BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w65 15/9 págs. 549-551
  • Alégrese en medio del temor mundial

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Alégrese en medio del temor mundial
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1965
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • TEMOR MUNDIAL PREDICHO
  • COMO CONSEGUIR ALEGRÍA
  • Venciendo los temores de esta generación
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1956
  • Cómo sabemos que se acerca
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1969
  • Libertad del temor—¡Puede conseguirse!
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1954
  • Desarrollemos el corazón para temer a Jehová
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2001
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1965
w65 15/9 págs. 549-551

Alégrese en medio del temor mundial

¿Por qué hay creciente temor mundial? ¿Cómo podemos enfrentarnos al futuro con alegría?

EL MUNDO está viviendo con una dieta de temor. Los medios noticiosos, que dan énfasis a los crímenes y a las catástrofes sensacionales, diariamente aumentan el sentido de presagio. La gente, sea que las consideremos individual, nacional o internacionalmente, ve pender sobre su cabeza amenazas, reales o imaginadas. Agregue a esto el temor a una guerra atómica caliente, el derrumbe de la fe y la buena moralidad, el aumento de la sospecha y la intolerancia que ahora caracterizan a las relaciones humanas, y usted ve un mundo de humanos que viven y trabajan y se divierten y duermen a través de una pesadilla constante.

En virtud de hallazgos científicos, la humanidad ha aprendido un poco más en cuanto a las inmensas extensiones de espacio que rodean su hogar terráqueo. En vez de que esto resulte en mayor comodidad y satisfacción para la mente, la información adicional a veces sirve para hacer al hombre más temeroso, más perturbado en cuanto al futuro, más ansioso en cuanto a sus horrendas posibilidades. En vez de que el Sol sea solo un agente benigno, dador de vida, para la bendición del hombre, para muchos ha llegado a ser una amenaza potencial para toda vida sobre este planeta al enterarse de las poderosas llamaradas de energía que lanza a centenares de miles de kilómetros en el espacio circundante, intensificando grandemente la lluvia constante, misteriosa, de partículas cósmicas que desorganizan las comunicaciones de la Tierra, y que hasta se dice que tienen efectos perjudiciales en la mente humana. Algunos científicos pronostican una intensificación futura de llamaradas solares hasta el punto en que probablemente envuelvan al entero sistema planetario de nuestro Sol y lo quemen todo, reduciéndolo a cenizas.

Ahora, también, el hombre ha logrado enviar sus vehículos espaciales alrededor de la Tierra y a la Luna, hasta obteniendo extraordinarias fotografías de cerca de la superficie lunar. La emoción de tal logro científico, sin embargo, no es sin el sentimiento esparcido de inquietud, porque se sabe bien que cada uno de los dos bloques grandes de naciones que ahora se enfrentan uno al otro en orden de batalla en la guerra fría está planeando ser el primero en instalar una misión militar en la Luna y usarla para escudriñar las instalaciones y movimientos del enemigo. De modo que la Luna ya no es solo una luz que fulgura tenuemente durante el cielo nocturno. Ha llegado a ser la causa de una ansiedad que aumenta. Y lo que todavía habrá de descubrirse, a medida que el hombre dirige su atención a planetas cercanos, ciertamente promoverá de igual manera la sensación terrible de inseguridad e incertidumbre.

Aun los poderosos mares que Dios proveyó como depósito inagotable para la operación del gran ciclo de refrigerio dador de vida descrito en Isaías 55:10 han llegado a considerarse como enemigos impronosticables y violentos del hombre. ¿No ha sentido el hombre sus golpes aplastantes a medida que poderosas olas han azotado mucho más allá de las costas normales, convertidas en furia por terremotos y huracanes? La explosión de población de la Tierra y la gran aceleración en comunicaciones han atraído atención inmediata a esta amenaza del mar. Los científicos han indicado que con que el nivel de los océanos se levantara solo unos cuantos metros veintenas de zonas metropolitanas alrededor del mundo se inundarían, con tremendo daño a la propiedad y tremenda pérdida de vidas. Los hombres saben que esto podría resultar de mareas más altas debido a alguna leve alteración en las posiciones relativas de la Luna y de nuestra Tierra. Una sacudida literal de estos cuerpos celestiales podría en pocos momentos producir efectos que el hombre no podría arrostrar o controlar.

TEMOR MUNDIAL PREDICHO

Hace mil novecientos años Cristo Jesús previó esta generación asida por el temor, y señaló la causa directa: “Habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra angustia de naciones, no conociendo la salida a causa del bramido del mar y de su agitación, mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos.” (Luc. 21:25, 26) Ya el dolor mental y el sentido de desmayo de impotencia se han apoderado de la humanidad al enfrentarse ésta a un futuro desolado y sin propósito. Lo que se pueda producir en los siguientes cuantos años a modo de desenvolvimientos espantosos es un tema cuya expectación bien podría empujar a la humanidad más cerca del pánico. ‘El mar y su agitación’ quizás todavía asuman significado más vital al avanzar nosotros en esta era atómica y al esforzarse vanamente los hombres por hallar la manera de salir de una era de temor completo. Las señales en los cielos arriba y los desenvolvimientos en la superficie de la Tierra son como para aterrorizar a los hombres que no tienen Dios ni esperanza.

