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  • El tiempo para cantar el cántico nuevo

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  • El tiempo para cantar el cántico nuevo
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1958
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1958
w58 15/4 págs. 235-242

El tiempo para cantar el cántico nuevo

1, 2. (a) ¿Con qué cosa como su meta se puso de camino a Jesús a la edad de treinta años? (b) ¿Cómo llegó a ser entonces Jesús más que una criatura humana?

JESÚS cumplió treinta años de edad como hombre en su perfección piadosa. Luego hubo un gran cambio en su vida. Dejó la carpintería en Nazaret y fué bautizado por Juan en el río Jordán. Su concepción en el vientre de María había sido un milagro de una clase nueva, pero ahora sucedió una cosa nueva más grande que lo puso de camino en una vida espiritual que tenía como meta el cielo, su hogar original.

2 Cuando Jesús salió de las aguas bautismales, “¡mire! los cielos fueron abiertos, y él vió descendiendo como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. ¡Mire! también, hubo una voz de los cielos que dijo: ‘Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.’” (Mat. 3:13-17) Oyéndolo Jesús y Juan, Dios habló desde el cielo y dijo que Jesús, bautizado ahora, era su Hijo. Esto mostró que Dios ahora había engendrado a Jesús mediante su fuerza activa, o espíritu, para que éste volviera a ser un Hijo espiritual de Dios, siendo así más que sólo un hijo humano tal como Adán había sido en el paraíso de Edén. Entonces Dios ungió a Jesús con su espíritu como el heredero legítimo del rey David, pero de un trono superior y más grandioso que el de David, a saber, al asiento a la diestra de Dios en su trono celestial. (Sal. 110:1, 2; Mat. 22:41-45; Heb. 10:12, 13) Aunque Jesús continuó en la carne durante otros tres años y medio en la tierra, ahora era una “criatura nueva,” un Hijo espiritual ungido de Dios.—2 Cor. 5:17, margen.

3. ¿Cómo fué que Jesús predicó un mensaje nuevo, y a qué cumplimiento doloroso de profecía condujo esto?

3 Después de eso, Jesús fué a predicar un mensaje nuevo a la gente de su madre humana, los judíos o israelitas. Fué el mensaje de un gobierno nuevo que dominaría sobre el género humano: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Juan el Bautista había predicado un mensaje semejante a éste durante seis meses antes que Jesús, pero Jesús pudo predicarlo con un significado que Juan no podía darle entonces. Jesús predicó que el reino de los cielos se había acercado porque él mismo estaba presente como Aquel a quien Jehová Dios había ungido para el trono celestial. Jesús también envió a muchos discípulos a predicar este mismo mensaje a los judíos. (Mat. 3:1, 2; 4:17; 10:1-7; Luc. 10:1-9) La predicación del mensaje real resultó en que Jesús fuese magullado en el talón por la Serpiente Satanás el Diablo y su simiente.

4. ¿Por qué estuvieron turbados los discípulos al morir Jesús, pero entonces qué poderosa cosa nueva ejecutó Dios?

4 Creyendo que Jesús era “el Cristo, el Hijo del Dios vivo,” y el “Rey de Israel,” los discípulos se turbaron sobremanera cuando Jesús fué ejecutado en un madero de tormento por sus enemigos en 33 d. de J.C. en vez de ser coronado como rey, sentado en el trono en Jerusalén. (Mat. 16:16; .Juan 1:49) En ese entonces no entendían las profecías de Dios en cuanto a la simiente de la mujer de Dios, y en cuanto a que la Simiente primero tenía que ser magullada en el talón antes de que gobernase como rey y quebrantase a la Serpiente en la cabeza. Al tercer día después de la muerte de Jesús su Padre celestial ejecutó una cosa nueva, que hace estremecer nuestra imaginación a causa de la “potencia de su fuerza, con la cual ha operado en el caso del Cristo cuando lo levantó de entre los muertos y lo sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad y potestad y señorío y todo nombre que se nombra, no solamente en este sistema de cosas, sino también en el que ha de venir.” (Efe. 1:19-21) Es verdad que había habido resurrecciones de entre los muertos ejecutadas por profetas de Jehová y aun por Jesús mismo, pero nunca había habido resurrección semejante a la que se ejecutó en el Jesús muerto. (Heb. 11:35; Juan 11:1-44) ¿Por qué no?

