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ad pág. 578
  • Extranjero

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Extranjero
  • Ayuda para entender la Biblia
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • DURANTE EL PRIMER SIGLO DE LA ERA COMÚN
  • Extranjero
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
  • “Residentes temporales” que sirven unidos al Dios verdadero
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2012
  • Sea ciudadano o extranjero, ¡Dios lo recibe con gusto!
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1992
  • Residente forastero
    Ayuda para entender la Biblia
Ver más
Ayuda para entender la Biblia
ad pág. 578

EXTRANJERO

(heb. nokj·rí).

Persona de origen no israelita, gentil. Los extranjeros que se encontraban entre los hebreos eran: trabajadores asalariados, mercaderes, prisioneros de guerra, cananeos que no habían sido ejecutados ni expulsados de la Tierra Prometida y aquellos que circunstancialmente pasaban por el país. (Jos. 17:12, 13; Jue. 1:21; 2 Sam. 12:29-31; 1 Rey. 7:13; Neh. 13:16.)

Si bien el pacto de la Ley limitaba los derechos de los extranjeros, estos habían de ser tratados con justicia y equidad, y deberían recibir hospitalidad en tanto respetaran las leyes del país. El extranjero se diferenciaba del prosélito circunciso que había llegado a ser miembro de la congregación de Israel y había aceptado completamente las responsabilidades del pacto de la Ley. También, el extranjero era diferente del poblador que se afincaba en la Tierra Prometida y que, por consiguiente, no solo llegaba a estar bajo ciertas restricciones legales, sino que también disfrutaba de ciertos derechos y privilegios. (Véase RESIDENTE FORASTERO.)

DURANTE EL PRIMER SIGLO DE LA ERA COMÚN

Debido especialmente a la influencia de sus líderes religiosos, entre los judíos del primer siglo de nuestra era común se desarrolló una actitud de aislamiento y exclusivismo. Una prueba clara de este sentimiento se muestra en su desdén por los samaritanos, pueblo de descendencia mixta israelita y extranjera. Por regla general, los judíos ‘no se trataban con los samaritanos’, a quienes ni siquiera les pedían agua para beber. (Juan 4:9.) No obstante, Jesús dejó bien claro lo equivocado de tales extremismos. (Luc. 10:29-37.)

El establecimiento del nuevo pacto sobre la base del sacrificio de rescate de Cristo puso fin a la separación legal entre judío y gentil. (Efe. 2:11-16.) Sin embargo, aun después del Pentecostés de 33 E.C. los discípulos primitivos tardaron en comprender este hecho. Pedro le expresó al gentil Cornelio cuál era el sentimiento general de los judíos: “Bien saben ustedes cuán ilícito le es a un judío unirse o acercarse a un hombre de otra raza”. (Hech. 10:28.) En Juan 18:28 se muestra que el entrar en un hogar gentil era considerado por los judíos como contaminación ceremonial. A pesar de que la Ley dada por medio de Moisés no estipulaba ningún mandato específico contra tal asociación ocasional, este parecer era común entre los judíos y, particularmente, entre sus líderes religiosos. Los primeros cristianos de origen judío necesitaron algún tiempo para liberarse de las restricciones impuestas por las actitudes dominantes y llegar a reconocer, como recalcó el apóstol Pablo, que para los que tienen la ‘nueva personalidad cristiana’ no hay “ni griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, extranjero, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todas las cosas y en todos”. (Gál. 2:11-14; Col. 3:10, 11.)

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir