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  • ¡Se necesitan pescadores de hombres!

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  • ¡Se necesitan pescadores de hombres!
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1968
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  • HONDURAS PROMETE UNA BUENA “REDADA”
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  • UN EXCELENTE LUGAR PARA “ECHAR SU RED”
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1968
w68 1/11 págs. 648-651

¡Se necesitan pescadores de hombres!

EN EL otoño del año 36 E.C. la “red de pescar” cristiana fue echada por primera vez en aguas internacionales bajo la dirección de Jesucristo resucitado. ¿Con qué propósito en mira? Para pescar una gran multitud de humanos, gentiles ahora así como judíos, para el servicio del reino de Dios. Pedro, Pablo, Timoteo, Bernabé, Silas y otros dejaron su casa y obedecieron la llamada urgente de mudarse a zonas “de pesca” lejanas donde tremendas redadas de hombres les aguardaban.

Hoy de nuevo sale una llamada urgente. Jesús todavía dice a sus seguidores: “Los haré pescadores de hombres.” (Mat. 4:19) Aún hay maravillosas oportunidades para los que acepten su oferta y se ocupan en la vocación más emocionante y desafiadora y no obstante satisfactoria que pueda escogerse. ¿Se ha emocionado usted al leer los Hechos de los Apóstoles? ¿Ha seguido usted sus pruebas y sus alegres experiencias al mudarse ellos de un lugar a otro entre las naciones? Usted, también, personalmente puede regocijarse como lo hicieron ellos en el privilegio de “pescar” en todas las aguas. ¡La necesidad de que vayan los que puedan hacerlo a zonas productivas del mar de la humanidad aún es grande!

Si usted es cabeza de familia, ¿por qué no considera seriamente mudarse a donde haga más falta el servicio dedicado de usted mismo y de su familia? Se informa que en la América Central hay abundancia de poblaciones y ciudades de 10.000 habitantes y más, donde se necesita la ayuda de hombres que puedan asumir responsabilidades en la actividad de congregación. Puede ser que hasta haya disponible trabajo seglar de su propio oficio en algunos de esos países. ¡Y qué dicha el que sus hijos reciban instrucción escolar en el idioma de otro pueblo y estén equipados para predicar las buenas nuevas del Reino entre ese pueblo! Si usted es casado y no tiene hijos, le debería ser aun más fácil dar tal paso.

En cuanto a los hombres y las mujeres jóvenes solteros, ya dedicados a Dios, ¡cuán excelente sería que se desprendieran de las ocupaciones no satisfactorias de este mundo, emprendieran el servicio de predicación de tiempo cabal, y se prepararan para recibir una invitación para ser entrenados en la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower para servicio misional! A medida que usted comience a hacer planes para tales privilegios ensanchados de servicio del Reino, Jehová lo bendecirá. Usted sentirá un parentesco más estrecho con todos aquellos hombres y mujeres dedicados del primer siglo y de nuestro propio siglo que dejaron casa y amigos con la firme determinación de hallar y trabar nuevas amistades en otro país, haciéndolo por causa del Reino.

GUATEMALA, UN PARAÍSO DEL PESCADOR

Ahí está Guatemala. Hace más de veinte años llegaron allí unos veinte misioneros después de graduarse de Galaad. ¿Qué sucedió? Que ellos lo relaten: “Al ir testificando de puerta en puerta en esta elevada ciudad tropical (ciudad de Guatemala), nos maravillábamos a medida que día tras día nos bañaba un sol que no era ni caliente ni frío. Aprendimos los nombres de los picos volcánicos que forraban el horizonte. Visitamos los mercados pintorescos donde compramos extrañas frutas y legumbres tropicales y aprendimos a disfrutar de ellas. Nos fue posible comprar orquídeas por unos cuantos centavos de dólar la docena. Aprendimos a cocinar en estufas de leña. Descubrimos que los sistemas de cañerías y cloacas de ninguna manera son uniformes en todo el mundo. Como todos los demás, corríamos al patio cuando la tierra temblaba. Aprendimos a saludar a todos a la manera local con un apretón de manos y una palmada amigable en el hombro.”

Pero, ¿tuvieron éxito sus operaciones “de pesca”? Tan solo en la ciudad de Guatemala el número de Testigos activos ha crecido en veinte años de 10 a más de 700. Ahora la ciudad tiene trece congregaciones. Y algunos de los misioneros se mudaron a otras poblaciones donde los hogares misionales llegaron a ser el núcleo de nuevas congregaciones en muchísimos lugares. Pero, ¿todavía necesita más pescadores Guatemala? Según el Anuario de los testigos de Jehová para 1968 todavía hay únicamente un Testigo por cada 3.024 habitantes. ¿Sería usted útil allí? Note la respuesta de los misioneros que ya están allí:

“¿Pudiera usted haber aguantado con los israelitas en el desierto de Arabia? ¿Pudiera usted haber caminado a través del desierto desde Babilonia hasta Jerusalén con Zorobabel? ¿Pudiera usted haber andado por todas partes de Galilea y Judea con Jesús? ¿Pone usted fe en las palabras inspiradas: ‘Es un medio de gran ganancia, esta devoción piadosa junto con el bastarse con lo que uno tiene. Porque nada hemos traído al mundo, y tampoco podemos llevarnos cosa alguna. Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas’? (1 Tim. 6:6-8) Si sus respuestas son afirmativas, tiene el verdadero espíritu misional y ciertamente puede ayudar en Guatemala.”

