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  • Lo que significa ser cristiano
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1958
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1958
w58 15/9 págs. 560-566

Lo que significa ser cristiano

“Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un modelo para que siguieran cuidadosamente sus pisadas.”—Ped. 2:21.

1. ¿Qué mandato dió Jesús a sus discípulos, y ha sido obedecido?

“SERÁN testigos míos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria y hasta la parte más lejana de la tierra.” (Hech. 1:8) Esas fueron las instrucciones de despedida que Jesús dió a los que le seguirían. Sus discípulos ya habían estado participando por varios años con él en un intenso programa de predicación pública y sabían lo que esto significaba. Pero después de tener este mandato inequívoco del Maestro en sus Biblias durante siglos, ¿quiénes en el mundo religioso de la cristiandad se han equipado para este servicio y han demostrado que son discípulos obedientes del Señor? El Times de Nueva York (18 de marzo de 1957) citó estas palabras del Dr. Roberto J. McCracken: “Las iglesias están llenas de medio creyentes de un credo indiferente. Pregunte usted a la mayoría de los miembros de las iglesias lo que creen y después de unas cuantas oraciones vacilantes y con tartamudeo habrán terminado, y esto por falta de entendimiento intelectual, no por falta de palabras.” ¿Están demostrando estas personas que son cristianas por medio de obedecer el mandato del Señor Dios de ser testigos suyos? ¡No! Pero dando evidencia de que la cristiandad reconoce bien el hecho de que en medio de ella hay un grupo al que le viene bien la descripción, Marco Bach, en un artículo acerca de los testigos de Jehová publicado en The Christian Century, pregunta: “¿Cómo trataremos con ellos? ¿Qué haremos?. . . Sólo hay una respuesta: Los Testigos de Jehová no son una amenaza, sino un desafío que una vez más pide de la iglesia tradicional que—¡dé testimonio!” Los testigos de Jehová saben por qué son cristianos—para testificar, como testificó su Maestro.

2. ¿Cómo han llegado a estar asociados algunos con un grupo religioso?

2 ¿Por qué pertenece usted a la organización religiosa a que pertenece? ¿Es porque la ha investigado y ha probado su veracidad con la Biblia y ahora se adhiere usted firmemente a ella porque usted sabe que tiene razón? (1 Tes. 5:21) Muchas personas fueron criadas por padres que asistían a iglesias y de esa manera llegaron a asociarse con un grupo religioso. Algunas están establecidas en una comunidad donde sólo hay una iglesia y pertenecen a ella por razón de conveniencia. Otras han cambiado su religión para agradar a su cónyuge o por razones de negocios. Pero ninguno de estos métodos es una guía segura que lleve a uno a la religión correcta. Tal vez los amigos y parientes de uno sean excelentes personas, pero eso no hace de su religión la religión correcta. Tal vez los padres hayan entrenado a sus hijos en la manera correcta de rendir adoración, pero si esos niños jamás se aplican a un estudio personal de la Palabra de Dios ni siguen con hechos el ejemplo cristiano que les pusieron sus padres, entonces no han abrazado de todo corazón esa religión como suya propia, y la simple asociación nominal no hace de ellos personas que agraden a Dios.

3. ¿Qué demuestra que no toda la religión le es acepta a Dios?

3 La religión de uno es su adoración; en hebreo la palabra para religión significa “servicio.” El que sea o el que no sea la religión correcta depende de la manera en que se rinda ese servicio y a quién se dirija. “Hay aquellos que son llamados ‘dioses’, sea en el cielo o en la tierra, igual como hay muchos ‘dioses’ y muchos ‘señores’.” (1 Cor. 8:5) El que uno simplemente pertenezca a una organización religiosa y practique lo que ésta enseña no significa que uno está adorando al Dios verdadero. Cuando Israel empezó a abrazar las prácticas que Jehová no aprobaba, el relato dice, “se pusieron a hacer sacrificios a demonios, no a Dios.” (Deu. 32:16, 17) En cuanto a todo salvo la adoración cristiana verdadera, el apóstol Pablo declaró: “Las cosas que las naciones sacrifican las sacrifican a demonios, y no a Dios, y no quiero que ustedes lleguen a ser participantes con los demonios.”—1 Cor. 10:20.

