Cómo aplican a su vida los principios de la Biblia
¡El libro más vital de todo tiempo! ¿Qué, realmente, sabe usted acerca de él? ¿Cómo hará a usted genuinamente más feliz, más saludable, más contento? ¿Qué, realmente, significa para usted? Este artículo presenta la respuesta clara y sencilla.
¿CREE usted que los principios de la Biblia realmente aplican hoy en día, que son una guía segura para su vida? Algunas personas admiten que no creen que estos principios sean prácticos. Otras personas, aunque no dicen esto, muestran por su manera de obrar que no creen que tales principios apliquen ahora. Pero permítanos asegurarle a usted que los principios de la Biblia realmente dan resultado, que ellos harán su vida más saludable, más feliz, más larga y más agradable.
Por ejemplo, se pudiera eliminar la delincuencia si se siguieran los principios de la Biblia acerca de la crianza de hijos. Pueden evitarse los divorcios y hogares destrozados si se siguen sus principios acerca de la vida familiar. Los sentimientos de ansiedad, hostilidad, inferioridad, envidia, etc., pueden vencerse por medio de seguir sus instrucciones. Aun más, las diferencias religiosas se anulan cuando ambas partes realmente aceptan la Biblia. Estos son asuntos prácticos; tienen que ver con la vida cotidiana de usted. Pero son sólo el principio de la información que la Biblia tiene para usted. Esa otra información se considerará en este artículo después que hayamos visto cómo los principios de la Biblia realmente mejorarán su vida diaria.
VIDA FAMILIAR, ENTRENAMIENTO DE NIÑOS, LA MORAL
Las instrucciones que la Biblia da acerca de la vida familiar son directas, sencillas y claras. Cualquiera puede entenderlas y aplicarlas. No se fije en la parte que aplica a los demás miembros de la familia, sino en la parte que le aplica a usted. Aplíquela, y su vida familiar será mucho más feliz: “Esposas, estén sujetas a sus esposos, como es propio en el Señor. Esposos, continúen amando a sus esposas y no se enojen severamente con ellas. Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es grato en el Señor. Padres, no estén exasperando a sus hijos, para que no se descorazonen.” (Col. 3:18-21, NM) ¿Dice usted que no hay por qué usted debiera aplicar esta instrucción a su vida porque los demás de la familia no lo hacen? Entonces recuerde, la parte que les toca a ellos no es responsabilidad suya; es suya la parte que le toca a usted. ¿Cambiaría la actitud del resto de la familia si la de usted cambiara? ¿Está usted poniendo el ejemplo correcto, o el erróneo? El seguir esta instrucción correcta que pone todas las cosas en su debido orden vencerá el espíritu de contradicción y reducirá las disensiones personales en la familia. Ensáyelo; ¡realmente da resultado!
¿Las instrucciones acerca de la crianza de hijos? Es la responsabilidad de los padres el entrenar a los hijos en el camino correcto. “Entrene al niño en el camino que debe seguir; y aun cuando sea viejo, no se apartará de él.” Hay que ejercer la debida autoridad paternal: “No le niegues al muchacho la corrección; pues si le castigas con la vara, no morirá. Tú le castigarás con la vara, y librarás su alma del infierno [seol, BC].” Sin embargo, esto nunca debe hacerse en ira, sólo para aliviar las emociones de los padres, sino que el castigo debiera ser temperado con misericordia, justicia y amor, y no debe haber contradicción en él, así como Jehová atempera su disciplina con misericordia, justicia y amor y nunca se contradice a sí mismo. Para los padres que personalmente ponen el ejemplo correcto, y que cumplen propiamente con esta obligación, la delincuencia no es problema.—Pro. 22:6, UTA; 23:13, 14.
¿Qué hay acerca de la moral de los adultos y el crimen creciente que llena nuestras prisiones hasta rebosar? Si se siguiera un solo mandato: “Debes amar a tu prójimo como a ti mismo,” esto solucionaría todo el problema. ¿Que no sigue la gente ese mandato? Entonces sus líderes religiosos han dejado de enseñarle la verdadera importancia de seguir tales principios hoy en día, como muestra el artículo anterior. Los verdaderos cristianos realmente siguen esa instrucción. Además, ellos recuerdan las instrucciones de Pablo a los corintios: “¡Qué! ¿No saben que las personas injustas no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que son mantenidos para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, ni personas codiciosas, ni borrachos, ni vilipendiadores, ni opresores heredarán el reino de Dios. Y sin embargo, eso es lo que algunos de ustedes eran.” Sí, cualquier modo de ser anterior puede cambiarse a la alta norma que la Biblia impone. Y si uno quiere ser cristiano verdadero tiene que conformarse a esos elevados principios.—Mat. 19:19; 1 Cor. 6:9-11, NM.