HONDURAS PROMETE UNA BUENA “REDADA”

Honduras parece bastante pequeño en el mapa, pero con menos de mil Testigos, solo hay uno por cada 2.152 habitantes. De modo que hay buenas oportunidades de “pescar” allí. De hecho, el informe de Honduras dice esto: “Si hubiera más misioneros, el territorio aquí florecería abundantemente delante de nuestros mismísimos ojos.” ¡Y qué variedad de lugares de los cuales escoger! Puerto Cortés, el principal puerto, en el Atlántico, con un clima cálido que continuamente es templado por brisas frescas; San Pedro Sula, población que ocupa el segundo lugar en tamaño, donde un predicador de tiempo cabal local trajo cinco personas nuevas en asociación con la congregación en cinco meses; Tela, otra población porteña, con una hermosa playa, excelente clima cálido y muchísimo interés; Choluteca, población que ocupa el séptimo lugar en tamaño, donde la mayor parte de la obra la llevan a cabo mujeres Testigos.

Esto es lo que dicen los misioneros acerca de la capital, Tegucigalpa: “Aquí tenemos un clima casi perfecto todo el año, ¡y qué campo de interesados hay! Se recibe bien la obra aquí, y uno podría iniciar inmediatamente muchos estudios bíblicos en los hogares de inquiridores anhelantes.” Y una invitación muy semejante a la llamada de Macedonia (Hech. 16:9) es esta súplica de más misioneros en Honduras: “¡Qué estímulo serían para los hermanos locales, y cómo podrían entrenar a los Testigos locales para que lleguen a ser ministros maduros, participantes en toda actividad del ministerio!”

VENGA, CON SUS “REDES,” A EL SALVADOR

El Salvador es otra zona donde se necesitan urgentemente “pescadores de hombres.” Aunque tiene 1.105 Testigos activos, éstos no son suficientes; porque equivalen a solo un Testigo por cada 3.000 habitantes. Dice el representante local de la Sociedad Watch Tower: “A pesar del buen trabajo de 48 predicadores de tiempo cabal especiales, todavía hay muchos lugares donde hacen mucha falta más predicadores. La población se ha duplicado en los últimos veinte años, de modo que realmente hay más que hacer ahora que cuando los Testigos empezaron aquí hace unos veintitrés años.”

A continuación se da una lista de lugares prometedores para los que tengan fe para mudarse a donde es mejor la “pesca”: Metapán, una cálida ciudad en un valle a unos cincuenta y seis kilómetros al norte de Santa Ana, sin Testigos, pero con muchas personas interesadas en el conocimiento bíblico; Santa Rosa de Lima, ubicada en una excelente carretera militar, a unos doce kilómetros de la frontera hondureña, tiene una población de unos 15.000 y no hay Testigos; Ilobasco, una pequeña población típica cerca del río Lempa, con casas blancas de adobe y una excelente vista de un pico volcánico, no tiene a nadie que atienda a los interesados conocidos allí; Puerto Libertad, en la costa del Pacífico, tiene 10.000 habitantes y se tiene que considerar como territorio aislado; y el entero estado de Chalatenango, en la frontera con Honduras, todavía no tiene Testigos.

Una graduada de Galaad, que ya tiene 17 años de servir en El Salvador, expresa satisfacción y gozo en el trabajo que continúa efectuando: “La gente necesita mucha ayuda espiritual, a fin de aprender lo que significa vivir. Cuando abrazan el mensaje verídico de la Biblia y comienzan a arreglar su vida de acuerdo con la voluntad de Dios, es asombroso su progreso. Sus antecedentes originales no dieron énfasis a los valores espirituales. Pero el ver el cambio en su vida, cuando se les abren los ojos del entendimiento espiritual, hace que valgan la pena todas las incomodidades y dificultades que uno tenga que encontrar. Yo solía pensar que viviría aquí hasta el Armagedón. Pero ahora parece que lo más natural es vivir aquí para siempre.”