5. ¿Por qué nunca había habido una resurrección semejante a la de Jesús?

5 Esas resurrecciones previas habían traído de vuelta a la vida humana a personas que más tarde volvieron a morir a causa de la imperfección y la condena de muerte. El Todopoderoso Dios levantó a su Hijo fiel instantáneamente a la perfección de la vida celestial. Dios resucitó a Jesús, no humano, sino espíritu, pues Jesús había sido “muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.” (1 Ped. 3:18, Val) Dios lo levantó inmortal, no estando ya más sujeto a la muerte, sino revestido de inmortalidad. (Rom. 6:9, 10; 1 Cor. 15:42-54) La resurrección de Jesús fué el principio de la “primera resurrección.” (Apo. 20:6) ¡Efectivamente fué una cosa nueva!

6. ¿Por qué, entonces, apareció una nueva persona inmortal en el cielo, y por medio de lo que presentó allí qué beneficio les viene a los creyentes?

6 Mediante esta magnífica demostración de la omnipotencia de Dios, una nueva persona inmortal apareció en el cielo. Jehová Dios es inmortal, pues él es ‘Dios desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido.’ (Sal. 90:2) Ahora había concedido el galardón incomparable de la inmortalidad e incorrupción a su Hijo unigénito que siempre le es fiel, Jesucristo. Durante cuarenta días después de su resurrección de entre los muertos Jesús se materializó y apareció a sus discípulos. Luego ascendió hacia el cielo y apareció en la presencia de su Padre celestial y le presentó el valor de su sacrificio humano. Por el mérito de este sacrificio todos los que tienen fe en la provisión de Jehová, su Hijo, pueden recibir el perdón de sus pecados, por decirlo así, un lavado de ellos con la sangre del inmaculado Cordero de Dios.

7. ¿Para qué cosa se puso el cimiento allí, y por qué era el tiempo de producirla?

7 Aquí se puso el cimiento para una nación nueva. Salvo por un resto de judíos creyentes, la nación del Israel natural rechazó el sacrificio y rehusó aceptar como Mesías a la Simiente de la mujer de Dios. Por lo tanto Israel se mostró digno de ser desechado por Dios. Justamente antes de morir como testigo de Jehová Dios, Jesús declaró que a la casa de Israel, el templo de Israel en Jerusalén, Dios la había abandonado, y ya no tenían valor alguno ante Dios los sacrificios de animales que se hacían en ella. Había llegado el tiempo para que Dios produjera su nación nueva, un Israel espiritual compuesto de los que eran judíos en el interior y circuncisos en el corazón mediante el espíritu de Dios, prescindiendo de lo que fueran en lo exterior por nacimiento natural.

8. ¿Cómo fué producida la nación nueva, en qué pacto real fué introducida, y por qué tiene que ser fiel hasta la muerte?

8 Llegó el día en que se había de producir esta nación nueva. En el día del Pentecostés Dios hizo a los primeros miembros de la nación nueva lo que hizo a Jesús después de su bautismo en el Jordán. Por medio de Jesús a su diestra en el cielo Jehová ahora derramó su espíritu sobre los 120 discípulos fieles que aguardaban en un cuarto superior en Jerusalén. Así fué como él los engendró para que llegaran a ser sus hijos espirituales, una nación santa de ‘criaturas nuevas’ bajo Jesucristo su Cabeza. Con este espíritu también los ungió él para que predicaran el reino de Dios y para que fueran coherederos con Jesús de ese reino celestial. Así fueron introducidos en el ‘pacto para el reino.’ (Luc. 22:29) Para probar que son dignos de una corona y un trono en ese gobierno celestial ellos tienen que andar fielmente en las pisadas de Cristo hasta su muerte en la carne, para que puedan, al debido tiempo de Dios, participar de la “primera resurrección“ a la vida inmortal con su Cabeza, Jesucristo.—Rom. 8:16,17; Apo. 2:10.

