Haga que su fe siga creciendo en gran manera
“Estamos obligados a siempre dar gracias a Dios por ustedes, hermanos, como es apropiado, porque su fe está creciendo en gran manera y el amor de cada uno y de todos ustedes está aumentando de parte del uno para con el otro.”—2 Tes. 1:3.
1. ¿Qué informe bíblico nos muestra la necesidad de examinar nuestra fe?
DIEZ años después que Pablo escribió a los tesalonicenses escribió a la congregación que estaba en Colosas (c. 60-61 E.C.). Entonces solo faltaban diez años para la destrucción de Jerusalén. Era un tiempo apremiante, ciertamente un tiempo para prestar atención a la fe de uno en Dios. En Colosenses 4:14 Pablo alista a Demas como un ministro compañero que enviaba saludos a la congregación colosense. No obstante, menos de cinco años después Pablo le escribe a Timoteo y le informa: “Demas me ha abandonado porque amó el presente sistema de cosas, y se ha ido a Tesalónica.” (2 Tim. 4:10) Demas no fue el primero, pues Pablo escribe: “Tú sabes esto, que todos los hombres del distrito de Asia se han apartado de mí.” (2 Tim. 1:15) ¿Por qué? ¿Qué causó este apartamiento? ¿Cómo se fue haciendo que la fe de ellos quedara fuera de acción? Jesucristo mostró que el futuro, nuestro día, sería el tiempo en que ‘se enfriaría el amor de la mayor parte.’ (Mat. 24:12) 1 Timoteo 4:1 también registra: “En períodos de tiempo posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a expresiones inspiradas que extravían y a enseñanzas de demonios.”
2. (a) ¿Por qué algunos se enfrían y dejan de servir a Dios? (b) ¿De dónde viene la fe?
2 Cuando uno examina la Biblia, por medio de estudio o por medio de escuchar, demostrándose a sí mismo sin duda que Dios existe y que es confiable, y que su Palabra es veraz, ¿qué es lo que hace que uno deje de servir a Dios? Muchos señalan al materialismo como el imán que aleja a los hombres. Pero uno puede disfruta de las muchas comodidades de la vida y aún ser cristiano. Otros dicen que la búsqueda de placeres debilita la fe, pero los cristianos deben ser gente feliz y pueden divertirse agradablemente y de manera edificante juntos. Algunos dicen que el temor los saca del servicio de Dios. Aunque quizás sean excesos de estas cosas u otras clases de cosas las que superficialmente parezcan haberlos detenido, consideremos el asunto más cuidadosamente. La fe se basa en un fundamento sólido, la Palabra de Dios: “De modo que la fe sigue a lo oído. A su vez lo oído es por medio de la palabra acerca de Cristo.” (Rom. 10:17) Es como el mantenerse sano con alimento nutritivo, vigorizador del cuerpo. Deje de comer, y gradualmente desaparecerán la fuerza y el vigor. El problema es la condición físicamente débil que hace susceptible a las enfermedades, pero la causa es la falta de alimento. La fe se debilita por medio de la falta de alimento de la Palabra Dios y pronto cede y su dueño llega a ser víctima de toda clase de enemigos. Realmente, entonces, el abastecimiento alimentario llega a estar bajo escrutinio cuidadoso. Pablo dijo que Timoteo era “excelente ministro de Cristo Jesús, uno nutrido con las palabras de la fe y de la excelente enseñanza que tú has seguido con sumo cuidado y atención.” (1 Tim. 4:6) Pablo, al escribir a los hebreos sobre la necesidad de vigorizar la fe, dijo que algunos se habían “hecho embotados en su oír.” (Heb. 5:11) De modo que habían cortado el abastecimiento de alimento. En el versículo uno del capítulo dos advierte: “Por eso es necesario que prestemos más que la acostumbrada atención a las cosas oídas por nosotros, para que nunca nos deslicemos.”
