MARFIL
Materia de los colmillos blancocremosos del elefante, el hipopótamo, la morsa y otros animales. Aunque duro, y con una densidad aproximadamente tres veces y media mayor a la de la madera de cedro secada, se puede esculpir o labrar fácilmente debido a su elasticidad. Su fina textura le da un tacto y un acabado agradable con una durabilidad extraordinaria. Las capas transversales de dentina, que varían de tono, añaden a su utilidad la belleza que lo caracteriza. Los escritos extrabíblicos dicen que durante el primer y segundo milenio antes de la era común vagaban por el Oriente Medio manadas de elefantes, y los hallazgos arqueológicos confirman el uso bastante extenso que la nación de Israel y otras naciones vecinas daban al marfil.
El marfil se ha asociado con los lujos de la vida: obras de arte, mobiliario elegante y bienes atesorados. Una vez cada tres años, los barcos de Salomón traían grandes cantidades de marfil de lugares lejanos. (1 Rey. 10:22; 2 Cró. 9:21.) En conformidad con su gloria y grandeza, Salomón “hizo un gran trono de marfil, y lo revistió de oro refinado”. (1 Rey. 10:18; 2 Cró. 9:17.) Los Salmos mencionan “el magnífico palacio de marfil” en conexión con instrumentos musicales de cuerdas. (Sal. 45:8.) En el hermoso Cantar de los Cantares el escritor utiliza el marfil como una metáfora y un símil para expresar la belleza: “Su abdomen es una lámina de marfil cubierta de zafiros”; “Tu cuello es como torre de marfil”. (Cant. de Cant. 5:14; 7:4.) El rey Acab también se construyó un palacio valiéndose del costoso marfil, palacio que convirtió en una verdadera “casa de marfil”. (1 Rey. 22:39.) En los días de Amós se construían casas y lechos con marfil. (Amós 3:15; 6:4.)
Egipto también utilizaba este “plástico” natural para hacer cosas como peines, mangos para abanicos, platos, cajas para ungüentos, patas de silla, tableros de juego, estatuillas y obras de arte esculpidas. La ciudad de Tiro incrustaba las proas de sus barcos con marfil en su gran comercio marítimo. El marfil también se menciona entre las cosas costosas de los comerciantes de la antigua Tiro, así como en el surtido de los “comerciantes viajeros de la tierra” que lloran por la caída en destrucción de Babilonia la Grande. (Eze. 27:6, 15; Rev. 18:11, 12.)
[Imagen página 1081]
Talla de marfil hallada en Samaria y que según algunas opiniones data del tiempo de Acab