Manténgase en su lugar

1. ¿Por qué es importante considerar el lugar de uno en relación con Jehová?

JEHOVÁ, el gran Creador del universo, conoce el debido lugar para todas las cosas animadas e inanimadas. Él no sólo ha creado todas las cosas, sino también ha creado lugares para todas las cosas. Les hace bien a las personas de intelecto elevado y de intelecto bajo meditar diariamente en su relación con Jehová y con la multitud de otros objetos y criaturas vivientes que Jehová ha colocado alrededor de ellas. El hacer eso les ayudará a apreciar la majestad y honor y grandeza de Jehová y les ayudará a esforzarse por hallar su lugar en el grandioso arreglo de cosas de Jehová en este maravilloso universo.

2. ¿Cómo muestra el salmista la relación entre la grandeza de Jehová y las cosas que Él había ejecutado?

² El salmista fué una persona que hizo esto y sus palabras se encuentran registradas para nuestro provecho en el Salmo 104. En los versículos de apertura él declara lo necesario que es que la criatura bendiga a Jehová a causa de la grandeza de Él: “¡Bendice, oh alma mía, a Jehová! Jehová, Dios mío, tú eres muy grande; te has revestido de gloria y de majestad. Aquel eres que se cubre de luz como de una vestidura; que extiende los cielos como una cortina.” (Sal. 104:1, 2) Aquí el salmista une la grandeza de Jehová con obras que él ha efectuado al colocar las cosas en su lugar, haciendo notar que Jehová es aquel que colocó los cielos en su sitio extendiéndolos “como una cortina.”

3, 4. Nombre algunas cosas para las que Jehová ha hallado lugares.

³ El extender los cielos sólo es el principio de los muchos actos sobresalientes del gran trabajo de colocación hecho por Jehová. El salmo continúa, anotando para provecho nuestro muchas cosas desde ángeles en los cielos hasta animales y cosas inanimadas sobre la tierra. “Que entabla sus cámaras con aguas; que pone las nubes por su carroza; que anda sobre las alas del viento; que hace los vientos sus mensajeros [o, de sus ángeles vientos], los flamígeros rayos sus ministros. Él fundó la tierra sobre sus basas; no será jamás removida.” (Sal. 104:3-5) Es un hecho importante observar en este día de cataclismos sociales y amenazas de destruir la tierra con instrumentos superpoderosos de destrucción en manos del hombre que las Escrituras indican que Jehová colocó la tierra donde está sobre basas en el espacio y ha decretado que “no será jamás removida.” El escritor de este salmo sabía mucho acerca de la historia de la creación de la tierra y escribió acerca del diluvio que vino sobre la tierra en el día de Noé con sus cataclismos físicos resultantes que dieron a la tierra su forma presente con montañas elevadas y océanos profundos, como se observa en los versículos 6-9: “La cubrió con el mar profundo, como con un vestido; sobre las montañas estaban las aguas. A tu reprensión huyeron; a la voz de tu trueno se apresuraron (elevándose las montañas, bajando los valles) a este lugar que fundaste para ellos. Pusísteles término que no pueden traspasar, ni volverán más a cubrir la tierra.” Nótese el aprecio adecuado del poder que Jehová usó para establecer límites al agua para que permanezca en su lugar.

⁴ Por supuesto, el agua se necesita en todas partes de la tierra, también, así como en los mares, con el propósito de regar las plantas y dar de beber a toda criatura viviente. Jehová hizo lugares para que el agua apareciera aun muy arriba en las montañas, conveniente para otras cosas de su creación que se encuentran por todas partes de la tierra. “Aquel eres que envía fuentes en los valles: entre las colinas se van corriendo. Dan de beber a todas las bestias del campo: los asnos monteses apagan su sed. A sus orillas habitan las aves del cielo; gorjean entre las ramas.” (Sal. 104:10-12) Al hombre se le revela gran sabiduría y armonía cuando él observa cómo Jehová ha hecho arreglos adecuados para el abastecimiento de agua—una de las cosas más necesarias de la vida.

5. ¿Cómo proporciona Jehová alimento para las criaturas vivientes colocadas en diversas partes de la tierra?

⁵ Junto con el agua, se necesita alimento para sustentar la vida. La combinación del agua y la tierra hace que la vegetación y las plantas crezcan y abundantemente cuiden de esta necesidad. “Aquel eres que riega las colinas desde sus cámaras; la tierra se harta del fruto de tus obras; aquel que hace producir la hierba para las bestias, y las plantas en que trabaje el hombre, para sacar pan [alimento, AN] de la tierra; y el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite para hacer relucir su rostro, y el pan que fortalece el corazón del hombre.”—Sal. 104:13-15.

6, 7. ¿Qué otras cosas menciona el salmista mostrando que están en sus debidos lugares?