No ha de pasarse por alto la causa mucho más profunda de las dificultades y los temores que afligen a esta generación, una causa que solo la Palabra de Dios, la Biblia, revela. Sea que los hombres lo reconozcan o no, están sujetos a un poder funesto, invisible, que ha estado ejerciendo influencia sin precedente en los humanos particularmente desde poco después del año 1914. Ese año, conforme a la profecía bíblica, señaló el fin de ininterrumpido gobierno de la humanidad por gobernaciones nacionales o imperiales impías, así como el tiempo para que el reino de Cristo en los cielos entrara en funcionamiento. Conforme a la visión inspirada del apóstol Juan, en ese año hubo una gran batalla en el cielo entre las fuerzas angelicales justas bajo Cristo y las inicuas fuerzas demoníacas bajo Satanás el Diablo. El resultado, como lo describió Juan, fue: “De modo que hacia abajo fue arrojado el grande dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Y oí una voz fuerte en el cielo decir: ‘ . . . Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.’”—Rev. 12:9, 10, 12.

¡Con razón el hombre no puede apaciguar los temores que dominan su vida hoy en día! ¿Cómo puede esperar él contender inteligentemente con buen éxito contra la inteligencia de un enemigo astuto, invisible, que está resuelto a apartar a toda la humanidad y ponerla en contra de Dios por medio de la premura de amenazas y sufrimientos? (Job 1:9-11) Sin la ayuda de Dios el hombre se halla completamente a merced del “dios de este sistema de cosas.”

Sin embargo, Dios no ha abandonado al hombre aunque los hombres lo hayan pasado por alto a él. Él ha llamado la atención al significado de estos tiempos de temor en su Palabra, la Biblia. Además, envía testigos a través de toda la Tierra con un mensaje que explica estas condiciones aterradoras de hoy en día, y señalando a estas mismísimas condiciones como las evidencias de que ya pronto terminará el gobierno de temor e iniquidad, abriéndose paso para un reinado de paz y justicia mediante el reino de Cristo. Gobernantes y pueblos de este egoísta sistema de cosas pueden ver estas evidencias que señalan los testigos de Jehová, pero no perciben ni entienden, porque su corazón está abrumado de pensamientos y esperanzas egoístas. (Mat. 13:22) De modo que en este sentido tenemos que entender la predicción de Jesús: “Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria.” (Luc. 21:27) Se les ha dicho en cuanto a ello, han visto las evidencias con sus ojos literales, pero todavía no creen. Siguen andando en angustia y temor.

COMO CONSEGUIR ALEGRÍA

Sin embargo, usted no tiene que seguir caminando con ellos en el camino del temor mortífero. De hecho, usted puede disfrutar de alegría en medio del temor de este mundo. Esto puede lograrlo al andar con aquellos a quienes Jesús dirige estas palabras de consuelo: “Mas al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca.” (Luc. 21:28) ¿Observa usted que los adoradores fieles de Jehová, sus testigos, no están deprimidos por los temores que anonadan a la humanidad en general? Más bien, ellos están emprendiendo agradable y esperanzadamente la obra de predicar las buenas nuevas del Reino como la esperanza para toda la humanidad. Habiendo llegado a conocer a Jehová como su Dios y a Cristo Jesús como su Caudillo y Comandante, y habiendo dedicado su vida al Creador amoroso, han aceptado y aplicado anuentemente el consejo de las Santas Escrituras: “No deben hacerse temerosos del objeto de su temor, ni deben temblar ante él. Jehová de los ejércitos—él es Aquel a quien deben tratar como santo, y él debe ser el objeto de su temor, y él debe ser Aquel que los haga temblar.”—Isa. 8:12, 13.

Para los siervos de Dios, entonces, las dificultades y causas de temor que aumentan velozmente son evidencias de que ya pronto su trabajo de proclamar el Reino en medio de una generación carcomida por el temor habrá sido completado, y habrá llegado el tiempo para la liberación de las persecuciones y restricciones repugnantes de los gobernantes de este mundo. Ya no cuelgan la cabeza ni se inclinan como si estuvieran en esclavitud al gobernante de este sistema de cosas que solo puede garantizar afán, lágrimas, trepidación y la tumba. Saben que pronto ese gobernante inicuo será abismado en inacción semejante a la muerte por mil años. Su fuerte esperanza los impulsa a mayor y mayor actividad a medida que proclaman denodadamente alrededor de toda la Tierra las buenas nuevas del victorioso reino bajo Cristo.

Si usted anda con este pueblo feliz, usted también podrá desprenderse de la sofocante carga del temor. El adquirir el conocimiento de Dios y de Cristo es el primer paso, porque Jesús declaró en oración: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.” (Juan 17:3) Entonces usted tiene que vencer a este mundo separándose de él y dedicando su vida incondicionalmente a Dios para efectuar su voluntad. Después tiene que esforzarse por cumplir esa dedicación mientras tenga vida y aliento. Para su estímulo el Señor Jesús ha dicho: “En el mundo tendrán tribulación, pero ¡cobren ánimo! yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) Habiendo él mismo vencido al mundo, se halla listo y está dispuesto a venir en ayuda de cada uno que fielmente se esfuerza por seguir con sumo cuidado y atención sus pasos. Por lo tanto, con confianza, dé un paso al frente y asóciese con los del pueblo de Jehová y, con ellos, encuentre alegría en medio del temor mundial.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir