Jóvenes y ancianos honran a Jehová
● Frecuentemente refugiados procedentes de la Alemania Oriental tienen que estar conformes con vivir en un solo cuarto de una casa, y los niños visitan frecuentemente a otras familias. Esto también le sucedió a una niñita que visitó con frecuencia el cuarto de unos testigos de Jehová. Allí, sin embargo, notó algo que nunca antes había visto—que antes de las comidas se daba gracias a Jehová. En su propia casa cuando su padre venía a casa deseaba a la familia “¡Buen apetito!” y entonces todos comenzaban a comer. Después de oír muchas veces la expresión de gracias, ¿qué hizo esta niñita? Un día, antes de empezar a comer en su casa, inclinó la cabeza y oró en alta voz: “Te damos gracias, Jehová, por este alimento. Amén.” ¡Cuánto se sorprendieron los padres! La madre le preguntó inmediatamente a la niñita cómo era que ella sabía esta oración sencilla, y su hija le dijo lo que había oído y visto en el hogar de un testigo de Jehová. Como resultado la madre visitó a la familia de Testigos y preguntó acerca de la oración e hizo muchas otras preguntas sobre la Biblia. Esto llevó a un estudio bíblico con el padre y la madre y la niñita y, no mucho tiempo después, los tres se bautizaron en símbolo de su dedicación a hacer la voluntad de Jehová.
● Además, en las Filipinas, hace poco tiempo, un hombre de buena voluntad que quería conformarse a los requisitos justos de Dios se presentó en uno de los hogares misionales de los Testigos para que lo casaran. ¿Su edad? Tenía noventa y siete años de edad, y su novia tenía ochenta y nueve años. Habían estado viviendo juntos como marido y mujer por treinta y siete años, y ahora, como resultado de habérseles enseñado la verdad en cuanto al matrimonio, querían vivir juntos en una condición que fuera bíblicamente honorable.