GARZA
(heb. ʼana·fáh).
Entre las aves que según la ley mosaica no podían comerse se encontraba “la garza según su género” (“según sus especies” [Mod]). (Lev. 11:13, 19; Deu. 14:12, 18.)
El nombre hebreo que en su uso bíblico abarca varias aves de un “género” determinado puede encajar muy bien con las diferentes variedades de la familia de la garza (cuyo nombre científico es Ardeidae), como la garza propiamente dicha, la garceta y el avetoro, por mencionar algunas. Estas aves tienen un pico robusto y puntiagudo, y algunas son notables por el sonido estridente y singular que producen cuando se las molesta o se excitan.