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    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
  • Libro bíblico número 48: Gálatas
    “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
  • La carta de Pablo a los gálatas... mensaje de buenas nuevas
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1983
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    La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo (edición de estudio)
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Ayuda para entender la Biblia
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GÁLATAS, CARTA A LOS

La carta inspirada escrita en griego por el apóstol Pablo “a las congregaciones de Galacia”. (Gál. 1:1, 2.)

QUIÉN LA ESCRIBIÓ

La frase de apertura identifica a Pablo como el escritor de este libro. (Gál. 1:1.) Además, su nombre se usa de nuevo en el texto y él se refiere a sí mismo en primera persona (5:2). Una porción de la carta, escrita en forma autobiográfica, relata la conversión de Pablo y otras experiencias suyas. Las referencias a su aflicción en la carne (4:13, 15) están en armonía con las expresiones que, al parecer, se relacionan con esta aflicción en otros libros de la Biblia. (2 Cor. 12:7; Hech. 23:1-5.) Las otras cartas de Pablo por lo general fueron escritas por un secretario, pero en cuanto a esta, él mismo dice que fue escrita con su “propia mano”. (Gál. 6:11.) En sus otros escritos, casi sin excepción, envía saludos suyos y de los que están con él, pero no así en esta carta. Si el escritor de la carta a los Gálatas hubiese sido un impostor, muy probablemente habría mencionado a un secretario y enviado algunos saludos, como Pablo hacía normalmente. Por consiguiente, tanto la manera de expresarse del escritor como su estilo honrado y directo, confirman la autenticidad de la carta. Razonablemente, pues, de haber sido falsificada no habría sido redactada de este modo.

A QUIÉNES SE DIRIGIÓ

Por mucho tiempo ha sido un asunto de controversia determinar cuáles eran las congregaciones que estaban incluidas en la expresión “a las congregaciones de Galacia”. (Gál. 1:2.) En apoyo del argumento de que estas eran congregaciones no mencionadas por nombre que estaban en la parte septentrional de la provincia de Galacia, se aduce que los habitantes de esta zona eran étnicamente gálatas, mientras que los del sur no lo eran. Sin embargo, Pablo en sus escritos normalmente da nombres romanos oficiales a las provincias, y, en su tiempo, la provincia de Galacia incluía las ciudades licaonias de Iconio, Listra, Derbe y Antioquía de Pisidia, todas ellas de la parte meridional. En todas estas ciudades Pablo había organizado congregaciones cristianas durante su primera gira evangelizadora, cuando fue acompañado por Bernabé, y el que estas ciudades estuvieran entre aquellas a las que se dirigió la carta armoniza con la manera en que dicha carta presenta a Bernabé: como alguien al parecer conocido por las personas a quienes Pablo escribe. (Gál. 2:1, 9, 13.) En ninguna otra parte de las Escrituras se dice que Bernabé fuese conocido por los cristianos de la parte septentrional de Galacia o que Pablo siquiera hiciese algún viaje por aquel territorio.

TIEMPO EN QUE SE ESCRIBIÓ

El período abarcado por el libro es indeterminado, pero el tiempo en que se escribió ha sido establecido aproximadamente entre los años 50 y 52 E.C. En el capítulo 4, versículo 13, se da a entender que Pablo hizo al menos dos visitas a los gálatas antes de escribir la carta. Los capítulos 13 y 14 de Hechos de Apóstoles describen una visita de Pablo y Bernabé a las ciudades gálatas del sur, visita que aconteció entre 47 y 48 E.C. Posteriormente, después de la reunión que hubo en Jerusalén sobre la circuncisión, Pablo y Silas, alrededor del año 49 E.C., volvieron a Derbe y Listra, en Galacia, así como a otras ciudades donde él y Bernabé habían “[publicado] la palabra de Jehová” durante la primera gira. (Hech. 15:36-16:1.) Evidentemente fue después de este tiempo, mientras Pablo estaba en otro lugar en su segunda gran gira o bien en Antioquía de Siria ——la base de sus viajes misionales ——, cuando recibió las noticias que le impulsaron a escribir a “las congregaciones de Galacia”.

Lo que su carta (cap. 1, vs. 6) dice en cuanto a que a los gálatas “tan pronto se les remueva de Aquel que los llamó”, puede ser indicación de que esta se escribió poco después de haberlos visitado. No obstante, aunque la carta no se hubiese escrito hasta el año 52 E.C. en Antioquía de Siria, seguía siendo cierto que ese alejamiento se había producido relativamente “pronto”.