3. Ilustre los beneficios del estudio personal.
3 Una cosa importante, entonces, para el cristiano es un programa regular de alimentación, efectuando investigación personal así como estudio con otros en reuniones de congregación. Obtiene la aprobación de Dios por medio de estudio. (2 Tim. 2:15) Un sabio dijo, según se registra en Proverbios 4:7: “La sabiduría es la cosa principal. Adquiere sabiduría; y con todo lo que adquieres, adquiere entendimiento.” El estudio es semejante al viajar. Usted puede escuchar con interés el informe de otra persona sobre viajes, pero no es igual a estar usted mismo allí, donde usted ve y siente la experiencia. Una descripción de alimento de ninguna manera puede compararse con el saborearlo usted mismo.
4. (a) Describa algunos obstáculos que estorban el crecer en la fe. (b) ¿Dónde encajan en el cuadro los testigos de Jehová?
4 Quizás en muchas personas la fe no se desarrolle lo bastante para producir un ministro excelente. Quizás el maestro de cierto estudiante tenía prisa por terminar cierto material impreso, y quizás no le suministró suficiente examen de las Escrituras para disipar ideas o acciones falsas, reemplazando éstas con verdades y cualidades bíblicas bien explicadas. ¿Lo apresuró a emprender el ministerio antes de que hubiera desarrollado el deseo de predicar las buenas nuevas? Además hay otro obstáculo grande, una brecha muy solitaria que atravesar. Cuando uno comienza a comprender que tiene que salirse de Babilonia la Grande (Rev. 18:4), eso significa dejar amigos y asociados de toda la vida. ¿Hallará uno pronto nuevos amigos entre el pueblo de Jehová? ¿Serán comprensivos y pacientes, y no esperarán que uno mejore a pasos agigantados? ¿Ayudarán, o permanecerán a lo lejos y dirán: ‘Primero veamos si lo logra’? El extender ayuda, la seguridad afectuosa de interés genuino, sí, y el auxilio paciente, adhiriéndose a las elevadas normas de la Palabra de Dios y al mismo tiempo no diciendo de manera exigente a cada paso: ‘No haga esto’; o ‘No haga eso.’ La fe aumentará en tal ambiente protegido y afectuoso; simplemente se necesita tiempo.
EDIFICANDO FE
5. Describa el punto de vista que se necesita en las familias y en los siervos responsables de la congregación para con los programas de estudio familiares.
5 Pero ahora todos los que están envueltos en la obra de edificar tienen que reconocer la importancia de oír para edificar la fe. Cada siervo de Dios tendrá que dar importancia al alimento espiritual de modo que resulte en programas regulares de alimentación y no en eludirlo para dar cabida a toda clase de otros asuntos. La familia tendrá que pensar así a fin de mantener funcionando un programa de estudio en grupo de familia. Los superintendentes de todas partes de la organización educativa tendrán que recordar su importancia y no alejar a un padre de su responsabilidad bíblica de un programa alimentador de la fe para su familia, aun con otra asignación. Tal intervención se puede evitar si los que distribuyen las asignaciones de servicio también consideran el tiempo que habrá de utilizarse. Las asignaciones en la organización de Dios son privilegios de servicio, pero cuando el tiempo está limitado estos privilegios pueden imponer tensión sobre el programa del cabeza de familia tocante a la actividad de alimentación espiritual a la familia. El profundo respeto a esa comida espiritual regular y esencial hará que el superintendente y su hermano primero consideren el asunto.—Pro. 15:22.
6, 7. (a) Aunque estamos rodeados de consejo de parte de tantas personas, ¿qué debe uno hacer para evitar peligro? (b) ¿Cómo evitan las personas maduras el estorbar el crecimiento de la fe de otros?
