¡Más de 10.000 más respondieron para servicio de tiempo cabal!
CUANDO los testigos de Jehová comenzaron a leer sus ejemplares del Anuario para 1969, que informa los resultados de sus actividades ministeriales en 1968, su corazón se regocijó. Hallaron en sus páginas informes animadores de aumento tras aumento. Estos aumentos alegradores que contemplaron sus ojos les decían que Jehová su Dios estaba bendiciendo abundantemente los esfuerzos que hacían para dar a conocer sus propósitos a través de la Tierra.
Una de las partes más agradablemente conmovedoras y animadoras del registro que efectuaron el año pasado fue el excelente aumento del número de personas que organizaron su vida para emplear todo su tiempo en la predicación, ya fuera con regularidad o durante un período de vacaciones. ¡Imagínese, cada mes 63.871 individuos, en promedio, participaron entusiásticamente en esta actividad ensanchada! Esto es un promedio mensual de 10.107 más personas que en 1967. Tal aumento no es un simple reflejo de una proporción de crecimiento normal. ¡Comparaciones con los aumentos de trabajadores de tiempo cabal de años anteriores ilustran esto, sí, recalcan cuán significante verdaderamente es el aumento del año pasado!
Por ejemplo, considere el año de 1964. El número de personas que participó en la predicación de tiempo cabal fue de 3.913 más que el número que lo hizo en 1963. El aumento en 1965 fue de 4.915 más que el total de 1964. En 1967 hubo más de 6.000 predicadores de tiempo cabal más que en 1966. Por eso cuando los testigos de Jehová leen que 10.107 personas más se pusieron a predicar de tiempo cabal en 1968 su corazón salta de gozo. Se regocijan al ver a tantos responder de todo corazón a la urgente obra de Dios en la actualidad. El espíritu de querer hacer más en la obra de la “siega” está tan vivo hoy como lo estuvo en los días del ministerio terrestre de Jesús. Jehová Dios está contestando las oraciones de que se envíen más trabajadores a su “siega,” usando su espíritu para influir en millares de publicadores para que empleen más tiempo en el campo.—Mat. 9:37, 38.
No hay duda, los testigos de Jehová fulguran con espíritu santo de Dios, y sus actividades lo manifiestan. Están haciendo grandes esfuerzos por predicar estas buenas nuevas del reino de Dios en toda la Tierra antes de que venga el fin. Sin embargo, en sus filas hay aquellos que, estando libres y sin trabas, desean dedicar todo su tiempo a este trabajo sumamente urgente. Muchos han dejado a sus familias para servir en otras partes del mundo. Otros, incluso familias enteras, han vendido sus casas y se han ido a predicar a regiones donde hay muy pocos testigos de Jehová o no hay ninguno. Todavía otros han arreglado sus asuntos para emplear más tiempo predicando en el territorio en el cual viven. Prescindiendo del lugar donde estén o adonde vayan, Jehová bendice sus esfuerzos y son recipientes de muchísimos galardones espirituales.
POR QUÉ LO HICIERON
Para entrar en las filas de los predicadores de tiempo cabal es necesario hacer ajustes y sacrificios. Significa cambiar la rutina diaria de vivir de uno. A menudo significa tomar tiempo de cosas de menor importancia para concentrarse en la obra de predicación, que es mucho más importante. Sí, significa tener que prescindir de ciertos lujos y comodidades; pasarla con menos en lo que toca a ciertos placeres. Sin embargo, estos siervos de Jehová gozosamente han hecho estos sacrificios, y muchísimos más todavía los están haciendo. Tienen la actitud del apóstol Pablo para con este mundo y lo que brinda.—Fili. 3:8.
Esto no los hace ascéticos. Probablemente uno de ellos lo haya visitado a usted. Usted no pudo menos que notar el gozo y confianza que irradiaba. Usted también notó que no estaba vestido andrajosamente, sino que se veía nítido. No, no se están privando de los artículos de primera necesidad de la vida. Simplemente están contentos con su sustento y ropa y están obteniendo inconmensurable felicidad de la cualidad mucho más importante de la piedad. (1 Tim. 6:6-8) Sí, podrían estar empleando su tiempo en ganar dinero o en tratar de satisfacer los deseos de la carne. Sin embargo, saben que no hallarían verdadera felicidad en esto. Han considerado cuidadosamente los asuntos y saben qué es lo más valioso y lo más prudente que se puede hacer durante estos tiempos críticos. Al dedicarse a la predicación de tiempo cabal están, de un modo sumamente eficaz, acumulando tesoros en el cielo para ellos mismos. Lo que están acumulando allí ni la polilla ni el moho lo consumirán ni lo devaluará la inflación.—Mat. 6:19, 20.