9. Por medio de Cristo como Mediador, ¿qué hizo Dios con ellos y con qué grandioso beneficio, y para qué tienen que sacrificar la vida humana?

9 Dado que la antigua nación del Israel natural fué desechada porque no aceptó a la Simiente de la mujer de Dios, el pacto o acuerdo nacional en que Jehová Dios había entrado con ella por medio del profeta Moisés como mediador quedó cancelado. El sacrificio humano del Hijo de Dios suministró la sangre que se requería para validar o para poner en vigor un nuevo pacto basado en promesas nuevas y mejores de parte de Dios y para proporcionar verdadero perdón de pecados de los cuales se arrepintieran las personas. (Heb. 8:7-13; 10:9-18) De modo que ahora con la nación nueva del Israel espiritual que él había engendrado mediante su espíritu Jehová Dios hizo un pacto nuevo por medio del Cristo sacrificado como Mediador. Dios introdujo también a la nación nueva en su pacto para el reino eterno, por el cual los miembros de ella tienen que sacrificar su vida humana para siempre.—Luc. 12:32; 2 Tim. 2:11, 12.

10. ¿Cómo indicó Pedro la realeza de ellos, y por lo tanto cómo produjeron el fruto apropiado?

10 Por medio del apóstol Pedro Dios dijo a esta nación nueva del Israel espiritual: “Ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa.” (1 Ped. 2:9) Llegó a ser deber de esta nación santa el producir el fruto del reino prometido. Para hacer esto todos los que fueron ungidos como miembros de la nación salieron a predicar el Reino. Hicieron esto de una manera aparentemente nueva, mediante el predicar de casa en casa y no sólo públicamente.

POR QUÉ ES TIEMPO PARA EL CÁNTICO NUEVO

11. ¿Qué queda en la tierra de la nación santa de Dios, y por qué no se ha hecho ningún esfuerzo por ingresar en las Naciones Unidas de hoy?

11 ¿Hay algunos de esa santa nación nueva en la tierra hoy en día en el siglo veinte de la era cristiana? Sí. Sólo hay un resto o cierto número que todavía queda en la tierra de personas que han sido ungidas con el espíritu y que tienen la seguridad de parte de Dios de que se les ha reservado un lugar en el reino celestial. Pero aunque son el resto de una nación, la nación nueva del Israel espiritual, no los hallamos aunados a la organización de las Naciones Unidas como nación miembro de ésta, de la manera que la recién formada nación del Israel moderno se ha aunado a las Naciones Unidas. Los ochenta y dos miembros de la organización de las Naciones Unidas muestran que no desean como miembro de ella a la santa nación nueva; sin embargo, el resto de la nación de Jehová que está bajo Cristo jamás ha solicitado ser miembro de ella. La organización de las Naciones Unidas pertenece a este viejo mundo, el cual se enfrentará a un fin desastroso muy pronto. El resto del Israel espiritual pertenece al nuevo mundo fundado en el Rey celestial Jesucristo. El viejo mundo no puede menos que desaparecer en nuestro día. El nuevo mundo no puede menos que permanecer para siempre.

12. ¿Por qué no es éste el tiempo de lamentarse con este viejo mundo afligido?

12 Ya el año 1914 ha quedado cuarenta y cuatro años atrás. Desde ese tiempo los pesares y dificultades de este viejo mundo se han multiplicado. Ante todo esto, ¿es éste el tiempo de lamentarse con este viejo mundo? No, sino que es tiempo para algo que es exactamente lo contrario. ¿Para qué? ¡Para un cántico nuevo! Mirando hacia el futuro a este aterrador día para el género humano, el Creador divino de música gritó como a un gran coro que se extendiera por todo el globo: “Canta a Jehová un cántico nuevo, canta a Jehová, toda [la gente de] la tierra. Canten a Jehová, bendigan su nombre. Digan de día en día las buenas nuevas de salvación por él.”—Sal. 96:1, 2.

