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  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1961
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1961
w61 15/10 pág. 638

“El Vaticano de Babilonia”

EN SU libro Lost Cities Leonardo Cottrell relata de la excavación de las ruinas de Babilonia, iniciada por la Sociedad Orienta Alemana bajo Roberto Koldewey: “Uno por uno los edificios principales quedaron revelados por los métodos pacientes de los alemanes; el Templo de Nimac, el Foso Muro de Imgur-Bel, y la sección sagrada que encerraba el Ziggurat (Torre) Etemenanki, ‘la piedra de fundamento del cielo y la Tierra’—La Torre de Babilonia misma. Esta constaba de un atrio rectangular tremendo, cercado de edificios, algunos de los cuales posiblemente eran para alojar a los peregrinos que venían al altar del dios, otros eran los hogares ricos y espaciosos de los sumos sacerdotes. Esto era, como dice Koldewey, ‘el Vaticano de Babilonia,’ el lugar que Herodoto describió como ‘El santuario de puertas de bronce de Zeus Belo.’

◆ “Desde una extremidad del atrio se elevaba la torre misma, en ocho etapas, aunque no podemos saber con certeza hasta qué altura subió originalmente. Tanto Nabucodonosor como su padre Nabopolasar dejaron inscripciones en las cuales se da énfasis a su altura. Nabopolasar dijo: ‘En este tiempo Marduc me mandó . . .; la torre de Babilonia, que en tiempo antes de mí se había debilitado, y se había arruinado, que colocase sus cimientos firmes hasta el seno del mundo terrenal, mientras que su cima debería extenderse hacia el cielo.’ Y su hijo se jacta de que ‘Para elevar la cima de Etemenanki para que le haga competencia al cielo puse mi mano’. . . . Babilonia misma, después de una resurrección breve, ha vuelto de nuevo a ser la masa informe de ruinas que Rich y Layard vieron, porque los muros de ladrillos de barro, una vez que se exponen pronto se desmoronan, y desde que los alemanes partieron los constructores árabes de Hillah han explotado y llevádose casi todo ladrillo del Ziggurat de Etemenanki. Existe solo en las páginas del libro de Koldewey.”

◆ Un visitante reciente a las ruinas de Babilonia, Pedro Bamm, dice en su libro Early Sites of Christianity: “Las excavaciones son un campo de ruinas casi impenetrable y dejan a uno perplejo. . . . Al entrar en el sitio de excavación primero se llega a la célebre Puerta de Ishtar. Ishtar era la diosa de la fecundidad. Después se fundió con la Deméter griega. La Puerta de Ishtar es una estructura extensa metida muy profundamente en la tierra. Pasé entre altos muros de ladrillo, quince metros de alto, en los cuales todavía pueden discernirse las formas de enormes toros, dragones y leones, que estaban distribuidos a intervalos regulares. Los realces se componían de azulejo de colores brillantes. Hace cincuenta años se llevó toda esta obra magnífica a Berlín. Nabucodonosor mismo tapó parte de la Puerta de Ishtar para poder edificar una avenida procesional sobre un nivel más alto.

◆ “La mayor parte de la vía procesional de Nabucodonosor, la cual fue empedrada con losas grandes, se ha puesto al descubierto. Tiene varios kilómetros de largo. Comienza en la Puerta de Ishtar y termina en el Ziggurat, la torre en cuya cúspide estaba el Templo de Marduc, el dios de Babilonia. En las procesiones solemnes los sacerdotes cargaban las estatuas de los dioses por este camino. Había palacios en ambos bordes de la vía sagrada, y los muros de sus cimientos que han sido excavados todavía dan a uno una idea de su magnificencia. El camino debe haberse parecido algo al de los Campos Elíseos de París, entre el Luvre y el Arco de triunfo.”

◆ El arqueólogo Koldewey, que llamó la sección del templo “el Vaticano de Babilonia,” publicó sus impresiones en el libro The Excavations at Babylon: “Pues ¿qué es información escrita en comparación con la claridad de la evidencia que obtenemos de los edificios mismos, aunque están arruinados? La masa colosal de la torre, la cual los judíos del Antiguo Testamento consideraban ser la esencia de la presunción humana, en medio de los majestuosos palacios de los sacerdotes, las espaciosas tesorerías, los incontables alojamientos para los extraños—muros blancos, puertas de bronce, muros de fortificación fuertes colocados en cerco con puertas elevadas y un bosque de 1,000 torres—en su conjunto debe haberle dado a uno una sensación muy impresionante de grandeza, poder y riqueza, cosa parecida a la cual hubiese sido difícil hallar en otra parte del gran reino babilonio.

◆ “Una vez vi la gran estatua de plata de la Virgen, de pie y de tamaño más grande que el natural, cargada de exvotos, sortijas, piedras preciosas, oro y plata, cargada en unas andas por cuarenta hombres, aparecer en la puerta de la cúpula de Siracusa, muy por encima de las cabezas de las muchedumbres reunidas. . . . Es al estilo de eso que me forjo un cuadro mental de una procesión del dios Marduc al salir él de Esagila, tal vez por el atrio encerrado, para avanzar por este camino triunfante por la calle de Procesión de Babilonia.”

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