SANTIAGO
(contracción de las palabras Santo y Jacobo, siendo esta última la forma griega de Jacob, que significa: “Asirse del Talón; Suplantador”).
1. Hijo de Zebedeo; hermano de Juan y uno de los doce apóstoles de Jesucristo. (Mat. 10:2.) Parece ser que su madre se llamaba Salomé, según se deduce al comparar dos relatos del mismo acontecimiento. Uno menciona a “la madre de los hijos de Zebedeo” y el otro la llama “Salomé”. (Mat. 27:55, 56; Mar. 15:40, 41; véase SALOMÉ NÚM. 1.) La comparación de estos relatos con el de Juan 19:25 parece indicar que Salomé era la hermana carnal de María, la madre de Jesús. De ser así, Santiago era primo hermano de Jesús.
En el año 30 E.C., Santiago y su hermano estaban trabajando con su padre en el negocio de la pesca cuando Jesús los llamó, al igual que a sus socios Pedro y Andrés, para que fuesen sus discípulos y “pescadores de hombres”. En respuesta a la llamada de Jesús, Santiago y Juan dejaron aquel negocio de pesca, el cual era lo suficientemente importante como para emplear a hombres asalariados y para formar una sociedad con Pedro y Andrés. (Mat. 4:18-22; Mar. 1:19, 20; Luc. 5:7-10.)
El año siguiente, 31 E.C., cuando Jesús designó a doce de sus discípulos para que fuesen apóstoles, Santiago fue uno de los seleccionados. (Mar. 3:13-19; Luc. 6:12-16.)
A Pedro, Santiago y Juan se les menciona varias veces juntos y en compañía estrecha con Cristo. Por ejemplo, estos tres fueron los únicos que estuvieron presentes con Cristo en el monte de la transfiguración (Mat. 17:1, 2), fueron los únicos apóstoles que recibieron la invitación de entrar dentro de la casa para ser testigos de la resurrección de la hija de Jairo (Luc. 8:51), y fueron los que estuvieron más cerca de Jesús en Getsemaní mientras él oraba aquella última noche. (Mar. 14:32-34.) Pedro, Santiago y Juan, junto con Andrés, fueron los que preguntaron a Jesús cuándo vendría la predicha destrucción del templo de Jerusalén y cuál sería la señal de su presencia y de la conclusión del sistema de cosas. (Mar. 13:3, 4.) A Santiago siempre se le menciona junto con su hermano Juan, y en la mayoría de los casos su nombre es el que aparece en primer lugar. Esto puede indicar que él era el mayor de los dos. (Mat. 4:21; 10:2; 17:1; Mar. 1:19, 29; 3:17; 5:37; 9:2; 10:35, 41; 13:3; 14:33; Luc. 5:10; 6:14; 8:51; 9:28, 54; Hech. 1:13.)
Jesús les dio a Santiago y a su hermano el sobrenombre de Boanerges, término semítico que significa “Hijos del Trueno”. (Mar. 3:17.) Esto puede que haya sido debido a la naturaleza enérgica, fogosa y entusiástica de estos hombres. En una ocasión, por ejemplo, cuando ciertos samaritanos no mostraron hospitalidad a Jesús, Santiago y Juan querían hacer bajar fuego del cielo para aniquilarlos. Aunque Jesús los reprendió por pedir tal venganza, aquella actitud indicaba su justa indignación y también su fe. (Luc. 9:51-55.) Ellos también abrigaban la ambición de ocupar los puestos más prominentes en el Reino, a la derecha y a la izquierda de Jesús, y aparentemente hicieron que su madre (posiblemente la tía de Jesús) solicitara tales favores de él. Después de explicar que esas decisiones las toma el Padre, Jesús aprovechó la oportunidad para señalar que “el que quiera ser el primero entre ustedes tiene que ser esclavo de ustedes”. (Mat. 20:20-28.)
Santiago por lo visto murió en el año 44 E.C. Herodes Agripa I hizo que lo ejecutaran con la espada. Fue el primero de los doce apóstoles que murió como mártir. (Hech. 12:1-3.)
2. Otro apóstol de Jesucristo; hijo de Alfeo. (Mat. 10:2, 3; Mar. 3:18; Luc. 6:15; Hech. 1:13.) Generalmente se cree que Alfeo y Clopas eran la misma persona, lo cual es bastante probable, en cuyo caso la madre de Santiago sería María, “la madre de Santiago el Menos y de Josés”. (Juan 19:25; Mar. 15:40; Mat. 27:56.) Puede que haya sido llamado Santiago el Menos debido a ser menor en estatura física o en edad que el otro apóstol Santiago, el hijo de Zebedeo.