PELIGROS QUE HAN DE SER EVITADOS

4. ¿Por qué el tener una religión que satisface al adorador no es garantía de que sea la adoración correcta?

4 Es cosa común que las personas a quienes se les presenta la verdad la rechacen y digan: “Estoy satisfecho con mi religión.” Pero ¿está satisfecho Dios? De las prácticas religiosas del primer siglo Jesús dijo: “Diestramente ponen ustedes a un lado el mandamiento de Dios para retener su tradición.” (Mar. 7:9) ¿Complacería eso a Dios? Pablo amonestó en cuanto al peligro cuando dijo: “Cuídense: quizás haya alguien que se los lleve como su presa por medio de la filosofía y el engaño vacío según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo.” (Col. 2:8) ‘Ustedes son siervos de aquel a quien obedecen.’ (Rom. 6:16) ¿A quién obedece usted? ¿Escoge usted una religión que le agrada a usted? Si su deseo es agradarse usted mismo, entonces usted sirve a usted mismo, y ha llegado a ser su propio dios. Usted ha llegado a ser semejante a la Eva desobediente, quien procuró ‘ser semejante a Dios, haciendo sus propias decisiones sobre el bien y el mal.’ (Gén. 3:5) “¿Estoy tratando de agradar a hombres? Si todavía estuviera agradando a hombres [incluyéndome yo mismo], no sería yo esclavo de Cristo.” (Gál. 1:10) Hay muchas maneras de adorar, pero sólo una manera que es correcta a los ojos del Todopoderoso Dios. Si queremos practicar la adoración que es correcta “desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre,” entonces tenemos que obrar como aquel que fué un hombre según el propio corazón de Dios y que no procuró complacerse a sí mismo ni a otros hombres, sino que dijo a Jehová: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios.” (Sant. 1:27; Sal. 143:10) En las personas que se deleitan en darle devoción exclusiva Jehová se deleitará. Él las bendecirá con vida eterna en su nuevo mundo.—Miq. 4:5, Mod.

5. ¿Qué no toman en cuenta a menudo los que dicen: ‘Sólo crea en el Señor Jesucristo y usted será salvo’?

5 Algunos rechazan otras partes de la Biblia porque las consideran de menos importancia, citando como suficientes las palabras de Pablo dichas al carcelero: “Crea en el Señor Jesús y será salvo.” (Hech. 16:31) Pero los que citan esto a menudo no toman en cuenta lo que significa. El creer en el Señor Jesucristo significa creer que él dio su vida como rescate para el género humano, que lo que él dijo fué cierto y que el ejemplo que él puso es el que debemos seguir. (Mat. 20:28; 1 Ped. 2:21) Si usted acepta el sacrificio de rescate de Cristo, entonces usted tiene que aceptar a Aquel que es el Autor de esa provisión: “La salvación pertenece a Jehová.” (Sal. 3:8) Si usted cree que Cristo puso el ejemplo correcto para que nosotros lo siguiésemos, entonces usted debe recordar que eso incluye lo que está registrado en Juan 17:6: “He hecho tu nombre manifiesto a los hombres que del mundo me diste,” y usted dará a conocer el nombre de Jehová como testigo suyo. El que no usa el nombre de Dios, Jehová, y lo da a conocer a otros no está siguiendo el ejemplo puesto por Cristo Jesús. Observe el excelente conocimiento que Jesús tenía de las Escrituras y la frecuencia con que las citaba, y equípese para imitarlo. (Luc. 24:27) Recuerde que “él se fué viajando de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando las buenas nuevas del reino de Dios,” que él dijo que se buscase primero el reino de Dios, y luego imite usted su ejemplo por medio de visitar las casas de otros para compartir con ellos “estas buenas nuevas del reino.” (Luc. 8:1; Mat. 6:33; 24:14) El creer en el Señor Jesús no hace que uno sea pasivo en su fe. “La fe sin obras está muerta.” (Sant. 2:26) La fe impulsa a los hombres a actuar como seguidores activos de Jesús, que creen y recomiendan la entera Biblia como “inspirada por Dios” y vital para todos los que quieren estar ‘completamente equipados para toda buena obra’ como cristianos.—2 Tim. 3:16, 17; Juan 17:17.

6. Algunos dicen que el vivir en conformidad con los Diez Mandamientos basta para el cristiano. ¿Es cierto eso?

6 ¿Ha dicho usted alguna vez: “Si vivimos en conformidad con los Diez Mandamientos, basta”? ¿Es verdad? Quizás es suficiente para agradar a algunos que se dicen cristianos, pero, ¿agrada eso a Dios? Dado que él ha provisto amorosamente la Biblia, la cual se encuentra ahora en más de mil idiomas escritos, ¿le agrada a él que alguien acepte la mitad de una página y rechace todo lo demás como innecesario? ¿Se complacería un cocinero si usted se sentase a un banquete preparado cuidadosamente de los alimentos más finos, escogiera usted un solo chícharo para comer y echara el resto dentro del bote de la basura? ¡Naturalmente que no! Como prueba de que la idea de que los Diez Mandamientos bastan para el cristiano no brota de un deseo sincero de servir a Dios, sino más bien de la pereza o la indiferencia en cuanto a lo que la Biblia dice, se cita el hecho de que ni siquiera se cumple con estos mandamientos. Los hombres no están tan interesados en guardar los Diez Mandamientos como lo están en no ser molestados. “Por obras de ley ninguna carne será declarada justa ante él,” dijo el apóstol Pablo. De modo que tenemos que aceptar aquello a que señaló la Ley y abrazar la norma de Dios de lo que es correcto y no una edición abreviada nuestra.—Rom. 3:20; 10:2, 3.

7. ¿Por qué no es marca de ser cristiano el que uno les diga a los ministros visitantes de los testigos de Jehová que no está interesado?

7 Hay quienes, al enterarse de que el ministro que está llamando a su puerta es un testigo de Jehová, digan: “No, no estoy interesado.” Pero, ¿en qué no están interesados? Si le han dado a él la oportunidad de explicar su misión saben que el ministro les ha hablado acerca del Dios Todopoderoso, su Palabra la Biblia, la necesidad de un conocimiento acertado de la verdad, las promesas divinas de vida en un nuevo mundo y otros asuntos relacionados. Ahora, ¿en cuál de estas cosas no está interesada la persona? El que como cristiano está sinceramente interesado en complacer a Dios está profundamente interesado en estas cosas. Es verdad que tal vez sustente creencias diferentes a las que le está presentando el ministro visitante; pero puesto que se las está presentando de la Biblia, ello debe despertar profundo interés de su parte. Y si sus creencias son diferentes, ¿por qué no probarle al visitante que son correctas? (Hech. 17:11) El requisito principal para la vida es que amemos a Dios con todo nuestro corazón y alma y mente y fuerza. (Mar. 12:29-31) Ese amor sincero se demuestra por el uso de nuestras facultades para aprender acerca de Dios y sus propósitos. Naturalmente, puede ser que el amo de casa crea que tiene la fe cristiana y que ya conoce las cosas de que se está hablando. Si cree eso, entonces sabiamente recordará otro requisito cristiano, el de que ha de ‘amar a su prójimo como a sí mismo,’ y gozosamente se valdrá de la oportunidad de hablar la verdad con su prójimo. (Efe. 4:25) También recordará que a los cristianos se les conoce por sus frutos. (Mat. 7:20) Y aquí a la puerta se encuentra uno que produce los frutos que caracterizan al cristiano. Está siguiendo el modelo ministerial de servicio de casa en casa puesto por Cristo Jesús y los apóstoles y está presentando el mensaje del Reino que Cristo dijo que sería predicado ahora. En consecuencia, cuando una persona llega a usted con un mensaje de la Palabra de Dios, el amor a Dios y el amor al prójimo deben impulsarlo a escuchar lo que ella viene a decirle.

8. ¿Por qué no le conviene al cristiano estar “demasiado ocupado” para prestar atención a una consideración de la Palabra de Dios?

8 Los que hacen visitas cristianas a las casas también encuentran a muchos que están “demasiado ocupados,” que “no tienen tiempo para escuchar.” Quizás están “demasiado ocupados” porque esperan una visita, están viendo programas de televisión o están leyendo el periódico. Ahora es el tiempo para ‘comprar el tiempo oportuno que queda para ustedes mismos, porque los días son malos.’ (Efe. 5:16) Si no tenemos tiempo para escuchar a Dios cuando él nos envía sus siervos, ¿podemos esperar que él nos escuche cuando clamemos por liberación para entrar en su nuevo mundo?

