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  • Victoria para la mujer de Dios sobre su antigua enemiga
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1964
w64 1/6 págs. 328-335

Victoria para la mujer de Dios sobre su antigua enemiga

“No te regocijes de mí, oh tú, enemiga mía. Aunque he caído, ciertamente me levantaré; aunque moro en la oscuridad, Jehová me será luz.”—Miq. 7:8.

1. ¿Qué dos mujeres han sido enemigas por largo tiempo, y qué preguntas hace surgir esa enemistad?

POR cuatro mil dos cientos años la mujer de Dios y su antigua enemiga se han enfrentado una a otra. Durante la mayor parte de este tiempo ha parecido que la antigua enemiga le ha llevado la ventaja a la mujer de Dios. ¿En qué situación se encuentran las dos mujeres, la una con respecto a la otra, hoy día? ¿Cuándo terminará su enemistad? ¿Y cómo? ¿Resultará en un compromiso y un acuerdo de coexistir con una base de amistad, o terminará en la destrucción de una y en la victoria eterna para la otra? Esta no es simplemente una riña entre dos mujeres como asunto personal de ellas y que signifique poco para los demás de nosotros en cuanto al resultado. El resultado sí nos concierne a todos nosotros. Créanlo o no, todos estamos relacionados con una de estas mujeres o la otra. Es necesario saber cuáles deberían ser nuestras relaciones para con ellas, y eso ¡ahora mismo! Pero, ¿cómo podemos saberlo?

2. (a) ¿Adónde podemos acudir para información sobre este caso? (b) ¿Quién saldrá victoriosa, y con qué resultados para la humanidad?

2 Hay un libro de información sobre todo el caso de ellas. ¿Qué libro es ése? Es el libro que nos dice cómo la mujer en general llegó a existir y cómo la mujer vino a ser madre de todos nosotros. Tiene mas consejo sólido y equilibrio acerca de las mujeres que cualquier otro libro en la Tierra. Es la Santa Biblia. Desde su primer libro, Génesis, hasta su último libro, la Revelación o el Apocalipsis, bosqueja el desarrollo de este caso de enemistad femenina desde su principio y nos enseña todos sus puntos sobresalientes hasta su gran punto culminante en la brillante victoria de la mujer de Dios sobre su antigua enemiga. Así podemos saber de antemano si es que vamos a ganar con la primera o perder con la última. El perder con la mujer enemiga borrará nuestro futuro eterno. Ganar con la mujer de Dios asegurará para nosotros vida sin fin en felicidad suprema en la familia universal de Dios el Gran Padre.

3. (a) ¿Es posible identificar ahora a la mujer enemiga? (b) ¿Qué no hemos de entender por la expresión “mujer de Dios”?

3 Aquella mujer enemiga—¿quién es, exactamente? Esto ha sido un misterio por largo tiempo, pero ahora se le puede identificar. Y la mujer de Dios—¿quién es, exactamente? ¿Aplica la expresión “mujer de Dios” a una mujer de la misma manera que fueron llamados individualmente “hombre de Dios” antiguos profetas como Moisés, Elías y Eliseo y hasta el superintendente cristiano Timoteo? No, porque esta mujer particular es de Dios en el sentido de ser Su esposa. Pero, ¿desde cuándo ha estado casado Dios en el cielo? ¿Quién es su esposa? Y, ¿es ella una diosa que debamos adorar nosotros? Estas preguntas merecen una contestación. Sin embargo, desde el principio no debemos pensar en la mujer o esposa de Dios desde el punto de vista de las mitologías religiosas de naciones mundanas que nos hablan de los varios dioses y sus diosas esposas. El propio libro de Dios, la Santa Biblia, presenta a la esposa de Él como algo completamente diferente.

4. ¿En qué circunstancias y con qué expresiones mencionó primero Dios su mujer al hombre?

