HEBRÓN
(“Asociación; Liga”).
Ciudad antigua situada en la región montañosa de Judá y fue edificada siete años antes que la ciudad egipcia de Zoan. (Núm. 13:22.) Hebrón está situada aproximadamente a 31 Km. al SSO. de Jerusalén y a 914 m. sobre el nivel del mar. Se distingue por ser uno de los lugares más antiguos del Oriente Medio todavía habitado en la actualidad. El nombre antiguo de Hebrón, “Quiryat-arbá” (Ciudad de Arbá), parece haberse derivado de su fundador anaquim: Arbá. (Gén. 23:2; Jos. 14:15.) La ciudad y las colinas cercanas han sido famosas por mucho tiempo debido a sus viñas, granadas, higos, aceitunas, albaricoques, manzanas y nueces. Favorecida con numerosas fuentes y pozos, Hebrón está rodeada de grandes extensiones de vegetación.
Los patriarcas Abrahán, Isaac y Jacob pasaron parte de su residencia forastera en Hebrón. (Gén. 13:18; 35:27; 37:13, 14.) Sara murió allí y fue enterrada en una cueva en la cercana Macpelá. Esta cueva, junto con un terreno circundante, fue comprada por Abrahán al hitita Efrón y llegó a ser una sepultura familiar donde Abrahán, Isaac, Rebeca, Lea y Jacob fueron también enterrados. (Gén. 23:2-20; 49:29-33; 50:13.)
Cuando Moisés envió a los doce espías a la Tierra Prometida, los descendientes de Anaq, hombres de gran altura, estaban morando en Hebrón. (Núm. 13:22, 28, 33.) Aproximadamente cuarenta años más tarde, Hoham el rey de Hebrón, reunió a cuatro reyes más en una ofensiva en contra de Gabaón, ciudad que había hecho un acuerdo de paz con Josué. Los israelitas respondieron a la solicitud de ayuda de Gabaón y, con la ayuda de Jehová, derrotaron a los ejércitos de los cinco reyes que habían venido en contra de Gabaón. Posteriormente, estos cinco reyes, que se habían ocultado en una cueva, fueron ejecutados y sus cadáveres colgados en maderos hasta el atardecer. (Jos. 10:1-27.)
A medida que continuó la campaña de Israel en la parte meridional de Canaán, los habitantes de Hebrón—incluso su rey, al parecer el sucesor de Hoham—fueron dados por entero a la destrucción. (Jos. 10:36, 37.) Sin embargo, a pesar de que los israelitas bajo Josué doblegaron el poder de los cananeos, parece ser que ellos no establecieron inmediatamente guarniciones para mantener sus conquistas.
Mientras Israel estaba guerreando en otro lugar, los anaquim volvieron a establecerse en Hebrón, siendo necesario que Caleb (o los hijos de Judá bajo el mando de Caleb) les arrebatase la ciudad algún tiempo después. (Jos. 11:21-23; 14:12-15; 15:13, 14; Jue. 1:10.) Hebrón fue asignada originalmente a Caleb, de la tribu de Judá; más tarde, al convertirse en ciudad de refugio, adquirió una condición sagrada. También sirvió como ciudad sacerdotal. Sin embargo, el ‘campo de Hebrón’ y sus poblados fueron la posesión hereditaria de Caleb. (Jos. 14:13, 14; 20:7; 21:9-13.)
Unos cuatro siglos más tarde, los hombres de Judá ungieron a David en Hebrón como rey. Desde allí gobernó siete años y medio, llegando mientras tanto a ser padre de seis hijos: Amnón, Kileab (Daniel), Absalón, Adonías, Sefatías e Itream. (2 Sam. 2:1-4, 11; 3:2-5; 1 Cró. 3:1-4.)
Años más tarde, Absalón, el hijo de David, regresó a Hebrón y allí inició su vano intento por usurpar el trono de su padre. (2 Sam. 15:7-10.) Es probable que Absalón escogiese Hebrón—en un tiempo la capital de Judá—como punto de partida en su campaña por el trono, debido a su importancia histórica y a ser su ciudad natal. Más tarde, el rey Rehoboam, nieto de David, reedificó Hebrón. (2 Cró. 11:5-10.) Después de la desolación de Judá por los babilonios y el regreso de los exiliados judíos, algunos de los judíos repatriados se establecieron en Hebrón (Quiryat-arbá). (Neh. 11:25.)
[Imagen de la página 709]
Hebrón en la actualidad. El edificio grande que se encuentra en la parte superior central es una mezquita construida sobre el lugar donde se cree que estuvo ubicada la cueva de Macpelá, donde Abrahán fue enterrado