Piense en una madre de cinco hijos de las Antillas Holandesas. Esta señora, a pesar de todas sus obligaciones de familia, es una predicadora regular de tiempo cabal de las “buenas nuevas” en su país. Mientras esperaba su sexto hijo continuó su actividad. En su país muchos consideran bendita de Dios a una mujer encinta, y por eso cuando ella le hablaba a la gente muchos le prestaban atención por respeto a su condición. Debido a esto su ministerio posiblemente fue más productivo de lo que habría sido de otra manera. Por continuar su actividad de tiempo cabal con tanto entusiasmo recibió muchas bendiciones.
Considere a tres Testigos jóvenes de la isla de Granada. Dos de ellos ocupaban puestos de confianza en negocios que prometían ascenso y remuneraciones financieras. Al tercero se le presentó la oportunidad de ir al Canadá para asistir a una de las bien conocidas universidades de ese país. Consideraron cuidadosamente el asunto de su futuro, y entonces, ¿qué hicieron? Todos emprendieron la predicación de tiempo cabal y están trabajando con congregaciones que necesitan su ayuda. Sí, sabiamente optaron por renunciar a las cosas de este mundo para fortalecer el amor que le tienen a Jehová y a sus hermanos cristianos.
Uno de ellos escribió en cuanto a lo que pensaba de su decisión: “No hay duda en mi mente de que he escogido el camino correcto. Estoy absolutamente seguro de que es la mejor decisión que he tomado y que vendrán bendiciones de Jehová por ser fiel a esa decisión de servirle de tiempo cabal. . . . Sé que no hay nada mejor, ni la mitad de lo mejor de lo que he hallado en la Biblia, y quiero compartirlo con otros.” ¡Verdaderamente, una actitud admirable!
LOS QUE DEDICARON UN PERÍODO MAS CORTO
No todos los testigos de Jehová pueden emprender la predicación de tiempo cabal sobre una base regular, debido a sus circunstancias. No obstante, ellos también adquieren el espíritu de querer hacer más y responden a ello. ¿Cómo? Millares de Testigos lo hacen cada año arreglando sus asuntos para dedicar una porción de su tiempo durante el año a predicar de tiempo cabal. Quizás pasen dos semanas o quizás un mes o más en este trabajo feliz. Así ellos también disfrutan del privilegio de hacer la mejor cosa que es posible para ayudar a su prójimo.
En la isla de Ponape en el Pacífico dos cuñadas que viven juntas prepararon un horario mediante el cual cada una pudo pasar dos semanas en la predicación de tiempo cabal. Durante las primeras dos semanas de abril una de ellas entró en el ministerio, y durante las últimas dos semanas lo hizo la otra. Mientras una estaba en el servicio de Dios, la otra se encargaba de cocinar, y con esta cooperación atendieron a sus responsabilidades domésticas mientras ensanchaban su participación en la obra de testimonio. También en esta misma isla otro Testigo pasó sus vacaciones predicando de tiempo cabal. Por seis semanas antes de abril efectuó trabajo seglar los sábados a fin de acumular suficiente tiempo extra para poder tomar dos semanas para el ministerio cristiano. ¡Qué fe que agrada a Dios!
Tampoco las personas de mayor edad se han retraído de emplear tiempo cabal para predicar. Un señor de setenta y siete años en la Argentina pasó sus vacaciones en este trabajo. Fue un excelente ejemplo para los más jóvenes de su congregación. En el Brasil dos Testigos de mayor edad emprendieron la predicación de tiempo cabal por un período de vacaciones y se unieron a un grupo de otros trabajadores de tiempo cabal. Todos viajaron a un territorio donde se requería viajar tres horas en autobús. Aunque regresaron cansados a casa, estaban llenos de entusiasmo por volver allá otro día.
Sí, estos predicadores de tiempo cabal —10.107 más, en promedio, cada mes de 1968— añadieron sus voces de alabanza al grito que se está oyendo en 200 países e islas del mar. Se regocijan por haber podido efectuar un poco más de lo acostumbrado y ayudar a sus hermanos y hermanas en esta gran obra. ¿Es usted un testigo de Jehová que logró ensanchar su participación en el ministerio en marzo o abril de este año? ¡Qué loable! Si usted es Testigo dedicado y bautizado y nunca lo ha hecho ni pensado acerca de ello, ¿por qué no lo considera? Si usted es joven y libre, ¿por qué no piensa seriamente en adoptar la predicación de tiempo cabal como una carrera? ¡Hay tanto que hacer ahora y tanto que ganar al efectuar este trabajo gozoso de tiempo cabal!
Los millares de personas que están afluyendo a la organización de Dios para aprender más acerca de sus propósitos necesitan atención espiritual. La necesidad de trabajadores de tiempo cabal es cada vez mayor. Los que responden de todo corazón recibirán en abundancia las cosas buenas que ahora vienen de las manos generosas de Jehová.