Los testigos de Jehová hoy son un testimonio vivo al hecho de que los principios bíblicos realmente son prácticos en esta segunda mitad del siglo veinte. El gozo, orden y cooperación altruísta que se manifiestan en las asambleas de esta gente provocan muchos comentarios. En armonía con los principios de la Biblia no hay desigualdades sociales, prejuicios raciales o nacionalismo, sino que el amor ha reemplazado a éstos. Se reconoce que todos los hombres que sirven a Dios son iguales. “No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón ni hembra; porque todos ustedes son uno en unión con Cristo Jesús.” No queda lugar para odios raciales, desigualdades sociales o nacionalismo entre gente de esta clase. Los principios bíblicos han vencido esos problemas.—Gál. 3:28, NM.
TRASTORNOS EMOCIONALES
¿Es un problema la ansiedad? Entonces practique el amor, amor hacia Dios y amor hacia su prójimo. “Practiquen el dar, y la gente les dará a ustedes. Derramarán en sus regazos una medida fina, apretada, remecida y rebosante. Porque con la medida que ustedes están midiendo, ellos a su vez les medirán a ustedes.” Recuerde, también, el consejo de Jesús: “Dejen de estar ansiosos en cuanto a sus almas respecto a lo que comerán, o en cuanto a sus cuerpos respecto a lo que llevarán puesto. ¿Quién de entre ustedes por medio de estar ansioso puede añadir un codo a la duración de su vida? Pues, si no pueden ustedes hacer la más mínima cosa, ¿por qué están ansiosos de las cosas que quedan?” Y, como Pablo señaló, Jehová ha prometido a sus siervos: “De ninguna manera te dejaré ni te abandonaré.” Así que, para el verdadero cristiano, la ansiedad no debiera ser ningún problema.—Luc. 6:38; 12:22, 25, 26; Heb. 13:5, NM.
¿Es hostil usted, y abriga odio personal hacia otros? Entonces siga la instrucción: “No se ponga el sol mientras estén ustedes en un estado irritado.” ¿Se siente inferior? Entonces recuerde: “Dios escogió a los que son pobres respecto al mundo para ser ricos en fe y herederos del reino que él prometió a los que lo aman, ¿no es verdad?” ¿Envidia usted a otros? Entonces recuerde que todo lo que tenemos que sea de verdadero valor viene de Dios, y si tenemos su favor tenemos la cosa más importante. Y recuerde, también, que el antídoto de la envidia es la generosidad, el amar uno a su prójimo como a sí mismo. “El amor es sufrido y servicial. El amor no es celoso, no se jacta, no se hincha, no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se irrita. No lleva cuenta del daño.” ¡Cuántos problemas del día presente solucionaría el amor!—Efe. 4:26; Sant. 2:5; 1 Cor. 13:4, 5, NM.
Tal amor no deja lugar para la hostilidad, inferioridad o envidia, y el remover estas cosas de la mente no sólo mejora la salud mental de usted sino también la física, porque la mente tiene un gran efecto sobre el bienestar del cuerpo. Por lo tanto, es verdad que “el hombre generoso será enriquecido, y el que riega será él mismo regado.” Y, “El hombre bondadoso se beneficia a sí mismo.”—Pro. 11:25, 17, Norm. Rev.
¿POR QUÉ APLICAR TALES PRINCIPIOS?