4 Bien temprano en la historia de la humanidad Dios hizo mención de su mujer o esposa. Fue en el jardín paradisiaco de Edén. La primera pareja humana, Adán y Eva, acababan de pecar debido a la tentación inducida por la serpiente mentirosa. Dios el Padre celestial examinó a su hijo y su hija terrestres desobedientes. Consiguió la propia confesión de ellos de haber quebrantado la ley divina. Su principio en el pecado ellos lo recibieron de la serpiente mentirosa, pero no precisamente de la culebra del suelo, sino más bien de la persona inteligente invisible que hubo detrás de la culebra. Adaptando su lenguaje a la culebra literal, Dios le dijo a aquel Mentiroso, Calumniador y Opositor invisible de Dios: “Sobre tu vientre andarás y polvo es lo que comerás todos los días de tu vida. Y yo pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.” (Gén. 3:14, 15) ¿A qué mujer se menciona?

5, 6. (a) ¿Por qué no podía presumidamente creer Eva que ella era la mujer? (b) ¿Cómo empezó a dársele a conocer a Eva la existencia de la mujer celestial?

5 La mujer carnal Eva quizás pensó que ella era la mujer. Pero después de pecar contra su Dios y Padre, ¿podría ser ella, una “mujer de Dios”? Desde su principio ella fue la esposa de Adán y nunca la esposa de Dios.

6 Eva no se dio cuenta de que había otra mujer en existencia porque esta mujer le era invisible. Era celestial no terrenal o carnal como Eva. La evidencia de que esta otra mujer existía empezó a dársele a conocer a Eva cuando ella y su esposo fueron echados del jardín de Edén y súbitamente, de la región invisible, aparecieron como guardianes a la entrada del jardín personas que ella nunca había visto antes. ¿Cómo aconteció esto? Fue por un milagro de Dios. En Génesis 3:24 dice: “Y así arrojó al hombre y estacionó al oriente del jardín de Edén los querubines y la hoja llameante de una espada que daba vueltas ella misma continuamente para guardar el camino al árbol de la vida.” Estos querubines eran representantes de la mujer celestial de Dios. Según el registro de la entera Biblia, esta “mujer” resultó ser la madre de la Descendencia que en realidad magulla a la gran Serpiente invisible en la cabeza.

7, 8. ¿Quién presenta la esposa de Jehová a nosotros, y de qué manera?

7 No somos nosotros quienes atribuimos a Dios una esposa celestial. Él mismo es El que primeramente nos habla de su estado matrimonial y de su esposa, presentándonos su esposa, por decirlo así. Lo hizo en el octavo siglo antes de Cristo, por medio de su profeta Isaías inmediatamente después de predecir los sufrimientos de Cristo como el Cordero de Dios y entonces su glorificación, el profeta Isaías procede a dirigirse a la mujer de Dios y decir:

8 “‘¡Grita gozosamente, tú mujer estéril que no dabas a luz! Alégrate con grito gozoso y grita como en chillido, tú que no tenías dolores de parto, porque los hijos de la desolada son más numerosos que los hijos de la mujer que tiene un dueño marital,’ ha dicho Jehová. ‘Porque tu magnífico Hacedor es tu dueño marital, siendo su nombre Jehová de los ejércitos; y el Santo de Israel es tu Recomprador. El Dios de toda la tierra será llamado él. Porque Jehová te ha llamado cual si fueras una esposa abandonada y lastimada en espíritu, cual esposa del tiempo de la juventud que fue entonces rechazada,’ tu Dios ha dicho. ‘Oh mujer afligida, azotada de la tormenta, no consolada, aquí estoy colocando tus piedras con argamasa dura, y colocaré tu cimiento con zafiros. Y haré tus parapetos de rubíes, y tus puertas de piedras resplandecientes como el fuego, y todos tus linderos de piedras deleitables. Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante.’”—Isa. 54:1, 5, 6, 11-13.

9. Al citar de la profecía de Isaías, ¿qué aplicación le dio Jesucristo?

9 Jesucristo, el Cordero de Dios, citó de esta profecía de Isaías y declaró que todos estos hijos de la mujer de Dios vendrían adonde él, el Hijo de Dios. A los judíos de Capernaum a quienes él había alimentado milagrosamente con pan y pescado, Jesús dijo: “Yo soy el pan que bajó del cielo; . . . Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los Profetas: ‘Y todos ellos serán enseñados por Jehová.’ Todo el que ha oído de parte del Padre y ha aprendido viene a mí.”—Juan 6:24, 25, 41-45.

10. En la profecía de Isaías, ¿qué se usa para simbolizar a la mujer de Dios, y, simbolizada de esa manera, qué cosa experimenta ella?

10 Las palabras de Dios a su mujer como se dan en la profecía de Isaías hablan de colocar sus piedras con argamasa dura y su cimiento con zafiros, y de hacer sus parapetos de rubíes, sus puertas de piedras resplandecientes como fuego y sus linderos de piedras deleitables. De esto se desprende claramente que a la mujer de Dios se le simboliza con una ciudad. Como se le simboliza por esta ciudad ella sufre la experiencia de verse afligida, azotada como por una tormenta, estar sin consuelo y sin hijos o ciudadanos, y necesita que se le recompre para pertenecer otra vez a su Dios, Jehová. Tome nota de que estas palabras no se dirigen a la nación de Israel, como sí se dirigen a ésta las palabras de la profecía de Jeremías (3:14, 20; 31:32), que también hablan de un dueño marital. Más bien, las palabras de Dios por medio de su profeta Isaías se dirigen a una ciudad a la que se rescata de una condición semejante a la de viudez sin hijos y que llega a estar llena de hijos o ciudadanos a quienes Jehová Dios mismo enseña porque él es esposo de ella.

11. ¿Qué es una “ciudad,” y qué otras preguntas se hacen?

11 Una ciudad es una organización; y por lo tanto la mujer de Dios no es una sola persona que tenga cualidades femeninas, sino que es una organización de personas, a todas las cuales se les ‘junta en unidad.’ (Sal. 122:3) ¿Dónde, pues, está esta organización? ¿Está en la Tierra, como en el caso de la nación natural de Israel en los días de Isaías y Jeremías?

LA MUJER DE DIOS IDENTIFICADA

12, 13. Al asemejar una ciudad a una mujer, ¿cómo elimina Pablo a la Jerusalén terrenal de ser la mujer de Dios?

12 La propia Palabra de Dios, la Santa Biblia, nos dice dónde se halla su organización semejante a esposa. El apóstol cristiano Pablo cita de la profecía de Isaías ya mencionada y muestra que ella no está en la Tierra en la forma de la nación de Israel natural, la nación judía que hoy tiene su capital en Jerusalén, en la parte nueva de la ciudad, mientras la nación musulmana de Jordania tiene la parte antigua. Note que el apóstol Pablo asemeja una ciudad a una mujer y que elimina a la Jerusalén que está en la Tierra de ser la mujer de Dios. Tomando como sus ilustraciones a Sara la esposa del patriarca hebreo Abrahán y a su esclava egipcia llamada Agar, Pablo escribe a los cristianos espirituales:

13 “Abrahán adquirió dos hijos, uno de la sierva y uno de la mujer libre; pero el de la sierva realmente nació según la manera de la carne [por medio de Agar que todavía era lo suficientemente joven como para concebir hijos], el otro [hijo] de la mujer libre mediante una promesa. Estas cosas quedan como un drama simbólico; porque estas mujeres significan dos pactos, el uno del monte Sinaí, que da a luz hijos para esclavitud, y el cual es Agar. Ahora bien, esta Agar significa Sinaí, una montaña en Arabia, y ella corresponde a la Jerusalén de hoy, porque está en esclavitud con sus hijos. Pero la Jerusalén de arriba es libre [como lo era Sara], y ella es nuestra madre. Porque está escrito [en Isaías 54:1]: ‘Alégrate, mujer estéril que no das a luz; prorrumpe y clama en voz alta, mujer que no tienes dolores de parto; porque los hijos de la desolada son mas numerosos que los de la que tiene el esposo.’ Ahora bien, nosotros, hermanos, somos hijos pertenecientes a la promesa, lo mismo que lo fue Isaac [el hijo de Sara]. Pero así como en aquel entonces el que nació según la manera de la carne se puso a perseguir al que nació según la manera del espíritu, así también ahora. Sin embargo, ¿qué dice la Escritura? ‘Echa fuera a la sierva y a su hijo, porque de ningún modo será heredero el hijo de la sierva con el hijo de la mujer libre.’ Por lo tanto, hermanos, no somos hijos de una sierva, sino de la mujer libre [la Jerusalén de arriba].”—Gál. 4:22-31; Gén. 21:1-10.