9. ¿A qué se debe que muchos digan que están “demasiado ocupados,” y por qué es imprudente proceder así?

9 Es verdad que un amo de casa tal vez sinceramente esté de prisa en ese instante y pida al ministro que regrese en una ocasión cuando pueda escuchar por estar libre de las distracciones apremiantes. Si es posible, el ministro tendrá gusto en complacerlo. Sin embargo, por parte de muchos es indiferencia hacia el mensaje del Reino. Son semejantes a aquellos contra quienes Jehová habló por medio de su profeta Jeremías: “Desde el día en que vuestros padres salieron de Egipto hasta hoy, les he enviado mis siervos, los profetas, día tras día; pero no me escucharon, no me prestaron oído.” (Jer. 7:25, 26, NC) Muchos no toman en cuenta que el tiempo de ahora es un tiempo de juicio. Este no es tiempo para ser indiferentes. Jehová Dios mismo ha colocado a su Hijo Cristo Jesús en su trono celestial y ha enviado a sus testigos ungidos como agentes de publicidad del gobierno eterno de Dios. (Sal. 2:6; Isa. 43:10, Mod) El trato que se da a estos testigos se considera como si se diera al Rey. (Mat. 10:42; 25:40) El rechazar a estos embajadores del nuevo mundo y el mensaje que llevan es rechazar a Cristo, a quien ellos representan, y resultará en que se rechace a aquel que, como Esaú, no aprecia las cosas espirituales, sino que más bien prefiere ocuparse en intereses materiales o mundanos. (Heb. 12:16) La indiferencia tibia, aunque la manifieste una persona que se esfuerce por ser bondadosa y cortés, no es recomendación mejor a la vista de ‘aquel que ha sido designado para juzgar.’ (Hech. 17:31) Del cristiano se requiere más que eso. Dijo Cristo: “Conozco tus obras, que no eres ni frío ni caliente. Ojalá fueras frío o si no caliente. Así, por cuanto eres tibio y no caliente ni frío, voy a vomitarte de mi boca.”—Apo. 3:15, 16.

10. ¿Qué deben tratar de hacer los testigos de Jehová aun cuando un amo de casa esté demasiado ocupado para escuchar un sermón de ocho minutos completo?

10 Sea que el amo de casa haga una decisión sabia en cuanto al asunto o no, descubrirá que el ministro que estuvo a su puerta estuvo allí para prestar ayuda. El ministro no tratará de ayudar a fuerza a los que no tengan amor a Dios; no obstante, si se le da la oportunidad, puede esforzarse por sembrar una semilla de la verdad en la consideración muy breve que se le hace posible tener. Escogiendo con cuidado la forma de expresarse puede presentar un solo pensamiento bíblico enfático que exprese el principal punto del mensaje que ha traído. De hecho, él prepara sus presentaciones para poder hacer esto, sabiendo que a menudo puede encontrarse en circunstancias en que tenga que hacerlo. Aunque presta atención al consejo de Jesús de no arrojar las perlas de verdad delante de los hombres que son como cerdos, el amor que el ministro le tiene al prójimo hace que él se muestre inventivo buscando maneras de alcanzar el corazón de los que ‘gimen y lloran a causa de las abominaciones que se hacen’ en la tierra.—Mat. 7:6; Eze. 9:4, Mod.

SE REQUIERE FE

11. ¿Qué es fe, y por qué les es vital a los cristianos tenerla?