13. ¿Por qué hacemos una pregunta acerca del tema para un cántico nuevo, y con qué falta de conocimiento se hizo la predicación durante siglos?

13 ¿Cómo, sin embargo, pueden cantar a Jehová un cántico nuevo los hombres de buena voluntad acerca de quienes la hueste celestial cantó hace mil novecientos años cuando nació Jesús? ¿Qué es nuevo? ¿Dónde está el nuevo tema? Durante los días de Jesucristo, cuando él estuvo en la tierra, hace mil novecientos años, el mensaje asombroso: “El reino de los cielos se ha acercado,” fué proclamado de un lado a otro de la tierra de los israelitas. Cuando la Simiente de la mujer de Dios, ungido para ser el Rey de los reyes, fué resucitado en el espíritu y volvió a entrar en los cielos, sus seguidores ungidos en la tierra obedecieron su mandato y predicaron en cuanto al reino de Dios por todas partes, tratando de llegar a todas las naciones. (Mat. 28:19, 20; Hech. 20:25) Los proclamado res del Reino no sabían entonces cuándo sería dado a luz este reino en los cielos y tomaría posesión del gobierno de toda la tierra y de todos sus pueblos.—Apo. 12:1-10.

14, 15. (a) ¿Por qué no existe esa falta de conocimiento hoy en día? (b) ¿Cuándo comenzaron a aparecer estas evidencias predichas, y cómo fué calculada la fecha con años de anticipación?

14 ¡Pero ahora lo sabemos! ¡Sí, nosotros lo sabemos! No mediante el conocimiento humano o mediante la ciencia del siglo veinte, que no toma en cuenta al prometido reino de Dios. Empero Jehová Dios nos ha mostrado las pruebas. ¿De qué otra manera pudiéramos saber del nacimiento celestial de un gobierno divino? Menos de dos meses antes de que Jesucristo ascendiera al cielo y el ángel dijera a los discípulos que observaron este acontecimiento que él vendría de nuevo, él mismo dió una profecía acerca del fin de este viejo mundo. En ella él dijo a sus seguidores las evidencias que deberían aparecer en nuestro día por medio de las cuales los hombres de buena voluntad sabrían que él había recibido su reino celestial y había comenzado a gobernar en medio de sus enemigos. ¡Al ver aparecer estas evidencias tanto en las revelaciones bíblicas como en los acontecimientos de este viejo mundo ellos sabrían que el reino había nacido en los cielos y que él había sido entronizado, coronado!

15 Cualquier persona que dude sólo tiene que leer los capítulos 24 y 25 de Mateo, el capítulo 13 de Marcos, el capítulo 21 de Lucas y el capítulo 6 de Apocalipsis, para informarse de que esas evidencias aparecieron en el año 1914, y pusieron a este viejo mundo en su camino a la destrucción cataclísmica en la predicha ‘batalla del Armagedón.’ (Apo. 16:14, 16) Basándose en el horario dado en la Santa Biblia y en las fechas absolutas de la historia mundana, desde tanto tiempo atrás como en 1877 se hicieron cálculos de tiempo y éstos fueron publicados por el estudiante de la Biblia que llegó a ser el primer director de la revista que en español se conoce hoy como La Atalaya. El año trascendental al que se llegó por estos cálculos hechos con oración fué el año de la I Guerra Mundial, sí, 1914. ¡La fecha anunciada es cosa impresa, indisputable!