“¿Pero por qué debo yo practicar estos principios cuando otras personas no lo hacen?” “¿Por qué debo yo mostrarles amor a personas que me odian?” “¿Por qué debo yo ser honrado con personas que roban?” “¿Por qué debo yo dedicar tiempo a ayudar a gente que nunca me ayuda a mí?” Estas son preguntas comunes. Pero ¿por qué no hacer estas cosas? ¿Por qué restringir su propia felicidad solamente porque otros desperdician la de ellos? ¿Por qué seguir el mal ejemplo de ellos en vez de dejar que ellos vean el buen ejemplo suyo? No proceda de una manera avarienta que aumente su propia desdicha sólo porque quiere vengarse del mundo. Usted puede evitar eso si procede de la manera correcta que Jesús señaló: “Ustedes fueron llamados a este curso, porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un modelo para que siguieran cuidadosamente sus pisadas. Él no cometió pecado, ni engaño se halló en su boca. Cuando él estuvo siendo vilipendiado, él no recurrió a vilipendiar a su vez. Cuando él estuvo sufriendo, él no recurrió a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga justamente.” ¿Puede usted hallar una mejor manera de obrar que ésa? ¿Es usted realmente más feliz cuando trata de proceder de otra manera? Entonces muestre la fuerza, determinación e integridad necesarias para seguir los principios bíblicos sanos y dadores de vida que se han expuesto aquí.—1 Ped. 2:21-23, NM.
El servir a Dios quizás no siempre resulte ser la manera de proceder más provechosa financiera o socialmente, pero es mejor aun sufrir una pérdida material que perder el favor de Dios y la vida eterna. Cierto es que tendremos una vida más contenta en la actualidad, pero lo de mayor importancia es el beneficio espiritual que la Biblia nos provee. Nos es esencial el modo correcto de pensar. No nos es esencial el formalismo religioso—el encender velas, contar cuentas, ayunar, cantar o sólo asistir a un sermón dominical—sino que lo que nos hace falta es una verdadera devoción afectuosa a la justicia. El modo de pensar del mundo es completamente diferente a lo que Dios ha bosquejado en la Biblia. ¿Por qué es verdad esto? Porque Satanás es responsable del modo de pensar del mundo. “El dios de este sistema de cosas ha cegado la mente de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no penetre a través.” Pero usted no está obligado a actuar según los pensamientos erróneos del mundo. Usted puede rechazar los caminos del presente sistema auspiciado por el padre de la desobediencia, Satanás, y proceder de la manera que se delinea en la Palabra del Padre de la vida, Jehová. Para hacer esto usted tiene que conseguir conocimiento correcto de la Palabra de Dios y ‘dejar de amoldarse a este sistema de cosas, mas transformarse rehaciendo su mente, para que pruebe para sí mismo la buena y la aceptable y la completa voluntad de Dios.’—2 Cor. 4:4; Rom. 12:2, NM.
CÓMO PROCEDER
Debemos recordar que mientras que el clero de hoy en día a menudo trata de complacer a casi todo el mundo, la Biblia no trata de complacer a nadie. Cualquiera que desee poner las cosas en su orden propio y complacer a Dios puede seguirla, pero ella no baja al nivel de los que no quieren hacer eso, no importa cuántas de esas personas haya. Este Libro ofrece defensas para el corazón y mente de los hombres que lo acepten. Revela la mente del Creador. Por medio de obtener conocimiento correcto de lo que dice podemos rehacer nuestra mente, poniendo las cosas en el orden apropiado y complaciendo a Dios. El Salmo 119:9 lo expresa muy sencillamente: “¿Cómo podrá el joven mantener puro su sendero? cuidando de él conforme a tu palabra.”
Ahora, con toda probabilidad hay una Biblia en su hogar. En la mayoría de los hogares hay una. Pero el sólo poseerla no es la cosa importante. Hay que saber lo que ella dice, creerla, aplicar sus instrucciones, usarla como guía para su vida. Como Pablo le aconsejó a Timoteo, hay que ser “un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.”—2 Tim. 2:15, NM.
¿Qué es lo que aprende usted de la Palabra de Dios? Primero, usted aprende que hay que aprovecharse del sacrificio rescatador de Cristo, haciendo algo acerca de ello. Leemos que “el Hijo del hombre vino . . . para dar su alma como rescate en cambio por muchos.” Fíjese: no por todos, sino por muchos. Sí, es un don gratuito, pero se necesitan dos personas para que se haga una dádiva, uno que dé y uno que reciba. Para aceptar el rescate es preciso que usted tome una acción positiva, aprovechándose de sus provisiones. Usted tiene que reconocer a Jehová Dios como el Gobernante Supremo del universo, el Padre del rescatador, aquel de quien “la salvación es,” y usted tiene que obedecer las instrucciones que se contienen en su Palabra. Es por medio de servirle fielmente de este modo que usted muestra apreciación por las provisiones amorosas que él ha hecho.—Mat. 20:28, NM; Sal. 3:8.
