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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1958
w58 15/12 págs. 762-763

Preguntas de los lectores

● Puesto que Jesús sabía que iba a ser magullado por la gran Serpiente, Satanás el Diablo, en cumplimiento de Génesis 3:15, ¿por qué preguntó él, cuando estaba a punto de morir en el madero de tormento: “Mi Dios, mi Dios, ¿con qué fin me has abandonado?”—Mat. 27:46.

Al hacer Jesús esta pregunta cuando estaba en el madero de tormento, no la hizo porque no conociera con qué motivo Jehová Dios, su Padre celestial, lo había abandonado, sino para que se cumpliera la profecía. La profecía que se cumplió en este caso es la que se halla en el Salmo 22, que fué escrito por David, quien fué un tipo profético del Señor Jesucristo desde muchos puntos de vista.

En las palabras de apertura de ese salmo, David clama: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?” (Val) Cuando cualesquiera de los discípulos de Jesús que hayan estado allí cerca del madero de tormento, como Juan y María, la madre de Jesús, oyeron a Jesús clamar esas palabras de Salmo 22:1, posiblemente en ese momento no apreciaron por qué Jesús clamó así. Pero después que les vino el entendimiento, tras el derramamiento del espíritu santo en el día del Pentecostés, entonces deben haber recordado y apreciado el hecho de que este clamor profético identificaba a Jesús como el Cristo, el Mesías de Dios.

En el madero de tormento Jesús realmente había sido dejado o abandonado por su Padre celestial, Jehová, para que su integridad a Dios fuera probada hasta el mismo límite. Dios lo dejó, abandonándolo a las crueles tretas de Satanás el Diablo y sus inicuos agentes religiosos en la tierra. Así se le dió a Satanás, que tiene los medios para causar la muerte, plena libertad para ejercer ese poder contra el Hijo de Dios.

Pero el que Dios abandonara a Jesús estaba limitado a dejar que el Diablo y sus siervos embaucados le dieran muerte a Jesús. El abandonar a Jesús no incluyó el dejar que se deshicieran de su cuerpo muerto o cadáver. En vez de dejar que los enemigos de Jesús bajaran su cuerpo del madero de tormento y lo echaran en el valle ardiente de Hinnom (o Gehena), se permitió que José de Arimatea recobrara el cuerpo del madero de tormento y se encargara de que el cuerpo fuera enterrado en una tumba nueva que él había cortado. Este entierro de Jesús significó que estaba en Sheol, el sepulcro común de todo el género humano. En Sheol no fué abandonado por Jehová Dios, porque el Salmo 139:8 (que fué escrito por David, un tipo de Jesucristo) dice: “¡Si tendiere mi cama en Sheol, hete allí!” (Mod, margen) Así que al tercer día después de la muerte de Jesús, Jehová Dios lo levantó de entre los muertos a vida espiritual inmortal, demostrando así que él no había abandonado a Jesús permanentemente. Por eso cuando Jesús más tarde se manifestó a sus discípulos durante el mismo día de su resurrección podía decir: “Todas las cosas escritas en la ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos acerca de mí tienen que cumplirse,” incluyendo el Salmo 22:1 (Val), a saber: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?”—Luc. 24:44.

● En las páginas 83 y 84 del libro Usted puede sobrevivir al Armagedón y entrar en el nuevo mundo de Dios leemos: “La adoración de Jehová no se hizo cosa imposible debido a la destrucción del templo terrenal en Jerusalén. Su adoración pura con espíritu y verdad continuó en su templo espiritual que estaba siendo edificado por medio del Salomón antitípico, Jesucristo. Ese templo espiritual sobrevivió a la destrucción horrible de Jerusalén en el año 70. Ese templo ahora está casi terminado; las últimas de sus ‘piedras vivas’ todavía se están preparando sobre la tierra para ser colocadas en edificación en el templo en el cielo. . . . El templo verdadero de la adoración de Jehová está destinado a permanecer eternamente como el lugar de habitación de su espíritu.”

¿Hemos de entender que el templo espiritual cristiano deja de funcionar como tal al fin del reinado de mil años de Cristo cuando ya no necesite los servicios sacerdotales la humanidad? Si es así, entonces ¿en qué sentido permanece eternamente el verdadero templo de la adoración de Jehová como la habitación de su espíritu, según se declara en lo supracitado?