⁶ Después de meditar y escribir acerca de las maravillas y perfección de la colocación de provisiones para las necesidades de las criaturas vivientes, el salmista mostró aprecio y entendimiento acerca de la colocación de ciertos animales y aves en diversos lugares. Hasta este día estas mismas criaturas permanecen en las mismas regiones. “Los árboles de Jehová están llenos de vigor; los cedros del Líbano que él plantó. Allí anidan las aves, la cigüeña tiene en los abetos su casa. Las altas montañas son para las cabras monteses; los peñascos sirven de refugio para los damanes.”—Sal. 104:16-18.

⁷ Tampoco pasan inadvertidas otras cosas de la creación, y la maravilla de que infaliblemente se hallan en sus debidos lugares a todo tiempo atrae la atención del salmista. Estas son el sol y la luna. “Constituyó la luna para repartir los tiempos: el sol conoce su ocaso.” (Sal. 104:19) Durante años sin número Jehová ha mantenido precisamente en sus lugares no sólo a nuestros sol y luna sino también a un sinnúmero de billones de otras estrellas y los planetas. Aun los relojes cuya exactitud no varía la fracción de un segundo pueden ser confirmados en cuanto a su exactitud por ellos.

8. ¿Qué actividades diferentes suceden durante la noche y el día?

⁸ Una considerable variedad de actividad ocurre en la tierra a medida que los días continuamente prosiguen a través de la luz del día y la oscuridad. “Traes las tinieblas, y se hace noche; en ella se ponen en movimiento todas las bestias de la selva. Los leoncillos rugen tras la presa, y buscan de Dios su alimento. Se levanta el sol; ellos se recogen, y se echan en sus cuevas. Sale el hombre a su obra y a sus labores hasta la tarde.” (Sal. 104:20-23) Existe un perfecto entrelazamiento de propósitos y colocaciones al poner Jehová a hombre, animales, pájaros, peces, plantas, aguas, tierra, sol, luna, planetas, estrellas, montañas, valles, ríos, etc., en los lugares en que los puso y al dar a cada cual una asignación o trabajo particular que hacer. No se podría llegar a otra conclusión aparte de ésta a que llegó el salmista: “¡Cuán multiformes son tus obras, oh Jehová; con sabiduría las has hecho todas! ¡la tierra está llena de tus riquezas!”—Sal. 104:24.

VISIÓN PENETRANTE DE DIOS

9. Estas maravillas de la creación deberían hacer que los hombres hicieran ¿qué cosa? ¿Lo hacen?

⁹ El salmista continúa en este salmo 104 haciendo notar más armonía y maravillas de la creación, pero sólo los hechos supracitados deberían bastar para hacer que los hombres conocieran algo acerca de Dios y quisieran alabarlo y adorarlo en debida forma. De hecho, el apóstol Pablo hace notar que el hombre realmente no tiene excusa para no conocer a Dios. “Lo que puede conocerse acerca de Dios es manifiesto entre ellos, porque Dios lo hizo manifiesto a ellos. Porque sus cualidades invisibles se observan claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se entienden por las cosas hechas, hasta su poder eterno y Divinidad, de modo que son inexcusables; porque aunque conocieron a Dios, no lo glorificaron como Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su corazón fatuo se obscureció. Aunque aseguraban que eran sabios, se hicieron insensatos y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en algo parecido a la imagen del hombre corruptible y de aves y de cuadrúpedos y de reptiles.” (Rom. 1:19-23, NM) El hombre no ha tendido la vista a la creación y aprendido de sus maravillas y prodigios que existe un Dios con grandeza, honor y majestad, sino que insensatamente ha adorado a la creación misma. Hoy los hombres adoran el dinero, el poder, un gran nombre, y, para conseguir estas cosas, se entregan a toda clase de iniquidad y no imitan las amorosas características de hacer provisión que el Creador tiene. De hecho, el hombre da a entender por su maldad y su manera de pasar por alto a Jehová que Jehová ni siquiera lo ve en sus maldades. Con egolatría, la masa de la sociedad humana le da la espalda al creador y, olvidándose de él, prosigue para hacer las cosas a su modo.

10. ¿Cómo podemos estar seguros de que Dios ve todo lo que el hombre hace?

¹⁰ Pero, ¿es verdad que Jehová los ve? ¿Ha llegado a ser tan grande la población del género humano que él ya no la puede dominar? ¡No! ¡Jamás! Jehová no es tal Dios débil. Su sabiduría y entendimiento son infinitos. El hombre es considerado muy sabio cuando construye telescopios más grandes y puede contar unos miles más de los incalculables miles de millones de estrellas en los cielos. Sin embargo hay galaxias enteras que el hombre escasamente puede ver aun con sus telescopios. Pero Jehová no sólo ve y cuenta el número de todas las estrellas, sino que también las llama por su nombre. “El que cuenta la muchedumbre de las estrellas, y a todas ellas las llama por sus nombres. Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito.” (Sal. 147:4, 5) Dios no pierde de vista las cosas. Sabe lo que usted hace, sin importar lo insignificante o importante que se sienta usted en este mundo. Hasta en conexión con las formas de vida diminutas se percibe el cuidado que Dios ha dado a los detalles. Considere al diminuto jején que tanto molesta al volar alrededor de la cabeza de uno o a la nigua casi invisible que tanto irrita la piel. La presencia de éstos en tan grandes números manifiesta que tienen los órganos necesarios para vivir y reproducirse en grandes números. Nada se omitió por descuido, ellos tienen todo lo que es necesario para su subsistencia.

