TIGLAT-PILÉSER III
(“Mi Confianza Es el Hijo de Esharra” [es decir, el dios Ninib]; o: “Mi Confianza Es el Hijo [del Templo] Esharra”).
Poderoso rey de Asiria (cuyo nombre también se deletrea Tilgat-pilnéser) y el primero que se menciona por nombre en el registro bíblico. Su reinado marcó una era de reorganización, creciente expansión y poder que llevó al imperio asirio a nuevas cimas. Se considera que fue el primer monarca asirio que estableció como política definida la deportación en masa y el trasplante de los pueblos conquistados. Se dice que en un año hasta 154.000 personas fueron obligadas a desplazarse de las tierras conquistadas a otros extremos de su dominio. El propósito aparente tras una política tan dura era quebrantar el espíritu de los grupos nacionales y debilitar o eliminar cualquier unidad de acción para intentar despojarse del yugo asirio.
Este rey aparece primero en el relato bíblico como “Pul”. (2 Rey. 15:19.) En 1 Crónicas 5:26 también se dice que Dios “excitó el espíritu de Pul el rey de Asiria, aun el espíritu de Tilgat-pilnéser el rey de Asiria, de manera que él se llevó al destierro” a las gentes de ciertas tribus de Israel. Aunque podría parecer que aquí se hace referencia a dos reyes distintos, los registros seglares antiguos atribuyen ambos nombres al mismo individuo, el nombre “Pulu” aparece en lo que se conoce como “Rey babilonio Lista A”, mientras que la “Crónica Sincronística” alista a Tiglat-piléser (Tukultiapilesharra). También se ha de mencionar que, en hebreo, el texto citado anteriormente emplea el verbo llevar en singular en vez de en plural. Comúnmente se ha opinado que “Pul” era el nombre personal del monarca y que adoptó el nombre “Tilgat-pilnéser” (el nombre de un famoso rey asirio anterior) cuando ascendió al trono.
Durante el reinado del rey Menahem de Israel (c. 790-780 a. E.C.), Tiglat-piléser III (“Pul”) avanzó hasta dentro de Palestina y Menahem buscó el favor de los asirios por medio de pagar como tributo “mil talentos de plata”. Apaciguado temporalmente, Tiglat-piléser retiró sus fuerzas. (2 Rey. 15:19, 20.) Los documentos asirios se refieren a Menahem, junto con Rezín de Damasco e Hiram de Tiro, como reyes tributarios de Tiglat-piléser.
Subsiguientemente, en el tiempo del rey Acaz de Judá (c. 762-746 a. E.C.), el rey Péqah de Israel formó una confederación con el rey Rezín de Damasco y atacó a Judá. (2 Rey. 16:5, 6; Isa. 7:1, 2.) Aunque s e l e aseguró por medio del profeta Isaías que en un corto período de tiempo los dos reinos conspiradores serían borrados de la escena, el rey Acaz decidió enviar un soborno a Tiglat-piléser para que viniese en su auxilio. (2 Rey. 16:7, 8; Isa. 7:7-16; 8:9-13.) Una inscripción asiria describe el tributo pagado por Yauhazi (Joacaz o Acaz) de Judá, y otros reyes de esa zona, con las siguientes palabras: “[...] oro, plata, estaño, hierro, antimonio, vestiduras de lino de franjas multicolores, vestidos de sus (industrias) nativas (hechos de) lana purpúrea oscura [...] toda especie de objetos costosos tanto productos del mar como obtenidos en el continente, los productos (selectos) de sus regiones, los tesoros de (sus) reyes, caballos, mulas (acostumbradas al) yugo”. (La Sabiduría del Antiguo Oriente, J. B. Pritchard, pág. 228.) El agresivo rey asirio respondió a la súplica de Acaz invadiendo Israel, capturando varias ciudades norteñas e invadiendo las regiones de Galaad, Galilea y Neftalí, de donde se llevó a muchos al exilio. (2 Rey. 15:29; 1 Cró. 5:6, 26.) Damasco fue atacada y cayó ante las fuerzas asirias, y su rey Rezín fue asesinado. En Damasco, Tiglat-piléser recibió la visita del rey Acaz de Judá quien fue a expresar gratitud o sumisión a Asiria. (2 Rey. 16:9-12.)
Isaías había sido inspirado para predecir que Jehová usaría al rey de Asiria como una “navaja alquilada” para ‘afeitar’ al reino de Judá. (Isa. 7:17, 20.) Prescindiendo de si la “navaja alquilada” hacía referencia específicamente a Tiglat-piléser —a quien Acaz sobornó— o no, el registro muestra que él le causó gran dificultad al rey de Judá y que el soborno de Acaz “no le fue de ningún auxilio”. (2 Cró. 28:20, 21.) Esto puede que haya marcado la fase inicial de la ‘inundación’ provocada por la invasión asiria de Judá, la cual con el tiempo tenía que ‘llegar hasta el cuello del reino’, tal como claramente sucedió en el tiempo de Ezequías. (Isa. 8:5-8; 2 Rey. 18:13, 14.)
En sus inscripciones, Tiglat-piléser dice lo siguiente concerniente al reino septentrional de Israel: “Destronaron a su rey Péqah (pa-qa-ha) y nombré a Oseas (a-ú-si’) por soberano sobre ellos. Recibí de ellos 10 talentos de oro, 1000 (?) talentos de plata por [tri]buto suyo y los llevé a Asiria”. (La Sabiduría del Antiguo Oriente, pág. 230.) Así pues, el rey asirio se atribuye el mérito por la ascensión de Hosea al trono de Israel (c. 748-740 a. E.C.) después de su asesina conspiración contra Péqah. (2 Rey. 15:30.)
La mayoría de las obras de referencia asignan a Tiglat-piléser III un reinado de aproximadamente dieciocho años. Sin embargo, las referencias bíblicas indican que su gobernación duró bastante más, ya que aparece desde el tiempo de Menahem hasta el de Hosea. Por lo tanto, ha de notarse que el período anterior al tiempo que generalmente se asigna para el comienzo del reinado de Tiglat-piléser es relativamente oscuro en lo que concierne a los registros antiguos y se considera que fue un tiempo de gran decadencia para los asirios.
En 2 Crónicas 28:16 se habla de Acaz como alguien que fue “a pedir ayuda a los reyes de Asiria”. En el texto hebreo masorético aparece “reyes” en plural, y, aunque viene en singular (“rey”) en otros manuscritos antiguos y en la Versión de los Setenta, muchas traducciones modernas apoyan el plural hebreo (BJ, CI [nota marginal], Mod, NM y Val). Algunos doctos consideran que aquí el plural es mayestático y denota la grandeza que se le atribuye al monarca (Tiglat-piléser III) como el “rey de reyes”. Sin embargo, también se han de destacar las palabras jactanciosas del monarca asirio registradas en Isaías 10:8: “¿No son mis príncipes al mismo tiempo reyes?”. De lo que se desprende que es posible que la referencia a “Pul el rey de Asiria” (2 Rey. 15:19) corresponda a un tiempo en el que, antes de que él llegara a ser cabeza de todo el imperio, fuese gobernante de una provincia asiria.
Cuando murió Tiglat-piléser III, le sucedió Salmanasar V. Podrían conocerse más detalles concernientes a ese rey si no fuese por el hecho de que un rey posterior, Esar-hadón, hizo que se mutilasen las inscripciones de Tiglat-piléser, una afrenta totalmente insólita en la historia asiria.