CANONICIDAD

Se halla evidencia temprana de la canonicidad del libro en el Fragmento de Muratori y en los escritos de Ireneo, Clemente de Alejandría, Tertuliano y Orígenes. Estos hombres se refirieron por nombre tanto a esta carta como a la mayor parte del resto de los 26 libros de las Escrituras Griegas Cristianas. La carta es mencionada por nombre en el canon reducido de Marción, e incluso Celso, enemigo del cristianismo, alude a ella. Todas las principales listas de libros del canon de las Escrituras inspiradas, al menos hasta el tiempo del tercer Concilio de Cartago, en 397 E.C., incluían la carta a los Gálatas. Se ha conservado hasta nuestros días, junto con otras ocho cartas inspiradas de Pablo en el Papiro Núm. 2 de Chester Beatty, un manuscrito cuya datación se sitúa a principios del tercer siglo de la era común. Todo lo cual constituye prueba de que los cristianos primitivos aceptaron el libro de Gálatas como una de las cartas de Pablo. Otros manuscritos antiguos: el Sinaítico, el Alejandrino, el Vaticano Núm. 1 209, el Códice Ephraemi Rescriptus y el Códice de Beza, así como la Versión Siríaca Peshitta, también incluyen la carta a los Gálatas. Además, como parte del canon, armoniza completamente con los otros escritos de Pablo y el resto de las Escrituras, de las que cita con frecuencia.

CIRCUNSTANCIAS RELACIONADAS CON LA CARTA

La carta refleja muchos rasgos de la gente de Galacia del tiempo de Pablo. Los celtas gálicos del norte habían invadido la región en el siglo tercero antes de la era común, y por lo tanto la influencia céltica era muy notable en dicha zona. Los celtas (o galos) eran considerados un pueblo fiero y bárbaro, y hasta se ha dicho que ofrecían sus prisioneros de guerra como sacrificios humanos. También han sido descritos en la literatura romana como un pueblo muy emocional, supersticioso y entregado a muchos ritos, rasgo religioso este que probablemente influiría para que no aceptasen una forma de adoración tan carente de ritos como el cristianismo.

Con todo, es posible que en las congregaciones de Galacia haya habido muchos que anteriormente, cuando eran paganos, se comportasen de esta manera, así como un buen número de conversos del judaísmo que no se habían librado por completo de guardar escrupulosamente las ceremonias y otras obligaciones de la ley mosaica. La naturaleza inestable e inconstante que se les atribuye a los gálatas de descendencia céltica podría explicar por qué en las congregaciones gálatas algunos tuvieron celo por la verdad de Dios en un tiempo y poco tiempo después llegaron a ser presa fácil de aquellos que se oponían a la verdad y guardaban rigurosamente la Ley e insistían que la circuncisión y otros requisitos de la Ley eran necesarios para la salvación.

Los judaizantes, como se podría llamar a tales enemigos de la verdad, al parecer mantuvieron candente la cuestión de la circuncisión aun después de tratar el asunto los ancianos de Jerusalén. Es posible que también algunos de los cristianos gálatas estuviesen sucumbiendo a las bajas normas morales del populacho, como se puede deducir por el mensaje de la carta.

Los judaizantes eran astutos e insinceros. (Hech. 15:1; Gál. 2:4.) Alegando representar a la congregación de Jerusalén, estos falsos maestros se opusieron a Pablo y desacreditaron su posición como apóstol. Querían que los cristianos se circuncidaran, no porque buscaran los mejores intereses de los gálatas, sino para ganarse a los judíos y evitar que se opusieran tan violentamente. Los judaizantes no querían sufrir persecución por causa de Cristo. (Gál. 6:12, 13.)

Para conseguir su objetivo, alegaron que Pablo no fue comisionado directamente por Jesucristo, sino por algunos hombres prominentes de la congregación cristiana. (Gál. 1:11, 12, 15-20.) Querían que los gálatas les siguiesen (4:17), y con el fin de anular la influencia de Pablo, primero tenían que pintarle como si no fuese apóstol. Parece ser que alegaron que cuando a Pablo le parecía conveniente predicaba la circuncisión (1:10; 5:11). Estaban intentando hacer una especie de religión fusionada de cristianismo y judaísmo, no negando a Cristo por completo, pero alegando que la circuncisión sería de provecho para los gálatas, les haría progresar en el cristianismo y además les convertiría en hijos de Abrahán, a quien se le dio originalmente el pacto de la circuncisión (3:7).

