Indicadores para la sociedad del Nuevo Mundo
DESDE 1919 las asambleas de los testigos de Jehová les han servido de indicadores en este tiempo del fin. Estas han señalado el crecimiento de la sociedad del Nuevo Mundo de manera espiritual y también numérica. Ha sido en estas asambleas que se han revelado muchas nuevas verdades.
Fué en septiembre de 1919 que se celebró la primera de estas asambleas. Fué una asamblea que contó con más de 7,000 concurrentes. En ella se dió énfasis a la gran obra que el pueblo de Dios tiene que efectuar antes de la batalla del Armagedón.
Entonces en 1922 se celebró otra asamblea en Cedar Point que dió gran ímpetu a la obra de predicar. Concurrieron a sus sesiones diarias 10,000 testigos. Fué en esta asamblea que se presentó la prueba por primera vez de que el Rey Cristo Jesús había venido al templo en 1918 y había empezado a juzgar a la cristiandad apóstata. Al partir de esta asamblea los testigos tenían resonando en los oídos el lema: “Anunciad al Rey y el Reino.”
En agosto del año siguiente se celebró una asamblea de nueve días en Los Ángeles, California. En ésta por primera vez la Sociedad usó la radio para difundir una sesión de asamblea. Fué en esta asamblea que se reveló por primera vez que las ovejas mencionadas en Mateo 25:31-46 representan un grupo terrestre que se recogerá antes del Armagedón.
La asamblea que se celebró en Columbus, Ohío, en 1931 fué otro indicador para el pueblo de Jehová. En esta asamblea, lo mismo que en la asamblea que se celebró antes, en junio, en Londres, Inglaterra, se arrojó nueva luz sobre el capítulo nueve de Ezequiel. Se puso de manifiesto que el hombre con el tintero de escribano no representaba a ninguna persona en particular, sino más bien a un grupo de personas, los ungidos de Jehová. Esto aclaró entonces que el “siervo fiel y prudente” acerca de quien Jesús habló era una clase compuesta por el resto y que no era C. T. Russell, como habían pensado algunos. También fué en esta asamblea de Columbus que se discernió que el nombre testigos de Jehová es el nombre bíblico del pueblo de Dios. La gran concurrencia se conmovió al oír este nuevo nombre.
En la asamblea que se celebró en Wáshington, D.C., en 1935 se arrojó nueva luz sobre Apocalipsis 7:9, donde se hace referencia a la grande muchedumbre. Los millares de testigos congregados allí se enteraron por primera vez de que la “grande muchedumbre” es una clase terrestre compuesta de “otras ovejas” del Buen Pastor.
Más tarde, en 1938, en el Salón Kingsway, Londres, Inglaterra, los testigos de Jehová aprendieron acerca del mandato de procreación, que éste será emitido a las “otras ovejas” que sobrevivan al Armagedón para que ellas lo cumplan.
La asamblea que se celebró en Nueva York en 1950 fué otro indicador para los testigos de Jehová. A ésta asistió una concurrencia batidora de records:123,707. Fué en esta asamblea que los testigos de Jehová experimentaron la gran emoción de recibir la primera traducción de las Escrituras Cristianas Griegas hecha por el Comité de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo. Se arrojó nueva luz sobre lo que la Biblia dice respecto a los príncipes. Se puso de manifiesto que los hombres fieles de la antigüedad no eran los únicos que habrían de ser príncipes en el nuevo mundo, sino que muchos de las “otras ovejas” de hoy día también serán príncipes.
En 1953, en una asamblea todavía más grande que se celebró en Nueva York, se presentó la traducción de los primeros ocho libros de las Escrituras Hebreas. Hubo una presentación de nueva información sobre los capítulos 38 y 39 de Ezequiel que tenía que ver con Gog de Magog. También se explicó que el “deseo de todas las naciones” que se menciona en Aggeo 2:7 (VA) se refiere a la “grande muchedumbre.” Más de 165,000 personas asistieron al discurso público que se pronunció en esta asamblea y fué la más concurrida asamblea que la sociedad del Nuevo Mundo ha celebrado hasta la fecha.
Estas son sólo unas cuantas de las muchas asambleas sobresalientes que los testigos de Jehová han celebrado desde 1919. Cuando consideramos las nuevas verdades que se han dado a conocer en estas asambleas, así como también las nuevas publicaciones que se han presentado y lo que ha acontecido en ellas, se hace patente que realmente son indicadores en la historia de la sociedad del nuevo mundo. Con razón esperamos que la asamblea gigantesca que se ha de celebrar en Nueva York este verano sea otro indicador que le acarree sorpresas y cosas buenas al pueblo del día moderno de Jehová.