Para el fin del reinado de mil años del Rey Jesucristo toda la humanidad obediente habrá recibido los beneficios cabales del sacrificio de rescate del Señor Jesucristo. A estos hombres se les habrán perdonado todos sus pecados debidos a la herencia del pecador Adán y habrán sido elevados a la perfección humana a la imagen y semejanza de Dios. Esto suministrará la base para que sean justificados a la vida eterna en el nuevo mundo de Dios después que hayan pasado con éxito el breve período de prueba a que se les someterá cuando Satanás y sus demonios sean soltados al fin del reinado de mil años para probar la devoción exclusiva de la humanidad hacia Jehová Dios como Soberano universal. Los fieles a quienes Jehová entonces justifique no tendrán más necesidad de los beneficios del sacrificio de rescate de Jesucristo. Él, por lo tanto, ya no servirá de sacerdote con un sacrificio para ellos.

Aun así, él es un sacerdote para siempre según la semejanza del rey-sacerdote Melquisedec y por eso él reinará para siempre jamás en la parte capital de la organización universal de Jehová. (Sal. 110:4; Heb. 5:5-10) En las Escrituras Hebreas la palabra para “templo” realmente significa “palacio,” como por ejemplo el palacio de un rey. Jehová es el gran Rey de la eternidad. En Efesios 2:20-22 leemos concerniente al templo o palacio espiritual compuesto de Jesucristo y su congregación cristiana de 144,000 piedras vivas: “Han sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, mientras que Cristo Jesús mismo es la piedra angular de fundamento. En unión con él el edificio entero, trabado armoniosamente, está creciendo para ser templo santo para Jehová. En unión con él ustedes, también, están siendo edificados juntamente para ser lugar donde habite Dios por espíritu.”

Al fin del reinado de mil años de Jesucristo, y después del breve período de probar a todos los hombres que viven en la tierra al soltar a Satanás y sus demonios, Jehová Dios no retirará su espíritu de su casa espiritual, su templo o palacio. Su espíritu siempre habitará en ese palacio como la parte capital de su organización universal. Según la alegoría que se usa, este palacio es un edificio, no un sacerdocio. Como tal continuará para siempre para que él lo habite por espíritu. Para siempre será la organización capital sobre la organización universal de Jehová, incluyendo al género humano en la tierra, sobre el cual eternamente será los “nuevos cielos” del nuevo mundo. (Isa. 66:22, Mod) Jesucristo, exaltado en el cielo, es la parte principal de esa organización capital. Por esta razón será para siempre fiel a él, así como se declara en Filipenses 2:9-11: “Por esta misma razón Dios también le exaltó a un puesto superior y bondadosamente le dió el nombre que está por encima de todo otro nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo y de los que están en la tierra y de los que están debajo del suelo, y confiese toda lengua abiertamente que Jesucristo es Señor para gloria de Dios el Padre.” Así es que los miembros del género humano perfecto sobre la tierra tendrán que reconocer el palacio celestial de Jehová Dios en el cual él reside por su espíritu. Tendrán que adorarle para siempre por medio de ese palacio celestial. Así que el verdadero templo de la adoración de Jehová tendrá que permanecer eternamente para el servicio de ellos en la adoración del Altísimo Dios, Jehová, el Rey de la eternidad.

● Si una persona se ha dedicado a Jehová pero llega tarde a la asamblea y no oye el discurso sobre el bautismo y no contesta públicamente las dos preguntas que allí se hacen, ¿qué debe hacerse si éste que llega tarde es sumergido de todos modos?—M. K., Estados Unidos.

Si una persona llega demasiado tarde para oír el discurso y no contesta las dos preguntas, es posible que verdaderamente se haya dedicado a Jehová mediante Cristo sobre la debida base tal como ésta se expresa en las dos preguntas que se les hace a los candidatos para el bautismo. Por su bautismo en agua él ha hecho constar que él se ha dedicado a Dios y que tiene el entendimiento correcto de todo lo que esto implica, según lo abarcan las dos preguntas que se dirigen a los candidatos para el bautismo. No obstante, puede que esta persona no haya satisfecho al comité de servicio local en cuanto a lo referido. Por eso, antes de apuntar los datos de su bautismo en agua en la tarjeta de registro de este publicador el comité debe satisfacerse en cuanto al asunto. En otras palabras, deben hacer que éste se presente ante ellos y hacerle estas preguntas de modo que ellos mismos puedan oírlo contestarlas. Si el hermano contesta ambas preguntas afirmativamente, entonces el comité de servicio sabrá que él tenía el entendimiento correcto al tiempo de su bautismo y que su bautismo es válido. El comité entonces podrá con confianza registrar el bautismo de este hermano en agua como obligatorio y acepto ante la organización de Jehová. ¿Pero por qué llegar tarde a una ocasión de tanta importancia?

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