14, 15. ¿Cómo identifica a la esposa de Jehová un segundo testigo?

14 Esto identifica a la mujer de Dios, o la esposa de Jehová como una organización celestial a la que, bíblicamente, se le llama “Jerusalén de arriba.” Un testimonio doble de este hecho se nos da en la carta inspirada a los cristianos hebreos. Refiriéndose primeramente al monte Sinaí en Arabia, la montaña desde la cual se dieron los Diez Mandamientos del pacto de la ley de Dios con la nación de Israel, y la cual montaña fue representada por la sierva Agar, Hebreos 12:18-28 dice, en parte:

15 “Porque ustedes no se han acercado a lo que puede palparse [o sea, a la montaña] y que se ha puesto a arder con fuego, y a una nube oscura y a densa oscuridad y a una borrasca, . . . Mas ustedes se han acercado a un monte de Sion y a una ciudad del Dios vivo, a Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, en asamblea general, y a la congregación de los primogénitos que han sido matriculados en los cielos, y a Dios el Juez de todos, y a las vidas espirituales de justos que han sido hechos perfectos, y a Jesús el mediador de un nuevo pacto, y a la sangre de la rociadura, que habla de una manera mejor que la sangre de Abel. . . . En aquel tiempo su voz sacudió la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: ‘Todavía una vez más pondré en conmoción no solo la tierra, sino también el cielo.’ Ahora bien, la expresión ‘Todavía una vez más’ significa la remoción de las cosas que son sacudidas como de cosas que han sido hechas, para que permanezcan las cosas que no son sacudidas. Por eso, siendo que hemos de recibir un reino que no puede ser sacudido, continuemos teniendo bondad inmerecida, por la cual rindamos a Dios de manera acepta servicio sagrado, con temor piadoso y reverencia.”

16. (a) ¿Qué expresiones de Hebreos 12:18-28 prueban que la mujer de Dios es una organización celestial? (b) ¿Qué significó el pronunciamiento de la sentencia de Jehová contra Satanás en cuanto a su mujer y la Descendencia de ella?

16 A la Jerusalén de arriba aquí se le llama ‘una ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial.’ Ella es la mujer o esposa de Dios. Ella es la organización celestial compuesta de las “miríadas de ángeles, en asamblea general.” Esta organización de santos ángeles estaba presente con Jehová Dios en el cielo cuando él pronunció sentencia contra la Gran Serpiente en el jardín de Edén hace casi seis mil años. Así, cuando Jehová Dios habló de poner enemistad entre la Serpiente y la “mujer” y dijo que la descendencia de la mujer magullaría a la Serpiente en la cabeza, la mujer o esposa de Jehová estaba con él en el cielo. Ella era la “mujer” que había de proveer la Descendencia que ejecutaría este acto. El que ella proveyó directamente para este acto victorioso fue el Hijo unigénito de Dios, quien vino a ser Jesucristo en la Tierra y quien dijo: “Yo soy el pan que bajó del cielo.”

17. (a) ¿Cuándo y cómo llegó a ser Jesús el hijo espiritual primogénito de la Jerusalén celestial? (b) ¿Cuándo se le llegó a reconocer como hijo completamente?

17 El primer paso que se dio en esta dirección fue el nacimiento de Jesús en el año 2 a. de J.C. Pero la Jerusalén celestial en realidad lo dio a luz como su Hijo espiritual primogénito treinta años más tarde, en el año 29 d. de J.C. En aquel año Jesús fue bautizado en agua, y su Padre celestial derramó espíritu santo sobre él y anunció su engendramiento como Hijo espiritual al decir: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.” Tres años y medio más tarde la Jerusalén celestial en realidad lo dio a luz como Hijo completamente espíritu de ella cuando Dios sanó la herida del talón que le había infligido la Gran Serpiente y levantó a Jesucristo de los muertos a vida espiritual en el cielo. Entonces la Jerusalén celestial lo recibió en medio de su organización de hijos angelicales en los cielos, pero como el Principal entre ellos, en la posición de Arcángel.—Mat. 3:13-17; 27:27 a 28:10; 1 Ped. 3:18, 19.