11 El seguir un derrotero cristiano en el viejo mundo que desafía a Dios requiere fe. Para que uno esté dispuesto a olvidarse del orgullo personal y amoldar humildemente su manera de pensar y su vida en conformidad con las verdades que se le muestran en la Palabra de Dios, es vital tener fe. “Sin fe es imposible lograr su buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que llega a ser el galardonador de los que con sinceridad le buscan.” (Heb. 11:6) Pero ¿qué es fe—la clase de fe que agrada a Dios? Una definición de fe dada en el Collegiate Dictionary de Webster expresa la idea que comúnmente se acepta: Es “confianza completa, especialmente en alguien o algo expuesto a duda o sospecha.” Sobre esa base, siempre que se ponga en duda una práctica o enseñanza religiosa, el adherente dice: “Pero hay que tener fe.” Y con dicha “fe” los que son parte del sistema religioso son arrastrados en sumisión indiscutible a los antojos de los líderes religiosos. ¿Es seguro eso? “Un ciego no puede guiar a un ciego, ¿verdad? Ambos caerán en un hoyo, ¿no es cierto?” (Luc. 6:39) Lucas elogió a los que no siguieron un derrotero de “fe ciega” cuando dijo: “Ahora estos últimos [los de Berea] eran de ánimo más noble que los de Tesalónica, porque ellos recibieron la palabra con la más pronta disposición, examinando las Escrituras cuidadosamente cada día para ver si estas cosas eran así.” (Hech. 17:11) La fe que uno debe tener con el fin de ganar la aprobación de Dios se define claramente en Hebreos 11:1: “Fe es la expectativa segura de las cosas esperadas, la demostración evidente de las realidades aunque no se ven.”

12. ¿Qué base hay para creer en Dios?

12 Los cristianos tienen fe en Dios. ¿Por qué? No simplemente porque desde niños se les dijo que hay un Dios, sino a causa de la evidencia abrumadora a la cual han dado consideración sobria, y la cual es una demostración evidente de la realidad, Dios, a quien no contemplan con los ojos naturales. “Porque sus cualidades invisibles se observan claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se entienden por las cosas hechas, hasta su poder eterno y Divinidad, de modo que son inexcusables.” (Rom. 1:20) El salmista David consideró esa evidencia y se sintió impulsado a decir: “Los cielos están declarando la gloria de Dios, y de la obra de sus manos está contando la expansión.” “¡Cuántas son tus obras, oh Jehová! Con sabiduría las has hecho todas. Llena está la tierra de tus producciones.” (Sal. 19:1; 104:24) Sí, no sea usted impulsado por la “fe ciega,” sino abra los ojos de par en par y contemple el movimiento ordenado de los cuerpos celestiales, la sabiduría divina que se destaca en la naturaleza, el diseño intrincado y la belleza sobresaliente de la creación, porque todo esto es una demostración evidente de que hay un Creador, de que Dios existe.

13. ¿Qué base hubo para la fe de Abrahán en el nacimiento de un hijo?

13 En la Biblia se hace referencia a Abrahán, el amigo de Dios, por su fe sobresaliente. Jehová le prometió que en su vejez él tendría un hijo, Isaac. “Y, aunque no flaqueó en fe,” Abrahán no creyó simplemente porque le agradaba oír eso. “Él consideró su propio cuerpo, ahora ya amortecido, pues ya tenía aproximadamente cien años, también el amortecimiento de la matriz de Sara. Pero a causa de la promesa de Dios él no titubeó con falta de fe, sino que se hizo poderoso mediante su fe, dando a Dios la gloria y estando plenamente convencido de que lo que él había prometido también lo podía hacer. En consecuencia ‘se le contó como justicia.’” (Rom. 4:11, 19-22) Él sabía que desde un punto de vista humano eso no era posible; pero a causa de que Dios, el mismo que había creado al hombre con las facultades de transmitir la vida a su prole y le había dado a la mujer la habilidad de concebir y dar a luz hijos, era Quien prometía, Abrahán creyó. Él tuvo una expectativa segura de aquello que esperaba.

14. ¿Por qué actuamos con garantía al ejercer fe en el establecimiento de “nuevos cielos y una nueva tierra”?

14 Mirando adelante a aquello en que los siervos del Dios vivo han anclado su confianza por siglos, Pedro dijo: “Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.”(2 Ped. 3:13) Esta es una expectativa segura, y la seguridad yace en el hecho de que Quien los promete también es el Creador de ellos. “En el principio Dios creó los cielos y la tierra.” (Gén. 1:1) ‘Los cielos son la obra de sus manos’ y él es el “Creador de los fines de la tierra.” (Sal. 102:25; Isa. 40:28, Mod) Esto consta una demostración evidente del hecho de que Dios puede crear un cielo y una tierra. Ahora ha obrado para cumplir su promesa de un nuevo mundo por medio de establecer los nuevos cielos con Cristo en el trono en 1914 d. de J.C. y por medio de colocar los cimientos de la nueva tierra trayendo a la existencia su sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová en 1919 d. de J.C. La profecía que ahora se está cumpliendo manifiesta que en esta generación todos los inicuos serán eliminados de la tierra y de sus alrededores y se efectuará un levantamiento a la perfección que el hombre conoció en el Edén. El omnipotente poder de Dios y su eternidad garantizan que, tal como prometió, ellos morarán para siempre.

