Preguntas de los lectores
● ¿Qué debe hacer el comité de congregación en el caso de una persona que ha cometido actos por los cuales merece que se le ponga a prueba o se le expulse y que ahora sostiene que a la luz de lo que La Atalaya del 15 de enero de 1959 dijo acerca de bautismos válidos e inválidos, su bautismo no fue válido?
Bien sabemos que la cristiandad afirma ser la organización de Jehová y dice que está en el nuevo pacto con él. Ella nunca ha renunciado a esa relación, aunque su pretensión es falsa. No obstante, debido a la apariencia que la cristiandad asume ante el mundo y las demandas que hace en conformidad con sus pretensiones jactanciosas, Jehová Dios juzgará a la cristiandad exactamente como si ella estuviera en verdaderas relaciones de pacto con él. Será juzgada infiel y castigada en conformidad con eso porque ha obrado hipócritamente y le ha acarreado vituperio al nombre de Dios.
Asimismo, si un individuo ha hecho una declaración de su dedicación a Dios mediante Cristo y después del discurso de bautismo se somete al bautismo en agua y entonces sigue asociándose con la congregación, aunque sea de vez en cuando, afirmando ser miembro dedicado y bautizado de la congregación y nunca renunciando a esa relación con la congregación, entonces ese individuo tiene que ser juzgado por la congregación según la apariencia de las cosas que él está presentando.
La congregación reconoce al individuo como honrado y que entró inteligentemente como pleno miembro de la congregación en virtud de su dedicación y bautismo. La congregación no es Dios, que puede leer el corazón, tampoco tiene dones sobrenaturales como los tenían Pedro y otros apóstoles para poder saber si el individuo es sincero y serio y no falso e hipócrita y falto de honradez. Si el individuo permite que la congregación lo acepte sobre la base del entendimiento y punto de vista que la congregación misma tiene del asunto, entonces dicho individuo se somete a que la congregación lo juzgue y trate con él de acuerdo con las normas que ella reconoce tal como se hallan en la Palabra de Dios.
Sí, después que comete un delito por el cual merece que se le expulse, el individuo entonces por primera vez niega el realmente haber sido lo que ha estado pretendiendo que es y lo que ha dejado que la congregación crea que es, entonces ciertamente está tratando de engañar a la congregación o abusar de su confianza y está tratando de salir del aprieto sin aceptar la responsabilidad y las debidas consecuencias de sus actos. Ahora no puede decir correctamente que realmente no se había dedicado y que su bautismo fue un gran error y que en verdad nunca fue miembro de la congregación y de la sociedad del nuevo mundo y que por eso ésta no puede castigarlo ni expulsarlo de ella.
Esto es especialmente cierto en el caso del individuo que al hallarse en estas circunstancias hace una confesión. Si dentro de sí él no se consideró miembro de la congregación, entonces ¿por qué confesarse con la congregación en el primer lugar? Una persona no dedicada, no bautizada, no se halla obligada a confesar a la congregación todos los pecados y maldades que cometió antes de su dedicación y pedir su perdón. Lo único que se requiere es que limpie su vida, entonces que se dedique y obre en armonía con esa dedicación y se presente para bautizarse.
Pero sea que confiese o no, cuando se halla que una persona es culpable de mala conducta hay que tratar con ella en conformidad con la apariencia que ella presentó a los de la sociedad del nuevo mundo y por lo tanto tiene que ser puesta a prueba o expulsada según dicte la situación. Si después que esta persona haya sido restablecida todavía está convencida de que no había hecho una dedicación antes de su bautismo y que por lo tanto era inválido, debe, si acaso no lo ha hecho todavía, hacer una dedicación a Dios inteligente y obligatoria ahora que se ha arrepentido y ha demostrado su arrepentimiento por obras dignas de su arrepentimiento y entonces debe bautizarse. No podemos jugar con Jehová Dios. Este es un asunto serio y debe tratarse con seriedad.
● Cuando se lee en voz alta de los Salmos, ¿debe leerse también la palabra Selah en voz alta?—L. E. M., EE. UU.
Cuando se está haciendo una lectura en público de los salmos bíblicos no parece haber razón para leer la palabra Selah. Como se explica en la nota al pie de la página en la Traducción del Nuevo Mundo de Salmo 3:2, Selah es un término técnico en hebreo que se usa en la música o recitación, el significado del cual no se ha transmitido a nosotros. Por eso es que se pone en letras bastardillas en la Traducción del Nuevo Mundo. Puesto que ni el que lee ni el que oye entiende lo que significa esta palabra, el lector no comunica ninguna idea al oyente al pronunciar la palabra. Por lo tanto puede omitirse la palabra sin causar daño y sin perder nada del texto de los Salmos.