16. Cómo llegó a ser necesario un cambio en el mensaje en 1914?, y por eso ¿qué se suministró para que se cantara?

16 Antes de ese año inolvidable los cristianos ungidos proclamaban las buenas nuevas del reino de Dios que vendría. Desde ese año Dios ha suministrado el tema para un cántico nuevo. Porque en 1914 el Padre celestial y Fuente celestial del gobierno teocrático dió a luz ese glorioso reino al entronizar y coronar a la Simiente de su mujer, al Heredero del pacto que se hizo con David para el reino eterno. Verdaderamente eso fué algo nuevo. El nacimiento de ese gobierno mesiánico puso en funcionamiento una nueva organización gobernante para todo el universo, para ángeles y para hombres. Dió existencia a la parte capital de la organización universal de Jehová y todos los ángeles santos y todos los hombres de buena voluntad tienen que someterse a ella de acuerdo con el mandato de Dios. Nunca antes había habido cosa semejante en el universo. Esto era buenas nuevas para todo el universo. De modo que en 1914 el buen mensaje acerca del reino de Dios que había de venir se había hecho viejo, anticuado. El mensaje que los cristianos ungidos con el espíritu de Dios habían de predicar de allí en adelante tenía que ser en cuanto al reino de Dios ya venido. Tenía que ser en cuanto al reino ya nacido de Dios, el reino establecido en los cielos y funcionando en medio de todos sus enemigos en el cielo y en la tierra. Aquí estaba el tema fascinador de un cántico nuevo a Jehová, porque Jehová había predicho y efectuado todas las cosas deleitables acerca de las cuales cantar.

17, 18. ¿Cómo predijo Jesús que sus seguidores ungidos cantarían este cántico nuevo, y por quiénes tienen que reconocer muchos millones de personas que se está cantando?

17 En su propia profecía Jesús predijo que sus seguidores ungidos tendrían que cantar y cantarían este cántico nuevo. Después de mencionar la primera guerra mundial junto con hambres, pestilencia, terremotos y persecución religiosa, todo lo cual marcaría el principio del fin de este viejo sistema de cosas, Jesús dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin cabal.” (Mat. 24:14) Ahora que nos encontramos en el tiempo del fin desde 1914, ¿se están predicando en toda la tierra habitada, aun en la Rusia comunista y en sus satélites, las buenas nuevas del reino recién nacido?

18 Los centenares de millones de personas de alrededor de toda la tierra a las cuales se está alcanzando con las nuevas del Reino, tanto públicamente como por la predicación de casa en casa, todos por obligación tienen que responder ¡Sí! ¿Por quiénes, pues, prescindiendo de quiénes los hechos muestran que son? Por los testigos de Jehová de hoy día. Entre ellos se halla un resto de cristianos ungidos, plenamente dedicados, herederos del reino celestial, pero unidos a este resto ahora hay centenares de miles de personas de buena voluntad.

19. ¿Quiénes, según se profetizó, serían los primeros en cantar el cántico, pero quiénes se están uniendo en grandes números a éstos para cantarlo?

19 Todos ellos están obedeciendo el mandato divino: “Canta a Jehová un cántico nuevo.” Como se predijo en Apocalipsis 14:1-5, este resto de los 144,000 herederos del reino celestial había de ser el primero que aprendiera y cantara el “cántico nuevo.” Pero ya el “cántico nuevo” quebrantador de la tradición se ha hecho popular entre centenares de miles de oyentes contentísimos, y estas personas de buena voluntad están participando en cantar en todas las naciones: “Jehová mismo ha llegado a ser rey.” (Sal. 96:10) Desde 1914 Jehová gobierna aun hacia nuestra tierra, haciéndolo por medio de su Rey entronizado y autorizado, Jesucristo.

20. Después del nacimiento del Reino, ¿qué otra cosa nueva agitó al cielo, y por eso acerca de qué habla también el cántico nuevo?