11. ¿Pueden salirse de su lugar las cosas inanimadas y la vida animal inferior? ¿Por qué o por qué no?

¹¹ Bien vale la pena que usemos nuestro tiempo para pensar reflexivamente en el poder que ha demostrado Jehová al causar la creación de tantas cosas, y aunque ascienden a millones de millones él ha hecho arreglos para que permanezcan en sus lugares respectivos y apropiados. Las cosas inanimadas son gobernadas por diversas leyes naturales—como la ley de gravedad, la ley de la fuerza centrífuga, etc. Las cosas vivientes están limitadas por las leyes de “género.” Es imposible el que alguna cosa viviente se cruce con otro “género” familia y haga alguna cosa nueva y cree un nuevo lugar que Jehová no proveyó. Aun con los esfuerzos del hombre por métodos de provocación de efectos y de forzamiento de resultados con todos sus laboratorios con rayos X, rayos violados, condiciones antisépticas, etc., jamás se han formado o creado nuevos “géneros” y todas las cosas continúan en los lugares que Jehová hizo para ellas. Algunos creen que la mula es una excepción a la declaración anterior, pero la mula no es un género familia en sí misma, ya que no puede reproducirse. Las mulas, dejadas solas con bastante buen alimento y agua, se extinguirían al fin. Cualquiera de los verdaderos “géneros” de vida continúa viviendo sin cesar si tiene suficiente alimento y agua.

EL PRIMERO QUE ABANDONÓ SU LUGAR

12. ¿Qué hay de los ángeles?

¹² Aun los ángeles en el cielo tienen cierto lugar que Dios les ha hecho y proporcionado. Ellos, claro está, no están limitados por las mismas leyes que limitan a las formas inferiores de la creación tales como las cosas inanimadas y como las plantas y los animales. Sin embargo, se entiende que han de permanecer en sus debidos lugares y el que abandonen dichos lugares es acompañado de resultados desastrosos. Las Escrituras nos dicen de un ángel, un querubín, que abandonó su asignación, y de los resultados. Es el ángel que fué asignado como superintendente en el jardín del Edén y se hizo infiel a su asignación, llegando a ser Satanás el Diablo. El relato menciona su gran sabiduría y perfección originales y cómo fué colocado en cierto puesto como parte de la organización de Jehová. “¡Tú eres el sello de perfección, lleno de sabiduría, y consumado en hermosura! En el Edén, jardín de Dios, estabas; de toda piedra preciosa era tu vestidura: . . . Eras el querubín ungido que cubrías . . . yo te constituí para esto; en el santo monte de Dios estabas; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que la iniquidad fué hallada en ti. A causa de la abundancia de tu tráfico, llenaron tus calles de violencia, y tú has pecado; por tanto yo te degrado, echándote del monte de Dios; y te destruyo, ¡oh querubín que cubres con tus alas! y te echo de en medio de las piedras de fuego.” (Eze. 28:11-16) La información muestra muy específicamente que este ángel fué asignado a cierto lugar en la organización de Dios y al desobedecer las instrucciones que se le dieron para llevar a cabo sus obligaciones fué echado de la organización de Jehová. Algunas organizaciones religiosas tratan de hacer creer a las personas que Satanás no fué echado de la organización de Jehová, sino que sólo tuvo un cambio de asignación, al decir que Satanás ahora es un capataz en un lugar que llaman “un infierno de fuego” y que él usa un traje rojo, lleva una horquilla y atiza el fuego. Sin embargo, lo que la Biblia declara es muy diferente a eso, como se manifiesta en Judas 6 (NM): “Y a los ángeles que no guardaron su posición original sino que abandonaron su respectivo lugar de habitación los ha reservado con ataduras eternas bajo densas tinieblas para el juicio del gran día.” El abandonar su lugar significa destrucción y aniquilación completas, ya que no hay lugar en el universo armonioso para la desunión y la desobediencia. Con lenguaje simbólico Juan nos revela este hecho, al escribir acerca de la entera cuadrilla inicua de demonios y todas las personas inicuas, usando los vocablos “cielo” y “tierra” para simbolizarlos: “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él. De delante de él huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos.”—Apo. 20:11, NM.

13. ¿Qué prueba tenemos de que Jehová puede mantener el dominio sobre las cosas?