6 Luego viene el asunto de dar y recibir consejo. Hay muchas ventajas en saber lo que es correcto hacer al servir a Jehová. Toda persona tiene consejo que dar y por lo general se da sin reservas. Aun el consejo de la persona más sincera se basa en los gustos y aversiones de tal persona. Durante toda la vida la gente va haciendo decisiones y siendo unilateral al utilizar sus gustos y aversiones como bases para decisiones y dar consejo. Si uno sabe lo que es correcto y lo hace, tiene contentamiento al servir a Jehová, y tiene su bendición, y ése es el objeto principal por el cual esforzarse. No hay razón para ser dogmáticos o posesivos en nuestra actitud simplemente porque conocemos la verdad y todos formamos parte de la misma organización. Dentro del campo de la moderación hay amplitud para disfrutar de una extensa variedad de actividades. (Tito 2:2; 1 Tim. 3:2, 11) Nadie debe objetar. Si no se están violando principios bíblicos, ¿por qué preocuparse acerca de cosas como modas, color de la ropa, casas, alimento, diversión y trabajos? ¿Hay algo malo en la variedad? Tal vez usted piense que todos deben ser iguales. Mire por toda la Tierra y vea su emocionante despliegue de colorido y la infinita variedad. ¿No es interesante y refrescante eso? Aunque otros quizás crean que uno pudiera mejorar, hay muchas cosas que son asuntos que solo le atañen a uno, como la clase de trabajo que haga uno, la casa en que viva, el entrenamiento de los hijos, y sus amigos. Si llegamos a perturbarnos a causa de estas cosas y también llegan a ser una fuente de irritación para otros al constantemente entremeternos en sus asuntos, entonces quizás trastornemos su vida y estorbemos su actividad que edifica su fe. Pablo insta a poner en primer lugar lo importante, el Reino.—Rom. 14:17-23.
7 El que uno averigüe lo que es correcto y luego no tenga temor de llevarlo a cabo u obrar en armonía con la verdad le ahorra a uno muchos instantes que retardan la fe. Durante ocasiones de indecisión o de vacilación, surgen dudas, los pasos son débiles y los oídos prestan atención a cualquier clase de orientación. Sea sabio, reflexione tocante al asunto con consejo sano de la Biblia.—Fili. 4:5.
8. Identifique la diferencia y el resultado de dar instrucciones y servir alimento espiritual.
8 Al ayudar a otros a reedificar la fe se necesita servir alimento, no dar instrucciones. Los hermanos maduros de la congregación que proporcionan ayuda a sus hermanos realmente edificarán la fe si sirven alimento espiritual en vez de, por decirlo así, fijar carteles. Es verdad que a los más débiles les es necesario ir a las reuniones; las instrucciones urgentes servirán para una semana y es posible que los débiles vayan a la reunión esa semana, pero, ¿qué hay de las otras semanas? El alimento espiritual proporcionará fuerza, más alimento después agregará más fuerza y pronto habrá una respuesta impulsada por un corazón activado y una “oveja” hambrienta estará deseosa de venir a las reuniones para recibir más alimento. Los ministros maduros han preparado sermones que traen alimento a los que encuentran en el ministerio de casa en casa; entonces, ¿por qué no pronunciar un sermón preparado cuando estamos ayudando a nuestros hermanos? Es verdad que tiene que ser flexible, pero ciertamente un punto bien pensado de la Palabra de Dios aumentará la fe que ya se tenga. Tampoco tiene que ser sesgado para ejercer presión sobre la debilidad de las faltas del hermano o para mostrarlo débil a la luz fuerte de la Palabra de Dios.
9. ¿Qué método usó Jesús para edificar la fe?
9 Acuérdese, cuando Jesús habló a los discípulos en el camino entre Jerusalén y Emaus, ¿qué les dijo a aquellos hombres que los impulsó a decir: ¿“No nos ardía nuestro corazón cuando venía hablándonos por el camino”? (Luc. 24:32) El mismo relato de las Escrituras contesta: “Y comenzando desde Moisés y todos los Profetas [Jesús] les interpretó cosas tocantes a él mismo en todas las Escrituras.” (Luc. 24:27) Algunos de estos textos que Jesús explicó pudieron haber sido Deuteronomio 18:15; Números 21:9; Génesis 49:10; 22:18; 3:15; Isaías 7:14; 9:6; Jeremías 23:5; Ezequiel 34:23; 37:25; Daniel 9:24; Malaquías 3:1. Felipe le dijo a Natanael: “Hemos hallado a aquel de quien Moisés, en la Ley, y los Profetas escribieron, a Jesús, hijo de José, de Nazaret.”—Juan 1:45.
