“Originalmente no había distinción entre clero y lego”
● Todos los años muchas iglesias protestantes de los Estados Unidos celebran lo que se llama “Domingo de los legos,” día en que un lego comparte el púlpito con el clérigo. Comentando sobre esta distinción de clero y lego en uno de esos domingos, el Dr. Sockman, entre los clérigos protestantes más eminentes de los Estados Unidos de América del Norte, señaló que “originalmente no había distinción entre clero y lego.” Antes de eso el Dr. Sockman había hecho notar que hacían falta las actividades del lego para suplementar “la eficacia decadente de la predicación clerical.” Instó a los legos a participar en ello por medio de predicar a sus amigos, porque “hay algo desintegrante en oír sin hacer,” el que nuestras emociones sean conmovidas “sin que se actúe” tiende a hacer “blanduzcas” esas emociones. Tiene razón, Dr. Sockman, pero mientras persista la distinción entre clero y lego, y el lego le pague al clero para que le predique a pesar de su ineficacia, será poca la predicación que haga el lego. Dado que al principio no había distinción de clero y lego, ¿por qué no abandonarla y volver a la costumbre apostólica de que todos prediquen y que lo hagan sin remuneración?
¿“Abolir la clase del lego”?
● Como prueba de que es posible que un líder del Trabajo dé buenos consejos a los clérigos se cita lo siguiente: Albert Whitehouse, un oficial del gremio United Steelworkers of America (CIO), fué invitado a discursar en la convención que celebraron en Atlantic City, Nueva Jersey, los bautistas norteamericanos. Él expresó la preocupación que sentía al ver que tantas personas que se unen a una iglesia no se quedan en ella y sugirió: “Tal vez debemos abolir la clase del lego y todos hacernos predicadores de nuestra fe. Debemos mudarnos del edificio de la iglesia y a la comunidad.” ¿Será que el Sr. Whitehouse se ha enterado de que los testigos de Jehová han estado haciendo precisamente eso por muchos años, lo cual en parte explica el aumento notable que han experimentado?