El sionismo no tiene ningún derecho inalienable
● No puede decirse que Arnold J. Toynbee, uno de los historiadores más célebres de la actualidad, tenga fe en la Biblia como la Palabra inspirada de Dios. Él sostiene que los cristianos deben reconocer “todas las religiones elevadas como revelaciones de lo que es bueno y correcto,” y no pretender que sólo la religión de ellos lo es. Por lo tanto es interesante observar como Toynbee, a base de la Biblia, señala las debilidades de la pretensión del sionismo a Palestina. Toynbee acusa a los sionistas “de una importunidad que se aproximó a impiedad en su esfuerzo por quitar de las manos de Dios el cumplimiento de la promesa de Dios de restaurar a Israel a Palestina por la iniciativa propia de Dios.” Señala que a Israel no se le dió ningún derecho inalienable a Palestina, sino que su posesión de esa tierra dependía enteramente del favor de Dios y de la obediencia de Israel a los mandamientos de Dios, y que el sionismo pasa por alto estas condiciones. “Por no tomar en cuenta la voluntad de Dios ni la conducta de Israel, el sionista se apartó del fundamento espiritual que era la única base segura para el derecho de propiedad de los judíos al terreno de la tierra santa,” según dice él. Toynbee hasta dice que la manera más segura en que puede proceder Israel para perder el derecho de propiedad a la tierra santa es que el sionismo se deje llevar por el engaño de que una “concesión [condicional] procedente del Dios Todopoderoso era un derecho de nacimiento inalienable.” (A Study of History, Tomo VIII, página 601) No existe duda de ello, el gran Dador de toda buena dádiva y de todo don perfecto establece sus condiciones: “Si fuereis bien dispuestos y obedientes, de lo mejor de la tierra comeréis; pero si rehusáis y os rebeláis, seréis devorados a espada.”—Isa. 1:19, 20.