3. Hijo de José y María y, a su vez, medio hermano de Jesús. (Mar. 6:3; Gál. 1:19.) Aunque no fue uno de los apóstoles, evidentemente fue un superintendente de la congregación cristiana de Jerusalén (Hech. 12:17) y el que escribió el libro bíblico que lleva su nombre. (Sant. 1:1.) Puede que haya sido el mayor después de Jesús, pues de los cuatro hijos varones que María tuvo con José —Santiago, José, Simón y Judas—, su nombre aparece en primer lugar. (Mat. 13:55; véase HERMANO, HERMANA.) En su carta a los corintios, escrita alrededor del año 55 E.C., Pablo indica que Santiago estaba casado. (1 Cor. 9:5.)
Parece que durante el ministerio de Jesús, Santiago estaba bien familiarizado con la actividad de su hermano (Luc. 8:19; Juan 2:12), pero, aunque aparentemente no estaba opuesto, no era uno de los discípulos y seguidores de Cristo. (Mat. 12:46-50; Juan 7:5.) Probablemente él se encontraba entre sus hermanos no creyentes cuando estos instaron a Jesús para que subiera abiertamente a la fiesta de las cabañas en un tiempo en que los gobernantes de los judíos estaban buscándolo para matarlo. (Juan 7:1-10.) También es posible que Santiago haya estado entre los parientes que dijeron de Jesús: “Ha perdido el juicio”. (Mar. 3:21.)
Sin embargo, después de la muerte de Jesús y antes del Pentecostés del año 33 E.C., Santiago estuvo reunido para orar junto con su madre, sus hermanos y los apóstoles en un aposento de arriba en Jerusalén. (Hech. 1:13, 14.) Fue a este Santiago al que por lo visto se apareció personalmente el resucitado Jesús, como se relata en 1 Corintios 15:7, y le convenció, pues antes no era creyente, de que él era en verdad el Mesías. Esto hace recordar la ocasión en que Jesús se apareció personalmente a Pablo. (Hech. 9:3-5.)
Desde entonces Santiago llegó a ser un miembro prominente y al parecer un “apóstol” de la congregación de Jerusalén. Por eso, en la primera visita que Pablo hizo a los hermanos de Jerusalén (alrededor de 36 E.C.), dijo que pasó quince días con Pedro pero que “de los apóstoles no [vio] a ningún otro, sino solo a Santiago el hermano del Señor”. (Gál. 1:18, 19.) Pedro, después de haber sido liberado milagrosamente de prisión, dio estas instrucciones a los hermanos reunidos en casa de Juan Marcos: “Informen estas cosas a Santiago y a los hermanos”, indicando con ello la prominencia de Santiago. (Hech. 12:12, 17.) Alrededor del año 49 E.C. se sometió el asunto de la circuncisión a “los apóstoles y los ancianos” de Jerusalén. Después del testimonio personal de Pedro, Bernabé y Pablo, Santiago habló y presentó una decisión que fue aprobada y adoptada por la asamblea. (Hech. 15:6-29; compárese con 16:4.) Con referencia a esa ocasión Pablo dijo que Santiago, Cefas y Juan “parecían ser columnas” entre los cristianos de Jerusalén. (Gál. 2:1-9.) Hacia el final de una gira misional posterior, estando en Jerusalén, Pablo informó sobre su ministerio a Santiago y a “todos los ancianos”, y estos entonces le dieron cierto consejo para que lo pusiese en práctica. (Hech. 21:15-26; véase también Gálatas 2:11-14.)
El hecho de que fue este ‘hermano de Jesús’ quien escribió la carta de Santiago, y no uno de los apóstoles con el mismo nombre (el hijo de Zebedeo o el hijo de Alfeo), parece desprenderse del principio de su carta. Allí el escritor se identifica a sí mismo como un “esclavo de Dios y del Señor Jesucristo”, más bien que como un apóstol. De manera similar, su hermano Judas también se identificó a sí mismo como un “esclavo de Jesucristo, pero hermano de Santiago”. (Sant. 1:1; Jud. 1.) Ambos hermanos humildemente evitaron identificarse a sí mismos como hermanos carnales del Señor Jesucristo.