¹³ Los que piensan que Jehová no puede efectuar la destrucción de un sistema colosal como el que existe ahora tanto en la región de los espíritus como en la región física, deberían considerar un poco el poder que se halla al alcance de él, lo cual debería bastar para cambiar su parecer. Grandes huestes de ángeles han permanecido en su lugar y obedientemente están llevando a cabo la obra asignada a ellos en la organización perfecta de Dios. En visión se le dió a Daniel una indicación tocante al número de éstos. “Millares de millares ministraban delante de él, y millones de millones en su presencia se levantaban.” (Dan. 7:10) Describiendo la hueste que hay en el cielo en la actualidad colocada en orden de batalla contra las fuerzas inicuas, Juan escribe: “Y el número de los ejércitos de caballería era doscientos mil millares: yo oí el número de ellos.” (Apo. 9:16, NM) El poder de dichas huestes puede apreciarse cuando leemos acerca de la actividad de un solo ángel que Jehová usó para destruir a 185,000 soldados humanos durante una sola noche. (2 Rey. 19:35) Una bomba atómica puede destruir más de 60,000 personas en una fracción de segundo. Pero una vez que explota la bomba, su energía queda gastada por completo. Los ángeles pueden repetir la acción de destrucción cuantas veces sea necesario. El multiplicar este poder por miles de millares y considerarlo como un poder continuo hace que uno llegue enérgicamente a la conclusión de que el poder del hombre ni siquiera puede compararse al poder de Dios.

14. La confianza en el poder de Jehová hace que uno tenga ¿qué clase de actitud hacia los inicuos?

¹⁴ El apreciar esto y el hecho de que Dios sabe lo que está pasando y no pasa por alto ni se le escapa nada le ayudará al cristiano a no preocuparse demasiado concerniente a los inicuos. Casi todo el género humano, semejante a muchos de los ángeles, ha abandonado el lugar que Jehová le ha asignado, rehusando tercamente obedecer Su consejo. Los miles y miles de vidas que se dan en los campos de batalla, los miles de millones de dólares que se gastan en equipo, y los tremendos esfuerzos que hace la humanidad hoy día son todos en vano en cuanto a extirpar la maldad. En vez de extirparla, la entera sociedad del hombre está progresando constantemente hacia abajo en su proceder terco, segando su inicua cosecha de avaricia, egoísmo, delincuencia, peculado, corrupción, desobediencia, improbidad, etc. El hombre de Dios no se excita indebidamente por las actividades de estas personas inicuas y orgullosas ni inventa en su mente lugares de tormento eterno después de esta vida como castigo para los inicuos. No, sino que se da cuenta de que Dios está capacitado para hacerle frente a la situación, y espera hasta que él actúe y no se impacienta. “No te enojes a causa de los malhechores, ni tengas envidia a los obradores de iniquidad: porque como pasto serán presto cortados, y como la hierba verde se secarán. Confía calladamente en Jehová, y espérale con paciencia; no te enojes a causa de aquel que prospera en su camino, a causa del hombre que practica inicuas intrigas. Déjate de la ira y deja el rencor; no te enojes solamente para hacer mal a ti mismo: porque los malhechores serán cortados; pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Porque todavía un poco, y el malo no será; y examinarás con diligencia su lugar, y él no estará allí. Maquina el malo contra el justo, y cruje sobre él sus dientes. El Señor se reirá de él, porque ve que va llegando su día.” (Sal. 37:1, 2, 7-10, 12, 13) El hombre imperfecto, al tratar de extirpar el mal, comete mal él mismo. Los que esperan a Jehová confían y saben que él se encargará de los inicuos, no dejándoles absolutamente ningún lugar donde existir en parte alguna de su vasto y glorioso universo.

GUÍA PARA MANTENERNOS EN NUESTRO LUGAR

15. ¿Cómo puede saber el hombre dónde es su debido lugar?

¹⁵ Esta limpieza que Dios ha prometido efectuar hace que hombres y mujeres inteligentes y de corazón honrado estén ansiosos de aprender dónde se halla su lugar a la vista de Jehová. ¿Tiene Dios leyes naturales para limitarlos a cierto lugar? ¿Se obliga al hombre a permanecer en su lugar? ¿Nos dicen las Escrituras dónde está el lugar del hombre y cómo entrar en él y permanecer en él? David expresó la verdad sobre el asunto y nos muestra que es posible una relación entre el hombre y su Creador y que el que el hombre entre en relación significa un lugar seguro para él con protección y liberación. “Tú eres mi escondedero; de la angustia me guardarás: con cánticos de liberación me rodearás. (Pausa.)” (Sal. 32:7) Al expresarse el hombre y decir que reconoce su dependencia en Jehová, como se muestra en este salmo, Jehová le contesta en los dos versículos siguientes y muestra exactamente qué arreglos ha hecho para poner al hombre en su lugar y para que el hombre se mantenga en su lugar. “Te instruiré y te enseñaré en el camino que has de seguir: te aconsejaré con mis ojos puestos en ti. No seas como el caballo, o como el mulo, que no tienen entendimiento; cuyos jaeces tienen que ser bocado y freno para refrenarlos, de otro modo no se te acercan.”—Sal. 32:8, 9, AN.

16. ¿Por qué usa Dios para guiar al hombre medios diferentes a los que usa para guiar a los animales?