20 Por lo tanto, rápidamente se aproxima el tiempo en que la Simiente reinante de la mujer de Dios magullará en la cabeza a la gran Serpiente Satanás el Diablo, y a toda su simiente diabólica del cielo y de la tierra junto con él. Antes que se llegara a este gran punto culminante del aplastamiento de la iniquidad en el cielo y en la tierra, pero inmediatamente después del nacimiento del Reino en los cielos mientras la I Guerra Mundial proseguía enfurecida en la tierra, una cosa nueva causó agitación entre la tranquilidad del cielo. La descripción profética de este acontecimiento extraordinario nos dice: “Estalló guerra en el cielo.” Esta guerra fué entre el Rey recién instalado y apoyado por sus santos ángeles y el gran Dragón, la Serpiente original, Satanás el Diablo, apoyado por sus ángeles impíos, su simiente demoníaca. Finalmente los ángeles victoriosos bajo el mando del Rey de los reyes anunciaron cantando: “¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado! . . . ¡Alégrense por causa de esto, ustedes cielos y los que residen en ellos! Ayes para la tierra y para el mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran ira, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.” (Apo.12:7-12) La gran Serpiente y su simiente demoníaca están furiosamente airadas porque saben que ahora queda muy poco tiempo antes de que la Simiente victoriosa de la mujer de Dios tenga que magullar en la cabeza a la Serpiente en la guerra universal del Armagedón. El cántico nuevo habla de esta “guerra en el cielo” y de la victoria en que resultó para Cristo.

21. ¿Qué esperan todos los cantantes, que también forma parte del tema del cántico nuevo?

21 Los viejos cielos de Satanás y sus espíritus demoníacos van de salida. Ya pronto el género humano no sentirá su poder opresivo y desmoralizador. Los nuevos cielos de Jesucristo, junto con aquellos de sus fieles seguidores que ya se han unido a él en la “primera resurrección,” están gobernando, retrayéndose de destruir a sus enemigos hasta que todos los hombres de buena voluntad hayan sido congregados en el grandioso coro del cántico nuevo, además del resto ungido de cantantes. Todos éstos están mirando con ansia hacia el futuro cercano, esperando el establecimiento pleno de un nuevo mundo sobre las ruinas de este viejo mundo. Tienen presentes las palabras del apóstol Pedro: “¡Aguardando y teniendo muy presente la presencia del día de Jehová, mediante el cual los cielos estando encendidos serán disueltos y los elementos estando intensamente calientes se derretirán! Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:12, 13) El mundo venidero de los justos nuevos cielos y la nueva tierra también forma parte del tema del “cántico nuevo” a Jehová.

22. En el cántico nuevo, ¿qué pasaje que no fué posible que se cantara durante más de cuatro mil años se ha cantado desde principios de 1918?

22 Pero, ¡escuche! ¿Oyeron sus oídos ese pasaje notable de este cántico distintamente diferente? ¿Qué fue? Pues algo que no pudo cantarse en generaciones previas del género humano por lo menos durante cuatro mil doscientos años. Es algo que primero comenzó a predicarse y oírse desde el nacimiento del Reino en 1914. Es algo que el resto ungido de Jehová ha estado cantando a los hombres de buena voluntad desde principios de 1918. Ha hecho que incontables millones de personas se rían en incredulidad, pero ha alentado a hombres de buena voluntad desanimados y les ha dado una esperanza conmovedora que tendrán el gozo de ver realizada. Es este hecho bíblico revelado, a saber, que una grande muchedumbre, cuyo número de miembros no se conoce, de personas de buena voluntad que ahora viven jamás morirá. Puede ser que esta grande muchedumbre sin número crezca todavía hasta incluir a millones de personas que ahora viven. Cuando aquellos que finalmente estén de parte del reino de Dios en el campo de batalla del Armagedón se manifiesten plenamente, lo sabremos más definitivamente.

23, 24. ¿En vista de qué palabras de Jesús es importante que la gente de esta generación recuerde la supervivencia de Noé en el diluvio?

23 Pero ¿por qué despierta en el corazón de los hombres de buena voluntad el cántico nuevo la esperanza de continuar viviendo en esta tierra sin morir? Bueno, ¿recordamos el hecho histórico de cómo Noé y su familia dentro del arca vivieron a través del fin del antiguo mundo impío y le dieron a la familia humana su nuevo comienzo en este presente mundo? Es importante que la gente de esta generación que vive desde 1914 recuerde este antiguo milagro de Dios. ¿Por qué, precisamente? Porque, en Mateo 24:33-42, Jesús incluyó las siguientes palabras en su profecía en cuanto al fin de este mundo y en cuanto a su propio entrar en el Reino:

24 “Cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca a las puertas. Verdaderamente les digo a ustedes que esta generación de ningún modo pasará hasta que sucedan todas estas cosas. Cielos y tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán. Concerniente a ese día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos ni el Hijo, sino únicamente el Padre. Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. Porque así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día que Noé entró al arca; y no notaron nada hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre. . . . Manténganse vigilantes, pues, porque no conocen en qué día viene su Señor.”

