RAZONABLE
“Razonable” transmite bien la idea de la palabra griega epi·ei·kés, que según se ha definido significa “apropiado, ajustado; de ahí equitativo, justo, moderado, paciente, no insistente en la letra de la ley; expresa aquella consideración que examina ‘humana y razonablemente los hechos de un asunto’”. (Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento [tomo 1, pág. 86], de W. E. Vine.)
El ser razonable es un rasgo distintivo de la sabiduría celestial. (Sant. 3:17.) Es una cualidad que debe tener el hombre que sea nombrado superintendente en una congregación cristiana. (1 Tim. 3:2, 3.) Este tendría que ser razonable consigo mismo, al tratar con otros y en su enfoque de los problemas. También, a los cristianos en general se les anima a que sean razonables. El apóstol Pablo aconsejó a los filipenses: “Llegue a ser conocido de todos los hombres lo razonables que son ustedes”. (Fili. 4:5.) Y a Tito se le dijo que recordase a los cristianos de Creta que fuesen “razonables”. (Tito 3:1, 2.) Este consejo fue muy oportuno, ya que los habitantes de Creta tenían la reputación de ser mentirosos, bestias salvajes perjudiciales y glotones desocupados. (Tito 1:12.)
En 1 Pedro 2:18 se exhorta a los sirvientes de casa a que “estén en sujeción a sus dueños con todo el debido temor, no solo a los buenos y razonables, sino también a los que son difíciles de complacer”.