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  • Libro Paraíso ayuda a ver la verdad
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1962
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1962
w62 1/2 pág. 84

Libro Paraíso ayuda a ver la verdad

DESPIERTA PREDICADOR JUBILADO

● Dos testigos de Jehová hacían visitas de casa en casa en Texas cuando se encontraron con un ministro jubilado. Había sido ministro metodista por tres años y ministro bautista por dos años. Después de varias revisitas se suscribió a La Atalaya y ¡Despertad! Poco tiempo después tomó el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado. El capítulo “Cómo se apostató de la creencia y obra verdaderas” lo afectó particularmente: Le abrió los ojos del entendimiento en cuanto a la organización de Satanás. Con una visión clara también de la organización de Jehová, se dedicó a Jehová Dios en la asamblea de distrito de Houstón. Ahora, a la edad de setenta años, ya no está “jubilado” sino ocupado predicando las buenas nuevas del Reino, hasta con la esperanza de ser precursor.

RECOBRADO Y LEÍDO

● En California, mientras un señor ayudaba a una vecina a limpiar su garage, observó que entre los artículos que había en la basura había un libro Paraíso. Le preguntó a la vecina si podía leerlo, puesto que tenía una portada bonita y a él le gustaba leer. Empezó a leerlo y siguió leyendo hasta que lo terminó a las tres de la mañana. Ese mismo día quiso hallar a un testigo de Jehová pero no sabía dónde buscarlo. Tres días después, sin embargo, un testigo de Jehová llamó a su puerta. Estudió en su hogar por algún tiempo y se bautizó en la asamblea de distrito de San Francisco.

LEYENDO POR TURNO

● Mientras participaba en el ministerio de casa en casa durante la asamblea de distrito de Milwaukee, una testigo de Jehová se encontró con un hombre que recientemente había estado en el hospital. Él le dijo a la Testigo que su compañero de cuarto en el hospital había estado leyendo el libro Paraíso. Él había querido leerlo también, pero su compañero de cuarto estaba tan absorto en el libro que seguía leyendo hasta tarde en la noche. Para poder también leer el libro Paraíso, le contó este señor a la Testigo, trató de dormir temprano para leer el libro mientras su compañero dormía. Le preguntó a la Testigo si ella le podía conseguir de alguna manera este libro. La Testigo regresó más tarde durante el día con un ejemplar, y el señor dijo: “Usted puede volver si quiere, pero yo sé lo ocupados que están ustedes; y yo estaría dispuesto a estudiar con mi propio hijo de siete años para ahorrarle el esfuerzo.”

EN LA ESCUELA

● En Texas la maestra pidió a los estudiantes de una clase que hicieran un informe verbal sobre un libro para el día siguiente. Una niña, testigo de Jehová, se fue a casa e hizo un informe sobre el libro Paraíso. El día siguiente dio su informe en la clase. Mientras daba su informe, la joven Testigo mostraba a la clase las ilustraciones a color del libro. Aunque los demás estudiantes habían tomado de cinco a diez minutos para sus informes, la Testigo tomó cuarenta y cinco minutos. Esto se debió a que le hicieron muchas preguntas y necesitó tiempo para contestarlas. Después la maestra y diez condiscípulos pidieron un ejemplar del libro Paraíso. La semana siguiente la Testigo comenzó un estudio bíblico con uno de estos condiscípulos.

EN TERRITORIO AISLADO

● En Texas un señor que volvía del trabajo una noche oyó a su esposa decirle que ella no se sentía feliz. Al preguntarle por qué, ella explicó que ninguno de ellos estaba haciendo nada para edificarse espiritualmente. El esposo decidió que deberían empezar a asistir a una iglesia. Como dos meses después un grupo de Testigos de Houstón que vino en un auto trabajó el territorio aislado en que vivía esta familia. La señora obtuvo un libro Paraíso. Más tarde, cuando el esposo volvió del trabajo, él tomó el libro y empezó a leerlo. Después de la cena volvió a la sala a leer de nuevo, y continuó por tres horas. Entonces levantó los ojos y le preguntó a su esposa: “¿Hay algún lugar aquí cerca donde nos pudiéramos reunir con la gente que enseña las cosas de este libro? Hice un error al unirme a la iglesia adonde hemos estado yendo.” Su esposa le dijo que no sabía pero que iba a investigar. De esto resultó que visitaron el Salón del Reino. Al fin de la reunión la señora se acercó a uno de los Testigos y le preguntó: “¿Hay alguien aquí que pudiera venir a nuestra casa para ayudarnos a aprender algo acerca de la Biblia?” Un Testigo hizo arreglos para visitar el hogar de la pareja y conducir un estudio bíblico de casa; un promedio de quince personas asistió a este estudio. Siete de estas personas asistieron a la Asamblea “Adoradores unidos” de Houstón.

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