25. ¿Por qué es nuestra generación la generación de la cual sobrevivirán miembros al fin del viejo mundo, y cuál es la esperanza del resto ungido?

25 Durante nuestra vigilancia hemos visto todas las evidencias que Jesús predijo que señalarían el tiempo del fin de este mundo desde 1914. Sabemos que nuestra generación es la generación que comenzó a ver cumplidas muchas de estas cosas predichas. Nuestra generación por lo tanto es la generación que tiene que verlas acontecer todas en cumplimiento de la palabra de Jesús. Por consiguiente ésta es la generación que verá el fin de este viejo mundo, así como sucedió en los días de Noé. Como Noé y su arca llena de los miembros de su familia y de animales sobrevivieron al fin de ese mundo prediluviano, así en cumplimiento de ese drama profético algunos testigos de Jehová, como sucedió en el caso de Noé y su familia, tienen que sobrevivir a la destrucción del viejo mundo de hoy día. Esos sobrevivientes de esta generación entrarán en el mundo de Dios, mundo de nuevos cielos y una nueva tierra. El resto ungido espera llegar a ser parte de los nuevos cielos, muriendo fiel y participando de la “primera resurrección,” como lo hicieron los demás de los 144,000 herederos.

26. ¿Cómo será posible que los otros sobrevivientes vivan sin nunca morir?

26 Los otros sobrevivientes de buena voluntad esperan formar la sociedad terrestre del Nuevo Mundo. Mediante el siempre después rendir adoración a Jehová Dios y obediencia a su reino del Cristo ellos serán dignos del don de Dios de vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor. En consecuencia esos fieles sobrevivientes terrestres de la guerra universal del Armagedón jamás desaparecerán de la tierra, sino que habitarán eternamente en el nuevo paraíso en la tierra bajo el reino de Dios. ¡Qué gozo será el suyo al dar una buena acogida a las personas resucitadas de entre las tumbas memorialescas a medida que el Rey reinante las llame y haga salir!—Juan 5:28, 29.

27. ¿Por qué tenemos todo aliciente para ejercer fe en el cántico nuevo, y cómo agradaremos sumamente a Jehová en lo que toca al cántico?

27 ¿Tenemos razón para mostrarnos incrédulos en cuanto a todas las cosas grandiosas abarcadas por este cántico nuevo a Jehová? No, sino que sobre el fundamento de su Palabra y el cumplimiento de sus profecías tenemos todo aliciente para ejercer fe en el cántico nuevo. Concerniente a Jehová Dios se nos dice: “El que estaba sentado sobre el trono dijo: ‘¡Mira! estoy haciendo nuevas todas las cosas.’ También él dice: ‘Escribe, porque estas palabras son fidedignas y verídicas.’” (Apo. 21:5) A él le agradará que creamos en el cántico nuevo que ha compuesto y contaremos con su aprobación por hacerlo. Le agradará todavía más el que probemos nuestra fe o creencia aprendiendo todas las cosas grandiosas del cántico nuevo y el que luego lo cantemos nosotros mismos para que todos lo oigan, sí, para que Él, también, lo oiga.

28. ¿En qué resultará nuestra obediencia al mandato divino de cantar?

28 “Canta a Jehová un cántico nuevo” es el mandato divino para nosotros hoy en día. Felices somos si obedecemos y lo cantamos amorosa e impávidamente. Significará nuestra propia salvación y la salvación de los hombres de buena voluntad que nos oigan y junto con nosotros canten para la honra de Jehová Dios y de su Simiente prometida, el Rey del nuevo mundo.

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