10. Describa la clase de personas con las que trabajó Jesús y qué tiene esto que ver con edificar la fe.
10 El mejor ejemplo de edificar fe es Cristo Jesús; por eso tenemos que hacer lo que él hizo, explicar de la manera que él explicó, tratar a la gente de la manera que él la trató. Examine la clase de gente a la que Jesús ayudó, a los paralíticos impotentes (Mat. 9:2), a los ciegos que andaban a tientas (Mat. 9:27), a los mudos frustrados (Mat. 9:32), a los leprosos temidos (Mat. 8:2), a los aterradores individuos poseídos por los demonios (Mat. 8:28), a los despreciados recaudadores de impuestos (Luc. 5:30), y a las despreciadas mujeres que tenían mala reputación (Luc. 7:37-50). Jesús habló a esta clase de personas día tras día y bajo el escrutinio cuidadoso de los caudillos religiosos amargados y aborrecedores. (Mat. 22:15; 27:1; 26:3, 4) Llegó a ser conocido por su asociación con tales personas pecaminosas (Mat. 8:16, 17), y hasta cumplió una profecía tocante a esto registrada en Isaías 53:3, 4. El derrotero de Jesús fue de constante edificación, pero de manera paciente y comprensiva.
11. ¿Cómo se puso Jesús a ayudar a sus discípulos a crecer en la fe en aquella noche de la Pascua, y qué lección aprendemos de la manera en que edificó Jesús?
11 El asunto de la fe surgió la noche de la última Pascua que Jesús pasó con los apóstoles. Les dijo: “No se les perturbe el corazón. Ejerzan fe en Dios, ejerzan fe también en mí.” (Juan 14:1) Ahora note cómo Jesús edifica la fe al explicar que iba a irse al cielo (1 Ped. 3:22) para prepararles un lugar, a sus apóstoles fieles (1 Ped. 1:3, 4; Rev. 20:6), y él regresaría por ellos (Mat. 24:31). Señala la unión estrecha entre él y su Padre, Jehová, y que ellos, sus apóstoles, estaban disfrutando de esa relación estrecha mientras obedecían los mandamientos que Jesús les dio, y mientras aumentaban su amor a Jehová, a Cristo Jesús y a sus hermanos. Prometió ayuda adicional... “el espíritu de la verdad,” que los ayudaría a permanecer fieles. (Juan 14:17) Jesús aclaró el punto de que “las cosas que les digo a ustedes no las hablo de por mí; sino que el Padre que permanece en unión conmigo está haciendo sus obras.” (Juan 14:10; vea también Juan 7:16; 8:28.) Si Jesús siguió la norma de edificar la fe del hombre utilizando la Palabra de Dios, entonces nosotros no podemos superarlo hoy. Jesús tenía mucha mayor sabiduría que nosotros, y sin embargo él no actuó por su cuenta, sino que dio alimento espiritual para edificar la fe.
12. Explique lo que usted halla en el sermón del monte, en las ilustraciones y profecías de Jesús que sería muy útil para edificar la fe.
12 Examine el sermón del monte que dio Jesús (Mat. 5:1–7:29) y note el alimento espiritual que daría principio a que brotara la fe así como edificaría la fe de los maduros. Hay una comida abundante preparada cuidadosamente en las muchas ilustraciones parabólicas que Jesús utilizó en los capítulos trece, veintiuno y veintidós de Mateo. Jesús dio profecías que edificarían la fe de millares al leer las que están registradas en Mateo 24:1–25:46. En todos estos casos Jesús fue breve, al grano y poderoso al recalcar su punto.
13. Defina la fe que demostraron los alistados en Hebreos 11.
13 En la carta que escribió el apóstol Pablo para edificar la fe de los hebreos alista por nombre a dieciséis hombres y mujeres que tenían una sola cosa en común, fe. Vivieron en tiempos diferentes, se enfrentaron a situaciones y problemas varios, pero fue su fe la que trajo la bendición de Jehová. Hebreos 11:1 define esta clase de fe: “Fe es la expectativa [expectación, espera] segura [demostrada, fundada sobre lógica y hechos] de cosas esperadas, la demostración [una expresión exterior] evidente [clara a la visión y entendimiento, precisa, manifiesta] de realidades [cosas verdaderas, apegadas a la vida real o al hecho] aunque no se contemplan [con ojos literales].” La Atalaya del 1 de septiembre de 1962 definió así la fe: “poseer convicción firme, seguridad sólida, confianza completa.”