UN EXCELENTE LUGAR PARA “ECHAR SU RED”

Nicaragua, tierra de lagos y volcanes, parece un lugar donde sería recompensador el “pescar hombres.” Y lo es. Solo hay allí un Testigo por cada 2.000 habitantes. Aproximadamente la mitad de todo el país se puede clasificar como “territorio no asignado” para testificar del Reino, y en la entera mitad oriental solo hay treinta y cinco Testigos. Las garras del temor religioso y supersticioso se han roto en gran parte, y la gente recibe y escucha el mensaje del Reino de manera bondadosa y respetuosa.

En esta tierra el recién llegado tiene que ajustarse al paso más lento de vivir. A veces hay que aguantar el calor del trópico, así como los aguaceros que producen fango espeso y viscoso en abundancia. Es preciso tomar las medidas necesarias para protegerse contra el paludismo, la ictericia y los parásitos. Pero escuche lo que uno que tiene muchos años de ser misionero dice acerca de esto: “Parece que todos mis amigos y parientes del norte (Canadá) tienen tantas enfermedades como las que yo he tenido, y nunca me he sentido mejor trabajando de precursor en el norte que aquí. Además, vivimos en una era de drogas y tratamientos mejorados. Los cristianos primitivos no tuvieron lo que nosotros tenemos para curarse y tratar sus enfermedades; no obstante, aprendieron a trabajar con sus problemas y los vencieron.”

Hay el lado más grato del asunto. Un lugar limpio y cómodo al cual regresar al fin de cada día de “pesca” remuneradora; comidas buenas y sanas con mucha fruta fresca; pero, lo mejor de todo, un verdadero paraíso en el cual trabajar, donde todo el mundo saca tiempo para escuchar lo que uno diga, donde la mayoría acepta ansiosamente la literatura bíblica, y donde uno puede iniciar más estudios bíblicos en las casas que los que posiblemente pueda atender. ¡Todo esto junto con la satisfacción de saber que uno está participando en la magnífica obra de “pesca” que inició Cristo Jesús!

¿QUE PUEDE HACER USTED ACERCA DE ELLO?

¿Cómo puede usted ayudar a satisfacer esta urgente necesidad de pescadores para ‘pescar vivos a hombres’ en muchas partes del mundo? (Luc. 5:10) Si usted personalmente puede responder, hágalo. Pero quizás, debido a edad, enfermedad u otras circunstancias restrictivas, no pueda hacer eso, aunque le gustaría hacerlo. Sin embargo, si usted es padre o madre o alguien que tenga influencia en personas más jóvenes, hay algo que puede hacer. ¿Qué es? Simplemente escuche este informe procedente de uno de esos países que necesitan “pescadores de hombres”:

“Aproximadamente la mitad de los misioneros aquí declaran que fueron estimulados por sus padres desde su juventud. Como dijo uno de ellos: ‘Mis padres me dijeron que la mejor herencia que podrían darme sería el ministerio de tiempo cabal.’ Otros fueron estimulados por otros ministros y misioneros de tiempo cabal, que les hablaron y los animaron a emprender la carrera misional.”

Verdaderamente, entonces, muchos pueden participar en el servicio de encauzar más “pescadores de hombres” a zonas fructíferas del mar de la humanidad. Desde la juventud, los hijos pueden ser animados a hacer del servicio misional su meta, a hacer lo que Pablo y Timoteo y tantos otros han hecho... dejar casa y amigos por causa del Reino. No tiene límite la “redada” con la que serán bendecidos a medida que el Señor Jesucristo dirige la entera operación desde su glorioso trono celestial.

La vida misional es una vida de abnegación, en algunos respectos, pero una vida que trae sus propias remuneraciones preciosas. Note lo que misioneros que ahora sirven en la América Central opinan en cuanto a ello: “Se le utiliza a uno al grado más extensamente posible y Jehová lo ha puesto a uno allí y uno tiene la satisfacción de saber que está dando su todo en su servicio.” “Nunca había tenido tantas emociones y bendiciones en toda mi vida como desde que llegué a mi asignación misional.” “Hemos descubierto que el pueblo de Dios es el mismo en todo el mundo. Nos sentimos en casa aquí entre los hermanos locales, tal como si fuésemos de la misma familia pero viviendo en otra localidad. Estamos a la expectativa de muchos años felices aquí.”

¿Considerará usted seriamente este asunto de servir donde hay mayor necesidad de ello? Las circunstancias que se desarrollan en algunos de los países que están al sur son en sí una señal que proclama en voz fuerte: “¡Se necesitan pescadores de hombres!”

(Los que puedan responder a la llamada para rendir servicio donde hay mayor necesidad de ayuda pueden escribir a: Office of the President, Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, 124 Columbia Heights, Brooklyn, N.Y. 11201, pidiendo un Memorándum en inglés sobre el servir donde hay mayor necesidad de ayuda. También, pueden escribir a la oficina de sucursal de la Sociedad en el país al cual deseen mudarse pidiendo otros detalles.)

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