¹⁶ En estos dos versículos se hace claro que Jehová conoce a sus criaturas y sabe qué usar para mantenerlas en sus debidos lugares. Para el hombre que fué creado con un maravilloso cerebro, muy superior al de cualquier animal, el intelecto es la parte del hombre que necesita guía y el intelecto del hombre es lo que lo dirige. Por lo tanto Dios no suministró la misma clase de límites para el hombre que suministró para la creación inferior, sino que suministró consejo para él. Por eso en muchos lugares de las Escrituras hombres de entendimiento hablaron del valor de la Palabra escrita de Dios como guía para ellos y como una luz para su senda. Por eso, en los versículos supracitados del Salmo 32, Jehová contrasta los medios que se usan para guiar al hombre con los medios que se usan para guiar a un caballo o un mulo. Dado que el caballo o mulo tiene un cerebro muy inferior hay que guiarlo por medios físicos—bocado y freno—a lugares donde se desee que vaya. El hombre, entonces, no debería esperar que Dios le suministrara la misma cosa a él, pues con certeza absoluta Dios sabe que el hombre fué creado en un nivel mucho más alto y puede ser dirigido de un modo superior. Por lo tanto, se aconseja al hombre que no sea como un caballo o un mulo. Jehová no obliga o arrea al hombre para que haga ciertas cosas. Él usa el modo apropiado—él da consejo que el hombre puede adquirir por medio de sus ojos leyendo y por medio de sus oídos oyendo y almacenarlo en su mente y luego usar la información para dirigir sus pasos y gobernar sus acciones.

17. ¿Cuán importante hace esto a la Biblia?

¹⁷ Esto claramente da mucho énfasis a la importancia de la Biblia. Es lo que Dios ha provisto para ayudarnos a saber qué hacer y cómo hacerlo, de modo que no sólo podamos agradarle sino también entrar en un lugar que esté en armonía completa con el funcionamiento de todo el universo. Es una provisión que hará posible que la humanidad obediente vuelva a entrar en la relación con Jehová que fué puesta ante Adán. Si él hubiera sido obediente a las instrucciones de Dios, pudiera haber continuado viviendo aun hasta nuestro día y a través de nuestro día. De modo que si una persona acepta el consejo de Jehová hoy día, puede esperar el don inmerecido de la vida eterna.

18. ¿Cómo muestra uno que se halla en su debido lugar?

¹⁸ Sí, el debido lugar del hombre es el de adorar a Dios con espíritu y verdad. Esto no puede hacerse como algunos tratan de hacerlo, haciéndose ermitaños y monjes y aislándose. Más bien el gran Modelo, Cristo Jesús, nos demostró que el hombre adora a Dios de la debida manera al proclamar públicamente los propósitos de Dios y sus cualidades y sus características a otras criaturas humanas. Jesús aconsejó a todos sus discípulos que estuvieran ocupados proclamando el mensaje del Reino. Él mostró su fidelidad al proceder él mismo así, aunque fué muerto a causa de ello. El adorar a Dios es un rasgo necesario en la vida cotidiana del hombre. Y es necesario mientras viva el hombre. “¡Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre por los siglos y eternamente!” (Sal. 145:2) Por lo tanto el hombre debe aceptar este consejo ahora y no rehusarlo o rebelarse como una mula terca sino obedecer como una criatura humana inteligente. Debe procurar saber cómo adorar a Dios y acudir a él como a un escondedero y lugar de liberación.

EL LUGAR DE UNO EN LA SOCIEDAD DEL NUEVO MUNDO

19. ¿Con qué sociedad es correcto asociarse, y cómo la afectará el Armagedón? ¿Por qué?

¹⁹ Los que ahora se asocian con la sociedad del Nuevo Mundo están haciendo justamente eso. Saben que la sociedad del Nuevo Mundo ha aceptado la Palabra de Dios como su guía y está siguiendo una senda que es aclarada en esa Palabra. Ellos saben que éste es el lugar donde ellos deben estar y que la amonestación que se encuentra en la Biblia acerca de la destrucción de los inicuos sin que se les deje lugar alguno no aplica a la sociedad del Nuevo Mundo. La batalla del Armagedón que destruirá a los inicuos y los removerá no cambiará nada respecto a la sociedad del Nuevo Mundo, porque ella ha entrado voluntariamente en su debido lugar y no merece la destrucción. Ni siquiera cambiará la necesidad de continuar predicando, ya que será necesario alabar por toda la eternidad el nombre de Dios por medio de la conversación. Sin embargo, no quedará ningún inicuo con quien conversar, sino que habrá niños a quienes enseñar y al debido tiempo a los millones de personas que serán levantadas del sepulcro por medio de la resurrección.

20. ¿Por qué podemos esperar que requiera esfuerzo el encontrar y mantener nuestro debido lugar?