MANTENIMIENTO DE LA FE, CON CRECIMIENTO
14. ¿Por qué se asemeja el edificar la fe a construir un edificio?
14 De modo que con frecuencia la fe de uno está en la misma condición que un edificio. Algunas casas se deterioran debido a calidad deficiente o materiales no probados y estas casas tienen que ser reparadas para subsistir. Esto quizás requiera que se fortalezca el fundamento con material que refuerce. Por lo general, hay más trabajo envuelto que en construir una casa nueva. Se emplea mucho tiempo en examinar las debilidades de la casa antes de que se pueda determinar el remedio y se hagan las reparaciones.
15. ¿Cuándo principia el mantenimiento de la fe? ¿Por qué?
15 El cuidado de una casa solamente comienza cuando el contratista le entrega las llaves al nuevo dueño. Todo es nuevo, con todos los materiales más recientes para comodidad y durabilidad. Pero inmediatamente principia el programa de mantenimiento. El tiempo, la contracción del calor y el frío, el asentamiento de los cimientos y el deterioro general pronto producen grietas, esquinas rotas, entrepaños rotos y multitudes de instalaciones defectuosas. Lo mismo aplica a la fe de uno. ¿Cuánto tiempo dedica usted al mantenimiento de la fe? La Palabra de Dios aconseja: “Sigan poniéndose a prueba para ver si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son.”—2 Cor. 13:5.
16. ¿Cómo examinaría una persona la debilidad de la fe y determinaría medidas de mantenimiento?
16 La fe se enlaza con el crecimiento. Se encuentra la falta de fe donde el crecimiento se ha detenido o se ha impedido. Jehová dice, en Hebreos 10:38: “‘Mi justo vivirá a causa de la fe,’ y, ‘si se retrae, mi alma no se complace en él.’” Hay una excelente guía para determinar el mantenimiento... observe cualquier señal de retraimiento. ¿Está usted o está su familia estudiando menos, omitiendo su estudio familiar? ¿Encuentra usted que sus explicaciones de temas bíblicos muestran alguna escasez de entendimiento? ¿Es su ministerio público un programa apresurado para acabar pronto? ¿Se ha embotado su oído, de manera que usted se descubre quejándose acerca de memoria deficiente? ¿Ha llegado a ser común la verdad para usted debido a que es tan fácil de obtenerse? No podemos adoptar el punto de vista del dueño de una casa a corto plazo que razona que evitará costos de mantenimiento y pasará los problemas resultantes al siguiente comprador cándido. Tenemos ante nosotros la esperanza de vida eterna y necesitamos mantener viva y creciendo nuestra fe.
17. (a) ¿Hay algunos galardones por ser fiel? (b) ¿Cómo se identifican por lo general los fieles?
17 Hay mucha más felicidad en el crecimiento. Uno está viviendo si su fe está viva. Se disfruta de contentamiento ilimitado con el programa confiable de uno de mantener la fe. Proviene tranquilidad de ánimo con libertad de quebrantamientos de la fe. Luego piense en el gran estímulo que es usted para los nuevos, para los más débiles y para los que son lentos en progresar, mientras usted fielmente, con un paso constante y calmado, continúa sirviendo a Jehová. Por medio de un siervo fiel Jehová envió esta muy estimuladora información a los tesalonicenses: “Siempre damos gracias a Dios cuando hacemos mención respecto a todos ustedes en nuestras oraciones, porque incesantemente tenemos presentes su fiel obra y su amorosa labor y su perseverancia debida a su esperanza en nuestro Señor Jesucristo delante de nuestro Dios y Padre.” (1 Tes. 1:2, 3) Tenemos el mismo a quien acudir por ayuda, y, sin duda, el futuro será indescriptible, “mirando atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús.”—Heb. 12:2.