18. ¿Cómo pudo entonces regocijarse la Jerusalén celestial, exactamente como Sara se regocijó?

18 Este acontecimiento maravilloso dio a la Jerusalén celestial gran causa para regocijarse y para clamar de gozo. Su esterilidad, medida desde el tiempo de la promesa de una Descendencia para ella en el jardín de Edén, había terminado con el nacimiento completo de su Hijo más glorioso. Ella se regocijó, exactamente como la anciana Sara se regocijó debido al nacimiento de su único hijo Isaac.

19. ¿Qué otros hijos tendría la Jerusalén celestial?

19 Sin embargo, el apóstol dijo a sus hermanos cristianos: “Ahora bien, nosotros, hermanos, somos hijos pertenecientes a la promesa, lo mismo que lo fue Isaac. Por lo tanto, hermanos, . . . somos hijos . . . de la mujer libre.” (Gál. 4:27, 28, 31) Esto saca a relucir el hecho de que la Jerusalén celestial tendría otros hijos para el cumplimiento de la promesa de Génesis 3:15 de Jehová concerniente a la Descendencia de la mujer.

20. ¿Cuándo se empezó a dar a luz a estos otros hijos espirituales, dando aun más razón a la mujer de Dios para gritar gozosamente?

20 Empero, como Isaías 54:1 predijo, ella tendría hijos espirituales en mayores números que los hijos de la esclava simbólica que, en la forma de la nación del Israel natural, había estado unida por algún tiempo a Jehová Dios. Estos otros hijos espirituales, según la promesa de Génesis 3:15, empezaron a ser dados a luz el día de Pentecostés, cincuenta días después de la resurrección de Jesucristo, cuando el espíritu santo fue derramado sobre ciento veinte fieles discípulos de Jesús que esperaban en Jerusalén. (Hech. 2:1-39) Allí Jehová los engendró por su espíritu. Debido a esto, la mujer de Jehová, la Jerusalén celestial que había estado estéril por largo tiempo, tuvo todavía más razón para regocijarse y gritar gozosamente. Hoy, en este año de 1964, ella tiene un resto de esta descendencia espiritual todavía en la Tierra, un resto que está esperando su nacimiento completo en los cielos.

LA MUJER ENEMIGA

21. (a) ¿Desde qué tiempo se simboliza a la mujer de Dios por la Jerusalén terrestre? (b) ¿Cuándo apareció la mujer enemiga?

21 ¿Quién, sin embargo, es aquella otra mujer, la enemiga de la Jerusalén celestial? ¿Y cuándo se enfrentó la mujer de Dios a esta mujer enemiga por primera vez? Desde el tiempo en que el rey David capturó la ciudadela de Jerusalén y la hizo su ciudad capital en el siglo once antes de Cristo, la mujer de Dios había sido simbolizada por la Jerusalén de la Tierra. De hecho, a ella se le llegó a llamar por el nombre de esta ciudad terrestre. (2 Sam. 5:1-9) La Jerusalén terrestre tenía sus raíces en la ciudad de Salem, donde el rey Melquisedec fue “sacerdote del Dios Altísimo” en los días del patriarca Abrahán en el siglo veinte antes de Cristo. (Gén. 14:17-20) Pero, por supuesto, la mujer de Dios, la Jerusalén celestial, existió antes de eso. En los días de la antigua Salem la mujer enemiga ya existía, y en una parte de la región donde ella dominaba el patriarca Abrahán se mudaba de un lugar a otro. Fue aproximadamente doscientos años antes del nacimiento de Abrahán que la mujer enemiga apareció.