²⁰ Ciertamente es consejo prudente ahora instar a todos a seguir el consejo teocrático. Halle usted su lugar y permanezca en él. Trabaje con la sociedad del Nuevo Mundo ahora y tal vez pueda trabajar con la sociedad del Nuevo Mundo después del Armagedón. Requiere esfuerzo el buscar y seguir el consejo teocrático. Usted tendrá que hacer sacrificios. El que lo haga es un mandamiento de Dios. “Mediante esto hemos venido a conocer el amor, porque aquél [el Hijo de Dios, Jesús] entregó su alma por nosotros; y nosotros estamos obligados a entregar nuestras almas por nuestros hermanos.” (1 Juan 3:16, NM) Manifestaremos este amor e interés que correctamente les tenemos a nuestros hermanos humanos diciendo a todo el que escuche lo necesario que es que alaben y adoren a Dios. Realmente no hay lugar fuera de la sociedad del Nuevo Mundo para el pueblo de Jehová. Tales lugares exteriores son para otra gente, una gente terca que busca lugares de habitación según su propia manera de pensar; una gente que pronto sentirá los resultados de rehusar obedecer a Dios.

21. Mencione algunos de los requisitos que han de llenar los cristianos para estar en sus debidos lugares. ¿Cuál debe ser nuestra actitud para con estos requisitos?

²¹ Todos los que ahora se asocian con la sociedad del Nuevo Mundo deben apreciar su lugar de favor y adherirse tenazmente a él. Muchos tienen puestos de responsabilidades y todos tienen puestos de servicio en conexión con la sociedad del Nuevo Mundo. A fin de mantener el lugar que tenemos en ella nos es preciso ser diligentes en seguir el consejo que nos dan los escritores inspirados de la Biblia. El proceder del cristiano verdadero es muy diferente al proceder de la gente asociada con el sistema del viejo mundo y él tiene que mantenerse en este proceder diferente para retener un lugar permanente. El apóstol Pablo menciona muchos de los requisitos que han de llenar los superintendentes en particular y que ha de llenar todo cristiano verdadero en general: “El superintendente por lo tanto debe ser irreprensible, el esposo de una sola mujer, moderado en los hábitos, de juicio sano, ordenado, amador de los extranjeros, capacitado para enseñar, no un pendenciero ebrio, no un golpeador, sino razonable, no belicoso, no amador del dinero, un hombre que gobierne a su propia casa de una manera correcta, teniendo sus hijos en sujeción con toda seriedad; (si algún hombre no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la congregación de Dios?) no un hombre recientemente convertido, por temor de que se hinche con orgullo y caiga en el juicio pronunciado contra el Diablo. Además, también debe tener un testimonio favorable de personas de afuera, para que no caiga en vituperio y en una trampa del Diablo.” (1 Tim. 3:2-7, NM) Los que tienen puestos de responsabilidades y son representantes especiales de la sociedad del Nuevo Mundo deben esforzarse por llevar a cabo todo el consejo que Pablo menciona aquí y el consejo que se da a través de toda la Biblia. Jehová hizo que fuera registrado y conservado con el mismísimo propósito de ayudarnos a tomar nuestro debido lugar en cualquier puesto que sirvamos. Uno no debe tratar de evadir los deberes que le sobrevienen al cristiano, tratando así de salirse de su lugar, sino que debe estar ansioso de aceptar las responsabilidades y ser diligente en cumplir con ellas.

22. ¿Qué consejo da la Biblia para las mujeres? ¿Cómo sabemos que aun los que están en el mundo reconocen que es correcto que el hombre tenga la jefatura sobre la mujer?

²² Las Escrituras dan considerable atención también al asunto del debido lugar de las mujeres en las congregaciones. Al escribir a Tito, Pablo declaró: “Que las mujeres ancianas sean reverentes en su comportamiento, no calumniosas, ni esclavizadas a mucho vino, maestras de lo que es bueno, para que puedan hacer cobrar su sentido a las mujeres jóvenes para que amen a sus esposos, amen a sus hijos, sean de juicio sano, castas, trabajadoras en la casa, buenas, sometiéndose a sus propios esposos, para que no se hable ofensivamente de la palabra de Dios.” (Tito 2:3-5, NM) Hoy día las mujeres de la sociedad del viejo mundo frecuentemente no pueden apreciar esta actitud. Muchas creen que dicha manera de obrar estorbaría sus derechos. Pero éste es un arreglo hecho por Jehová Dios, y las mujeres se hallan en su debido lugar sólo cuando se someten a sus esposos. Aunque hay algunas personas que dicen que no creen que las mujeres deben someterse a sus esposos, no obstante los comentarios generales que se hacen acerca de la casa donde la mujer manda en vez del hombre manifiestan que todos aprecian lo correcto que son los arreglos de Dios. En tal casa, del hombre frecuentemente se dice que él “no lleva los pantalones,” que es un “debilucho” y tal vez se diga de la mujer que es una “mandona.” Las mujeres de la sociedad del Nuevo Mundo estarán ansiosas de agradar a Dios observando el arreglo de Jehová en cuanto a su colocación y no tratarán de dirigir las cosas en la congregación, ni tratarán de hacerse cargo de los deberes de su esposo. Eso significaría que ellas tratan de hacerse hombres a la vista de Dios, dejando así su lugar debido. Siguiendo con un argumento semejante, el hombre de la sociedad del Nuevo Mundo será diligente en cuanto a ocupar el lugar del hombre y no tratará de dar a su esposa cosas que hacer que legítimamente son de él y no dependerá de su esposa dejando que ella dirija los pensamientos y actividades de él. Así evitará el salirse del lugar asignado al hombre y hacerse una mujer a la vista de Dios.