15. ¿En qué se basa la fe cristiana verdadera?

15 Ahora bien, ¿sobre qué está edificada dicha fe? ¿Es simplemente un producto de nuestro razonamiento, algo que se adquiere gradualmente como resultado de las experiencias de la vida? No, “la fe viene del oír, y el oír es por medio de la palabra de Dios.” (Rom. 10:17, Mod) “Toda Escritura es inspirada por Dios y es benéfica para enseñar, para reprender, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente, completamente equipado para toda buena obra.” (2 Tim. 3:16, 17) Del hecho de que la Biblia es una base sólida para la fe testifican abundantemente la arqueología, geología, historia y el cumplimiento de las profecías que se encuentran en la Biblia misma. The Bible and Archaeology dice: “La Biblia no puede sino salir ganando por el aumento que se logra en el conocimiento.” Es imposible tener la fe que agrada a Dios sin conocimiento de su Palabra. Es imposible tener una fe sólida sin conocimiento acertado. Si usted se esfuerza con toda diligencia para mostrarse aprobado ante Dios, usted estudiará la Biblia.

EL DERROTERO CRISTIANO

16, 17. ¿Qué significa ser cristiano en nuestro día?

16 De lo que se ha considerado aquí es evidente que el cristiano verdadero no es simplemente un adepto de una de las organizaciones religiosas que incluyen en sus enseñanzas el nombre de Cristo. Si es un discípulo de Jesús ha aprendido de Jesús, y eso significa que él cree las cosas que Jesús creyó y acepta las cosas que Jesús enseñó. Él no muestra falta de perspicacia y establece sus ideas como más deseables que la Biblia, ni siquiera en asuntos que todavía no entiende; al contrario, como cristiano acepta la enseñanza de Cristo, quien dijo: “Tu palabra es la verdad.” (Juan 17:17) Y, no sólo acepta toda la Palabra de Dios, sino que también acepta la agencia u organización que el Amo ha designado “para darles el alimento al debido tiempo. . . . De cierto les digo: Lo nombrará al cargo de todos sus bienes.” (Mat. 24:45-47) Por medio del profeta Isaías Dios identifica a ese siervo fiel cuando dice: “Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi Siervo, a quien he escogido.” (Isa. 43:10, Mod) Los que reconocen la voz del Pastor Propio, Cristo Jesús, están asociándose en números crecientes con la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová.

17 El cristiano es seguidor de las pisadas de Cristo. No sólo cree de manera diferente, sino que también obra de manera diferente al resto del mundo. “Por esto todos sabrán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.” (Juan 13:35) Esto afecta la vida de familia de los cristianos, su relación de unos con otros y con aquellos a quienes predican. Los señala como diferentes del viejo mundo. Los cristianos verdaderos “no son parte del mundo” y no dedican su tiempo, energía y dinero a perpetuarlo. No se envuelven en sus trifulcas políticas, sociales e internacionales. Ellos ‘buscan primero el reino de Dios y su justicia,’ sabiendo que el Reino es la solución a los problemas del género humano. E, imitando el ejemplo de Cristo, van de casa en casa en todas partes del mundo como testigos, proclamando “estas buenas nuevas del reino.” No como en pasatiempo agradable, aunque derivan gran gozo de su ministerio, sino considerándolo como la cosa más importante de su vida, siguen tras su servicio a Jehová Dios como siervos dedicados suyos. Los que son parte del viejo mundo no son impulsados por amor a Dios ni anhelan Su nuevo mundo; en vez de eso enconadamente se oponen a los que lo apoyan. Esto ha resultado en el cumplimiento de las palabras de Jesús: “Ustedes serán aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre.” Y el apóstol inspirado Pablo agregó: “De hecho, todos los que deseen vivir con devoción piadosa en asociación con Cristo Jesús también serán perseguidos.” (Mat. 24:9; 2 Tim. 3:12) Por su fiel derrotero cristiano serán recompensados con vida eterna en el nuevo mundo, donde continuarán hallando deleite en hacer la voluntad de Dios.

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