Descúbrese el estanque de Gabaón

Es famosa la antigua ciudad de Gabaón debido a uno de los rescates más espectaculares de la historia. Aquí Josué y los israelitas salvaron a los gabaonitas de las fuerzas aliadas de los amorreos. Aquí el Dios del cielo hizo llover grandes piedras de granizo sobre el enemigo e hizo que el sol y la luna se detuvieran para dejar que Josué completara la victoria. También fué en Gabaón que aconteció una batalla entre los siervos de Is-boset, hijo de Saúl, y los siervos de David. La Biblia revela que el encuentro empezó cerca del “estanque de Gabaón.”—2 Sam. 2:12-17.

Hace poco se descubrió este estanque; y después de unos veinticinco siglos, fluye de nuevo. El descubrimiento, hecho por el arqueólogo Jaime B. Pritchard, lo anunció el Museo de la Universidad de Pensilvania. Al buscar la antigua Gabaón el arqueólogo examinó treinta y nueve lugares y por fin escogió como el lugar correcto la aldea árabe de El-Jib en el Reino Hashemita del Jordán, unos trece kilómetros al norte de Jerusalén. Cavó menos de metro y medio debajo de la superficie de El-Jib y halló muros de casas. Después llegó a la orilla de un estanque que medía más de once metros de un extremo al otro.

Los trabajadores removieron los despojos y llegaron a la primera etapa del pozo. Este era un hoyo de diez metros de hondo que tenla una escalera espiral. Entonces los cavadores desenterraron un túnel angosto, con escalones cortados en su ladera, y llegaron a un cuarto ancho donde se sacaba el agua, a unos veinticinco metros debajo de la superficie. Después de quitar más despojos, el agua empezó a fluir otra vez. La restauración del estanque ha revelado uno de los maravillosos logros de ingeniería del mundo antiguo, dijeron las autoridades del museo. Y el descubrimiento del gran pozo, agregaron éstas, corrobora el relato bíblico de que los gabaonitas eran aguadores.