Resulta animador notar que las congregaciones gálatas permanecieron fieles a Cristo y se mantuvieron como columnas de la verdad. El apóstol Pablo las visitó en su tercera gira misional (Hech. 18:23) y el apóstol Pedro dirigió su primera carta, entre otros, a los gálatas. (1 Ped. 1:1.)

BOSQUEJO DEL CONTENIDO

I. El apostolado de Pablo y la autenticidad de las buenas nuevas que él declara.

A. Pablo, apóstol mediante Cristo y Dios (1:1).

B. Cualquiera que añada algo a las buenas nuevas es maldito (1:8, 9).

C. Las buenas nuevas de Pablo proceden de Dios a través de la revelación de Cristo (1:12).

D. La conversión de Pablo y su actividad cristiana primitiva (1:13-24).

II. El hombre es declarado justo, no debido a obras de la Ley, sino solo por medio de fe en Cristo Jesús.

A. El Concilio de Jerusalén; la circuncisión no es un requisito; Pablo recibe reconocimiento de su comisión a las naciones incircuncisas por parte del cuerpo gobernante (2:1-10).

B. Pablo ni siquiera intentó agradar a Cefas (Pedro), quien vino de Jerusalén, cuando este llevó a cabo una simulación por temor a la clase circuncisa (2:11-14).

C. Volver a estar bajo la Ley es echar a un lado la bondad inmerecida de Dios y hacer insignificante la muerte de Cristo (2:15-21).

III. Los que pertenecen a Cristo realmente son descendencia de Abrahán.

A. El espíritu es recibido por medio de la fe; habiendo comenzado en espíritu, no pueden ser completados en carne (3:1-6).

B. Los que se adhieren a la fe son bendecidos junto con Abrahán (3:7-9).

C. Los que están bajo la Ley están bajo una maldición; Cristo libró a los que estaban bajo maldición (3:10-14).

D. La promesa abrahámica no fue por medio de la Ley (3:15-18).

E. La Ley fue añadida para poner de manifiesto el pecado y sirvió como tutor (3:19-25).

F. Los que fueron bautizados en Cristo son descendencia de Abrahán (3:26-29).

IV. Los que son comprados por Cristo son la nación libre de Dios.

A. Estos no son esclavos, sino adoptados como hijos libres de la Ley (4:1-11).

B. Los judaizantes actúan con malos motivos, trayendo a los gálatas de nuevo a la esclavitud, robándoles su felicidad; son un contraste con la sincera preocupación de Pablo por ellos (4:12-20).

C. Drama: Abrahán con su esposa y la esclava concubina; Jehová con su esposa (Jerusalén de arriba, produce descendencia por medio del pacto abrahámico) y su esposa secundaria (Jerusalén terrestre, produce el Israel natural por medio del pacto de la Ley). Los hijos libres, los cristianos, perseguidos por los hijos de la sierva, como Isaac fue perseguido por Ismael (4:21-31).

V. Mantenerse firmes en la libertad de Cristo.

A. La circuncisión aparta a uno de Cristo, no le trae ningún beneficio, sino que hace que uno vuelva a estar completamente obligado a ejecutar toda la Ley (5:1-6).

B. Los falsos maestros serán juzgados adversamente (5:7-12).

C. No hay que usar incorrectamente la libertad como licencia para el mal (5:13-15).

D. En los cristianos, el espíritu y la carne están en conflicto (5:16-18).

E. Las obras de la carne que impiden la entrada en el Reino (5:19-21).

F. El fruto del espíritu; el andar por espíritu en armonía con la alegación de ser cristiano, no promoviendo competencias unos con otros (5:22-26).

VI. Jactarse sólo en Cristo; trabajar a favor de otros.

A. Prestar ayuda a otros más bien que ensalzarse uno mismo sobre ellos, y mostrar aprecio por la ayuda recibida (6:1-6).

B. Cada uno recibirá según lo que haga (6:7-10).

C. El motivo egoísta, temeroso y, sin embargo, jactancioso de los judaizantes (6:12, 13).

D. La regla apropiada de conducta: jactarse en las provisiones de Cristo, no en la carne (6:14-16).

E. Las credenciales de Pablo fuera de toda duda; su deseo de que la bondad inmerecida de Cristo continuamente esté con el espíritu que manifiestan los gálatas (6:17, 18).

Véase el libro “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”, págs. 216-218.

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