22. (a) ¿Por qué se llegó a llamar por el nombre de la antigua ciudad de Babilonia a la mujer enemiga? (b) ¿Qué indica que la enemiga es algo mayor que la ciudad literal?

22 Según el último libro de la Biblia a la mujer enemiga se le llegó a llamar por el nombre de una ciudad terrestre. Su nombre misterioso, Babilonia la Grande, señala atrás a la ciudad de Babilonia edificada en la ribera del río Éufrates en la tierra de Sinar en el siglo veintitrés antes de Cristo. Esta ciudad llegó a ser un símbolo de Babilonia la Grande. Sin embargo, por llamársele la Grande, se indica que la mujer enemiga es algo mayor que la ciudad literal de Babilonia en el Éufrates. La mujer enemiga todavía existe hoy, aun después que la Babilonia antigua ha yacido en ruinas mohosas por más de mil años. (Rev. 14:8; 17:5) Es verdad que Babilonia la Grande tiene sus raíces en la antigua Babilonia, pero ella es mayor y de una vida más larga y ejerce más poder mundial que el que jamás ejerció aquella antigua Ciudad de Maravillas.

23. ¿Quién construyó a Babilonia, y qué se proponían hacer los constructores de la ciudad?

23 En el siglo después del diluvio global del día de Noé se construyó aquella ciudad que fue situada al lado de un río, pero no la edificó aquel hombre piadoso, sino un bisnieto de él, un ambicioso descendiente rebelde llamado Nemrod. Su ciudad es la primera ciudad que la Biblia menciona después del Diluvio, y llegó a ser el principio del reino de Nemrod. (Gén. 10:8-12) Se construyó como impedimento a que se llevara a cabo la voluntad de Dios tocante a la Tierra como el hogar del hombre. Se le hizo la sede de la religión falsa, lo cual se denota por el hecho de que los edificadores de la ciudad empezaron a erigir una “torre con su cúspide en los cielos.” Todo este proyecto no se planeó e inició para hacer un nombre para el Dios de Noé, sino para los edificadores de la ciudad, particularmente para Nemrod, su rey, que llegó a ser llamado “Nemrod un poderoso cazador en oposición a Jehová.”

24. ¿De qué modo se mostró que Jehová no aprobaba el proyecto, y en qué confusión resultó?

24 Jehová Dios y su mujer en el cielo no se complacieron con el proyecto. Él no podía bendecir la ciudad. Por lo tanto, para demostrar su desaprobación y detener el proyecto, él confundió el lenguaje de los constructores. Sin poder entenderse unos a otros y trabajar juntos, los constructores se esparcieron según sus grupos de idiomas, dejando solamente una minoría en la ciudad bajo Nemrod. Debido a que su lenguaje fue confundido en este centro religioso y a que como resultado hubo confusión en la ciudad por algún tiempo, se le dio el nombre de Confusión. Esto es lo que significa el nombre Babel en hebreo, el lenguaje que Noé y su fiel hijo Sem hablaban. En la primera traducción de las Escrituras Hebreas al griego el nombre es Babilonia.—Gén. 11:1-10.

25. (a) ¿Qué se llevaron consigo los constructores de la ciudad que se esparcieron? (b) Como resultado de eso, ¿cuándo y cómo se presentó Babilonia la Grande como mujer enemiga?

25 El rey Nemrod estableció un imperio propio en pequeña escala, con ocho ciudades en él, la ciudad capital siendo Babel o Babilonia. Por supuesto, su religión falsa en oposición a Jehová prevaleció en su propio imperio. Pero la religión falsa de Babilonia se extendió más que eso. Los constructores que habían recibido una confusión de lenguaje y por lo tanto tuvieron que esparcirse a territorios distantes se llevaron la religión de Babilonia consigo, pero, naturalmente, en sus nuevos idiomas. Sus ideas religiosas quedaron como antes, pero se expresaron en diferentes idiomas. ¿Qué resultó? Se estableció un imperio de religión falsa que tiene a la religión de Babilonia como su base común, un imperio con una organización variada y complicada, pero en el cual todas sus doctrinas y prácticas religiosas básicamente son las de la Babilonia original. Aquí se presentó Babilonia la Grande en la arena del conflicto. Aquí la mujer de Dios, la Jerusalén o Sion celestial, se enfrentó con la mujer enemiga, el imperio mundial de religión falsa basada en la religión de la Babilonia antigua.