Además, usted aprende que ésta no es una acción aislada de su parte, sino que tiene que reunirse fiel y regularmente con el pueblo de Dios, “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos, y tanto más al ver que el día [del fin del viejo mundo] se acerca.” (Heb. 10:25, NM) ¿Dónde puede usted reunirse con esta clase de personas para estudiar tales cosas? Ciertamente no en la mayoría de las organizaciones de iglesias de hoy en día en las cuales hay personas que han sido miembros por cuarenta o cincuenta años y todavía no pueden explicar las doctrinas elementales del cristianismo. Pero sí se encuentra usted con gente que puede darle tal estímulo, y realmente estudia la Palabra de Dios cuando asiste a las reuniones que se celebran en los más de 14,000 Salones del Reino de los testigos de Jehová a través del mundo.
La tercera cosa que aprende usted cuando estudia la Biblia es que tiene que ser diligente en presentar este mensaje a otros, diciéndoles acerca de las buenas cosas que ha aprendido. En el verdadero cristianismo no hay lugar para la apatía que distingue a la mayoría de las religiones del día de hoy. La persona cuyo corazón realmente se llena de gozo al recibir la verdad se sentirá obligada a hablar. “Porque de la abundancia del corazón habla su boca.” Al cristiano se le manda que declare públicamente estas buenas nuevas, contándolas a otros; de modo que esto se requiere para su propia salvación así como para la salvación de los que le escuchan. “Porque si tú declaras públicamente aquella ‘palabra en tu boca’, que Jesús es el Señor, y si ejerces fe en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.”—Luc. 6:45; Rom. 10:9, NM.
Aprende usted, también, que esta actividad no es simplemente una afición, diversión o pasatiempo casual, sino que es de importancia vital y es un modo permanente de vivir. Es en cumplimiento de una misión tan vital como ésa que, por toda la tierra, los testigos de Jehová van de casa en casa con el mensaje del reino de Dios, visitando a la gente en sus hogares con las buenas nuevas de la Palabra de Dios. Igual que el salmista, ellos dicen: “¡Cantaré a Jehová en toda mi vida; a mi Dios tañeré salmos mientras yo tenga ser!” ¿Puede uno sinceramente decir que es cristiano mientras ofrezca a Dios menos que eso? ¿Cuánto del esfuerzo que usted hace se usa así en ayudar a otros a aprender del camino de Dios?—Sal. 104:33.
EL VALOR DE ESTE SERVICIO
¿Por qué es de tanto valor esta manera de obrar? Primero, trae felicidad y contentamiento ahora. Segundo, y mucho más importante, provee la protección de Jehová a través del tiempo de angustia inminente. Las profecías de la Biblia se refieren al día en que vivimos nosotros. Advierten que éste es el período más decisivo de la tierra, cuando el “fin consumado” del dominio inicuo de Satanás se ha acercado. (Mat. 24:14, NM) La concusión, violencia, inseguridad y preocupación que son tan evidentes hoy en día pronto han de ser abolidas. Cesarán, y serán reemplazadas por condiciones justas. Dios ha prometido: “Voy a crear nuevos cielos y una tierra nueva, y las cosas anteriores no serán recordadas, ni vendrán al pensamiento.” ¿Le gustaría a usted vivir bajo esas condiciones? Entonces siga las instrucciones de la Palabra de Dios y reciba su favor, porque “Dios es nuestro refugio y fortaleza; socorro muy bien experimentado en las angustias. Por tanto no temeremos aunque la tierra sea conmovida, y aunque las montañas se trasladen al centro de los mares.”—Isa. 65:17; Sal. 46:1, 2.
Así que, el seguir los principios de la Biblia mejorará su vida familiar, le ayudará a criar mejores hijos y a tener una mente más tranquila y contenta. Además, verá que el rescate de Cristo hace posible que usted se aproveche de las provisiones de Dios, pero que para aceptar ese rescate usted tiene que obrar de una manera positiva, tiene que reunirse con otros cristianos y participar con ellos en el servicio de Dios. De manera que, estudie la Palabra de Dios, aprenda cómo le es provechosa y qué es lo que se espera de usted. Luego siga los principios sanos de ella y obedezca sus instrucciones justas. ¡Es de vital importancia que lo haga, porque significa su vida misma!