23. Declare otras razones por las que todos deberían estar completamente en su lugar.

²³ El hombre o mujer que ha emprendido el ministerio y ha observado todo el consejo de Dios y que voluntariamente entra en su debido lugar llega a ser embajador de Cristo y está bien capacitado para instar a otros a reconciliarse con Dios por medio de entrar en su debido lugar. El ministerio es la manera que Dios está usando para capacitar a multitudes de personas a aprender a agradar a Dios de la manera correcta. “Somos por lo tanto embajadores substituyendo por Cristo, como si Dios estuviera haciendo súplica mediante nosotros. Como substitutos por Cristo rogamos: ‘Reconcíliense con Dios.’” (2 Cor. 5:20, NM) Fácilmente se ve que el que uno se humille y esté exactamente en su debido lugar es sumamente importante para el buen éxito de su ministerio y la resultante obtención de vida eterna no sólo por otros a quienes uno predique sino también por uno mismo.

24. ¿Por qué es que algunos hallan difícil el aceptar el arreglo de Jehová?

²⁴ Esto les es difícil hacerlo a muchas personas a causa del prestigio que puedan tener en este viejo mundo. Quizás una persona sea demasiado orgullosa para llevar el mensaje de vida de Dios de puerta en puerta. Quizás tema que algunos de sus socios comerciales y amigos lo vean. Alguien pudiera pensar que debe tener un puesto elevado donde todo lo que haga sea hablar desde la plataforma pública y dar instrucciones a grupos grandes. Tal vez una mujer haya sido una persona consagrada al auxilio social por muchos años y haya estado acostumbrada a tener la superintendencia sobre muchas personas—hombres y mujeres. Al entrar en la sociedad del Nuevo Mundo tal vez halle difícil someterse a la superintendencia de los hombres. Tal vez crea que a causa de sus habilidades deba hacerse una excepción para que ella continúe en un trabajo de dirigir a otros. Algunos hombres pueden tener puestos seglares en los cuales dirigen las actividades, y esto con buen éxito, de docenas o cientos de otros hombres. Cuando entran en la sociedad del Nuevo Mundo puede que hallen difícil o tal vez no quieran de buena gana someterse a la superintendencia de un hombre cuyas facultades directivas son inferiores a las suyas. Son muchas las condiciones a las cuales las personas tienen que hacer frente que tienden a servirles de estorbo de manera que no puedan entrar en un lugar adecuado en el perfecto arreglo de cosas de Dios.

DIOS SE ADHIERE A LAS ASIGNACIONES QUE HACE

25. ¿Qué ejemplo en la Biblia muestra que Dios no cambia lo que ha provisto a causa de que alguien quiera tener algo diferente?

²⁵ Pero Jehová no va a cambiar su organización a causa del hombre o la mujer. Nos toca a nosotros cambiar si queremos quedar bien en la organización de Dios. Hay registrado para nuestro provecho un relato en que un militar poderoso de la antigüedad deseó sacar partido de una provisión de Jehová. Se airó mucho cuando no se hizo provisión especial para él a causa de su puesto encumbrado. El hombre fué Naamán, un capitán del ejército de Siria. “Y Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era un grande hombre para con su señor, y en alta estimación; pues que por su medio Jehová había salvado la Siria; y este hombre era guerrero esforzado; mas era leproso. Y los Siros habían salido en guerrillas, y habían traído cautiva de la tierra de Israel una jovencita, la cual asistía á la mujer de Naamán. Y dijo un día a su señora: ¡Ojalá que mi amo se presentara delante del profeta que hay en Samaria! pues él le sanaría de su lepra.” (2 Rey. 5:1-3) Esta información pronto llegó a la atención del rey de Siria y con típico estilo ostentoso el rey escribió una carta al rey de Israel solicitando los servicios del profeta para sanar a Naamán, enviando diez talentos de plata y seis mil monedas de oro y diez mudas de ropa. Se hicieron arreglos y Naamán se presentó ante la puerta de la casa de Eliseo el profeta, acompañado de un conjunto de caballos y carros como se acostumbraba. Pero cuando Eliseo ni siquiera se molestó en salir hasta la puerta y no hizo ostentación o una alharaca por Naamán sino que sólo le envió un mensajero y le dijo que se lavara en el río Jordán, Naamán se enfureció y se alejó encolerizado, declarando que las aguas de los ríos en su país natal eran mucho mejores que el agua del Jordán. Así dice el relato: “Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Anda, lávate siete veces en el Jordán, y se volverá sana tu carne, y serás limpio. Mas Naamán estalló en ira, y se fué, diciendo: ¡He aquí que yo pensaba que seguramente él hubiera salido a recibirme, y que, puesto de pie, hubiera invocado el nombre de Jehová su Dios; y que pasando su mano sobre la parte llagada, sanaría la lepra! Por ventura Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podré lavarme en ellos y ser limpio? Por lo cual volvió su rostro y se fué, ardiendo en ira.” (2 Rey. 5:10-12) Uno de sus siervos se acercó a él y lo calmó, haciéndole notar que si Eliseo le hubiera pedido que hiciera alguna cosa grande gozosamente la hubiera hecho; entonces por qué no hacer esta cosa pequeña. Cuando Naamán hizo exactamente como Eliseo le había dicho, quedó curado completamente de su lepra.

26. ¿Qué provisiones tenemos hoy día?

²⁶ El poderoso militar tuvo que cambiar, y no Dios. Jehová tenía un modo de hacer lo que se proponía y no iba a cambiarlo simplemente por el egoísmo de un hombre insignificante. Y así sucede con los tratos de Jehová con el género humano hoy día. Jehová ha hecho provisiones maravillosas—el sacrificio de rescate, una organización teocrática con una clase del “esclavo fiel y discreto,” una revelación tras otra de sus verdades reveladas a su pueblo, etc.—todas dando a la persona humilde y honrada una esperanza con base segura de recibir hoy día una curación espiritual que conduce a la vida eterna. (Mat. 24:45-47, NM) Él no hará provisiones especiales para alguna persona que piense que es diferente o mejor que otras; él no va a escoger a algún individuo y darle revelaciones especiales o un derramamiento adicional del espíritu, sino que está tratando con la gente como grupo a la manera de organización, dando copioso consejo en su Palabra, la Biblia, sobre cómo ha de trabajar junto el grupo. El crecimiento de la organización y su prosperidad espiritual hoy día es prueba visible de la veracidad de esto. Hoy, cientos de miles de personas aprecian esto y están aceptando las provisiones que Jehová ha hecho y esperan bendiciones adicionales de su reino, así como la gente que conoció a Jehová a través de los siglos esperaba el Reino y sus bendiciones concomitantes.

27. ¿Qué cosa singular han esperado todos los siervos de Dios? ¿En qué clase de camino resulta esto para todos los siervos?

²⁷ El justo Abel lo esperó. Asimismo Enoc, Noé, Abrahán, Isaac, Jacob, José, Moisés, Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas. (Heb. 11:1-40) Jesús nos enseñó a orar por él y buscarlo. (Mat. 6:9, 10, 33) Los apóstoles y discípulos de Jesús creyeron en él y lo esperaron, y asimismo multitudes de personas hoy día. Y Jehová no ha decepcionado a ninguna persona fiel. Él no ha cambiado este gran propósito suyo de hacer que el universo sea gobernado por el reino justo, sino que constantemente ha efectuado a través de miles de años los detalles para dicho arreglo. Así las personas han podido adorar a Dios y saber qué esperar y no han tenido que sufrir desilusión y cambiar sus esperanzas. La Palabra de Dios ha sido una ‘lámpara a sus pies, y una luz a su camino.’ (Sal. 119:105) Andando de la manera que Jehová dirige, han hallado que sus pies están en un lugar seguro y llano.

28. ¿Qué clase de camino tienen en que andar los que no confían en Jehová?

²⁸ En contraste con esto, las personas que no han acudido a Jehová por consejo, sino que han acudido a los grandes en los sistemas de este viejo mundo, constantemente han sido desilusionadas y les han fallado sus esperanzas a medida que un plan tras otro, un pacto tras otro, un rey tras otro, han fracasado, no pudiendo traerles satisfacción verdadera, y siempre los han dejado con muchas dificultades y problemas, muchos de los cuales no parecen tener solución. Sus pies están en una senda que está llena de trampas, una senda muy escabrosa con ningún fin seguro en mira.

29. ¿Qué puede uno decir acerca de un lugar en las congregaciones de Jehová?

²⁹ Debe ser claro, entonces, que no son las cosas grandes y populares a la vista de este viejo mundo las que son mejores para el hombre, sino que lo mejor es el arreglo que Jehová ha hecho. Por más humilde que pueda parecer un lugar dentro de las congregaciones del pueblo de Jehová, es el lugar de seguridad y valor verdaderos. Es el lugar que el cristiano debe buscar, entrar en él y luego mantenerse en ese lugar. Esto él lo hará si tiene el aprecio del salmista: “Jehová, he amado la Casa donde tú habitas, y el lugar de la morada de tu gloria. ¡No arrebates mi alma con los pecadores, ni mi vida con los hombres sanguinarios! en cuyas manos está el crimen, y su diestra está llena de cohechos. Empero yo andaré en mi integridad; ¡redímeme y ten misericordia de mí! Mi pie está asentado en un campo [lugar, AN] llano; en las congregaciones bendeciré a Jehová.”—Sal. 26:8-12.