26. ¿Quién domina al imperio mundial de la religión babilónica?

26 La Gran Serpiente, el mentiroso Satanás el Diablo, estuvo tras la construcción de Babilonia y su torre religiosa y tras su religión falsa. En realidad él era el dios invisible de Babilonia y su religión falsa. Él llegó a ser lo que las Santas Escrituras lo llaman, “el dios de este sistema de cosas.” (2 Cor. 4:4) El domina el imperio mundial de la religión babilónica.

27. (a) ¿Cuál es la religión de la mujer de Dios? (b) ¿Quiénes practicaban su religión en la Tierra, y por qué sufrieron oposición religiosa?

27 Contrario a todo esto, la religión de la mujer de Dios, la Jerusalén celestial, es la adoración del único Dios vivo y verdadero, La religión de ella se enfrentó con fuerte oposición en la Tierra. Ahora empezó la contienda de religiones después del Diluvio. A la Jerusalén celestial, la mujer de Dios, no la afectaba directamente la oposición religiosa en la Tierra. Pero ella tenía personas que practicaban su religión en la Tierra, tales como Noé, Sem y el patriarca Abrahán, un descendiente de Sem. A estos hombres piadosos y sus familias sí les afectó directamente la oposición religiosa de Babilonia la Grande. Lo que esta mujer enemiga hacía contra Noé, Sem, Abrahán y sus descendientes que temían a Dios era como si se lo hiciera a la mujer de Dios. Esto era especialmente así porque por medio de esta línea de hombres fieles había de venir la Descendencia de la mujer de Dios.

28. ¿Por medio de qué línea de descendencia nació Abrahán, y qué le prometió Jehová?

28 La bendición de Noé sobre su hijo Sem aseguró que la Descendencia de la mujer en sus conexiones humanas terrestres vendría por medio de Sem más bien que por Jafet o Cam. (Gén. 9:24-27) Durante la misma vida de Sem Jehová Dios llamó de la vecindad de Babilonia en la tierra de Sinar a Abrahán, descendiente de Sem, para que saliera de allí. Al invitar a Abrahán a salir, Jehová le dijo: “Haré de ti una gran nación y te bendeciré y haré grande tu nombre; y da pruebas de ser una bendición. Y . . . todas las familias del suelo ciertamente se bendecirán por medio de ti.” Y después de llegar Abrahán a la Tierra Prometida, centenares de kilómetros al oeste de Babilonia, Jehová dijo: “A tu descendencia voy a dar esta tierra.”

29. (a) ¿De qué manera hizo Jehová seguro el que la Descendencia prometida viniera por medio de Abrahán e Isaac? (b) Entonces, ¿por qué estaba Babilonia la Grande en contra de los descendientes de Abrahán?

29 Más de treinta años después, cuando Abrahán obedeció a Jehová y se puso a ofrecer como sacrificio humano a su amado hijo Isaac, el ángel de Jehová detuvo a Abrahán y dijo: “Yo seguramente te bendeciré y seguramente multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y como los granos de arena que están en la orilla del mar, y tu descendencia tomará posesión de la puerta de sus enemigos. Y por medio de tu descendencia todas las naciones de la tierra ciertamente se bendecirán debido a que has escuchado mi voz.” (Gén. 12:1-3, 7; 22:1-18) Esto aseguró que la Descendencia prometida de la mujer de Dios vendría por medio de Abrahán y su hijo Isaac como conducto terrestre. Cuando esta Descendencia recibiera poder, eso significaría daño para la Gran Serpiente, Satanás el Diablo, el dios de Babilonia la Grande. Por esta razón ella, como la enemiga de la mujer de Dios, estuvo en contra de esa Descendencia y la línea de filiación por medio de la cual la Descendencia vendría.

[Ilustración de la página 331]

Abrahán despide a Agar, la sierva, y a Ismael su hijo

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