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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1958
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Asambleas memorables del pueblo de Dios

MÁS de quince siglos antes de la era cristiana adoradores de Jehová celebraron una asamblea inolvidable al pie del monte Sinaí. Una muchedumbre de más de dos millones de personas estuvo reunida allí por casi un año. Ante sus ojos asombrados Dios manifestó su presencia de manera sorprendente. “Y al tercer día cuando amaneció sucedió que comenzaron a ocurrir truenos y relámpagos, y una nube espesa sobre el monte y un sonido muy fuerte de trompeta, de modo que toda la gente que estaba en el campamento comenzó a temblar. Entonces Moisés hizo que el pueblo saliera del campamento al encuentro de Dios, y comenzaron a tomar su posición al pie del monte. Y el monte Sinaí humeaba por todas partes, debido al hecho de que Jehová descendió sobre él en fuego, y su humo seguía ascendiendo como el humo de un horno, y todo el monte estaba temblando muchísimo.”—Éxo. 19:16-18.

Esta gran asamblea se destacó no sólo por la manifestación de la presencia de Jehová, sino también por las instrucciones personales que él dió a los reunidos allí. Él se comunicó con ellos y hasta les dió una ley detallada. Esta verdaderamente fué una asamblea sobresaliente.

Muchos siglos después otra reunión memorable se efectuó en Jerusalén. Fué cuando el templo quedó completo y Salomón lo dedicó. Esta fué otra asamblea en la cual Dios manifestó su presencia de manera visible. “La casa misma se llenó con una nube, la misma casa de Jehová, y los sacerdotes ya no pudieron estar para ministrar debido a la nube, porque la gloria de Jehová llenaba la casa del Dios [verdadero].” (2 Cró. 5:13, 14) En esta ocasión inolvidable la reunión duró quince días.

Una asamblea mucho más pequeña, pero sumamente importante, se realizó en 33 d. de J.C. Esta fué la reunión de los discípulos de Cristo en un aposento superior en el día del Pentecostés. Fué durante esta pequeña asamblea que la fuerza activa de Dios se manifestó visiblemente por lo que pareció ser lenguas de fuego. “De repente provino del cielo un ruido exactamente igual al de una brisa impetuosa y fuerte, y llenó toda la casa donde se hallaban sentados. Y lenguas como si fueran de fuego se hicieron visibles y fueron distribuidas a ellos, y una se asentó sobre cada uno de ellos, y todos fueron llenados de espíritu santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, así como el espíritu les estaba concediendo hacer declaraciones.”—Hech. 2:2-4.

Debido al poder milagroso que recibieron les fué posible hablar las buenas nuevas del Rey y el reino de Dios en las lenguas natales de la mucha gente que se había congregado en Jerusalén para la fiesta del Pentecostés. Esta asombrosa manifestación del poder de Dios hizo de esta ocasión una asamblea memorable.

Los adoradores de Jehová Dios en este día moderno también han celebrado asambleas inolvidables, aunque el poder de Dios no se ha manifestado de la manera pavorosa en que se manifestó en las reuniones antiguas. Por ejemplo, se celebró la reunión de nueve días en Cedar Point, Ohío, en 1922. Fué en esta asamblea que el espíritu de Dios puso en movimiento a su pueblo de modo que diera pasos progresivos para efectuar una obra de anunciar al Rey, Cristo Jesús, y el Reino por toda la tierra. Hoy día estas buenas nuevas se están proclamando por más de 700,000 testigos celosos.

La primera asamblea internacional grande de los testigos de Jehová se celebró en Cléveland, Ohío, en 1946. Esta fijó el modelo para las reuniones en masa que el pueblo de Jehová celebraría en el futuro. Fué una muestra sabrosa por anticipado de lo que serían las asambleas inmensas que se celebraron en la ciudad de Nueva York en 1950 y 1953. Las asambleas de Nueva York se destacaron por tener más de 100,000 concurrentes.

Fué en la asamblea de 1950 que los testigos de Jehová experimentaron la gozosa emoción de recibir por primera vez una nueva traducción de las Escrituras Cristianas Griegas, la del Comité de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo. La asamblea de 1953 resultó ser la más concurrida reunión de los testigos de Jehová del día moderno. La inmersión en masa más grande del mundo se efectuó en esta asamblea cuando más de 4,600 personas simbolizaron por bautismo en agua su dedicación para servir a Dios. Pero aunque estas dos asambleas fueron grandes, la que se celebrará este verano, para la cual se han hecho planes, será mayor. Será la tercera asamblea internacional que se habrá celebrado en la ciudad de Nueva York y sin duda será otro gran acontecimiento que se destacará en la historia de las asambleas memorables del pueblo de Dios.

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