La paz a la manera de Dios recibe firme sostén
DURANTE la semana antes de que empezara la Asamblea Internacional “Paz en la Tierra” de los Testigos de Jehová en América del Norte decenas de millares de personas inundaron las ciudades de asamblea. Venían de Europa, América Central, América del Sur, África, el Oriente y de las islas del mar para disfrutar de un banquete espiritual que duraría una semana entera.
Se concentró el interés de modo especial en el último día de la asamblea. Se usaron miles de letreros, decenas de miles de tarjetas de anuncio para la solapa y centenares de miles de hojas sueltas para invitar al público a venir y oír el discurso “La paz de mil años que se aproxima.” El 13 de julio una concurrencia combinada de 234.546 personas que se reunió en estadios grandes de la ciudad de Nueva York, Atlanta y Búfalo oyó simultáneamente esta conferencia edificadora de la fe. Al mismo tiempo empezaban a celebrarse las asambleas de Pomona, California, y Vancouver, Colombia Británica. Contando solamente ese día, 298.589 personas se reunieron en estas cinco ciudades para la Asamblea Internacional “Paz en la Tierra,” y esto solo era el principio de la serie de asambleas que habría de alcanzar a todas partes de la Tierra.
En plena armonía con la Biblia, los oficiales de la Sociedad Watchtower que pronunciaron el discurso sobre “La paz de mil años que se aproxima” declararon: “No se puede esperar de las naciones una paz duradera, sea que estén en una organización unida u obren individualmente. No hay gobernante político ni nación que aún vaya a presentarse y sea el que o la que la historia divina honre en gran manera con el título de Pacificador.” Para eso tenemos que fiarnos en aquel que Jehová Dios ha ungido, a saber, su propio Hijo Jesucristo. El eliminará a todos los obstructores de la paz en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en el Armagedón. Después de esto habrá un tiempo en que se descansará de la violencia que ha separado a la sociedad humana por los pasados seis mil años. La Tierra llegará a ser un paraíso. Los muertos serán restaurados a la vida. Se explicó que la vida de toda la humanidad estará llena de actividad que satisfará. Los testigos cristianos de Jehová de la actualidad están preparándose gozosamente para esta paz de mil años que se aproxima.
El día antes de pronunciarse este discurso público, los asistentes a la Asamblea adoptaron con entusiasmo una poderosa Declaración. Esta expuso a la cristiandad y su clero por fomentar la guerra. Aclaró definidamente que la “paz y prosperidad nunca será traída por gobiernos políticos radicales de hombres que no están en paz con Dios.” Y expresó la resolución de los testigos de Jehová de continuar señalando a los hombres por todas partes el reino mesiánico de Dios como la única esperanza de paz duradera.
Tal como se puso en claro en esta asamblea “Paz en la Tierra,” los testigos de Jehová no se interesan en estar en paz con los que son enemigos de Dios. No apoyan los esfuerzos descarriados de los hombres que tratan de efectuar la paz a su propia manera. Solo obran a favor de la paz duradera que Jehová Dios efectuará a su manera para la bendición de todos los que aman la justicia.
[Ilustración de la página 671]
122.011 concurrentes llenaron el Estadio Yanqui y las tiendas de campaña cercanas para oír “La paz de mil años que se aproxima”