Ponderando las noticias
¿Nuevo modo de disciplinar?
● Padres frustrados que han empleado todo método moderno en un intento por hacer que sus hijos obedezcan, por lo general pasan por alto algo que virtualmente surte efecto cada vez. Es “tan sencillo,” dice la revista “Psychology Today,” “que se pasa por alto frecuentemente.” ¿Es alguna nueva y profunda percepción en la psicología infantil? No, es simplemente sabiduría antigua.
El artículo señala que en vez de exigir obediencia, los padres a menudo “se expresan en términos como el de: ‘Que no te sorprenda yo haciendo eso otra vez.’ Esa es una instrucción clara al niño para que siga haciendo lo que está haciendo, pero que tenga cuidado para que no se le sorprenda.” Los padres también dicen: “Quiero que hagas tu tarea,” o cosas similares, pero esto solo expresa el deseo de los padres, que el “niño puede pesar contra lo que a Él le gustaría hacer.”
Para obtener obediencia, “es crucial,” declara el artículo, “que los padres principien declarando la demanda en términos no ambiguos, y también es necesario que el niño sepa que usted en realidad quiere decir lo que está diciendo. Usted no le está PIDIENDO que haga algo, no está DESEANDO que lo haga, sino más bien le está DICIENDO que lo haga. . . .
“Una vez que el niño aprende que sus padres quieren decir lo que dicen,” hace notar, “ya no trata de persuadirlos para que lo dejen salirse con la suya.” Los padres que tienen la firmeza necesaria aun ante desobediencia atrincherada descubrirán que los esfuerzos adicionales que hagan ahora pagarán dividendos en el futuro. Realmente se requerirá menos esfuerzo a medida que el niño aprenda a responder rápidamente a demandas razonables, tal como dice el sabio proverbio bíblico: “Corrige a tu hijo y te dará tranquilidad y satisfacciones.”—Pro. 29:17, “Nueva Biblia Española.”
Dividiendo “lo que Dios ha unido bajo un yugo”
● “Muy amados,” principia un nuevo ritual metodista para las parejas divorciadas, “estamos aquí reunidos para solemnizar el fin de un tiempo en la vida [de la pareja] y el principio de otro.” Con la reciente publicación de un libro de rituales eclesiásticos,“la Iglesia Metodista Unida [llegó a ser] la primera organización religiosa cristiana que aboga por tales ceremonias para aliviar el dolor de una desintegración matrimonial,” informa el “Times” de Los Ángeles.
El libro de rituales sugiere que después de dar a conocer la razón general por la cual la pareja se divorcia, el clérigo pudiera decir: “Han resuelto, por lo tanto, cortar los vínculos de su matrimonio, aunque no los de su amor y honor mutuos.” Los anillos de boda se transfieren a la mano derecha para simbolizar “libertad.”
Sea que el divorcio se haya obtenido simplemente para conseguir tal “libertad” o para disolver el matrimonio con fundamento bíblico autorizado (adulterio), ¿no constituye ese ritual en realidad una bendición religiosa sobre el adulterio, pasado o futuro? El nuevo libro de rituales alega que los metodistas simplemente están reconociendo la realidad del divorcio. Pero ¿se han enfrentado a la verdadera “realidad”... el no haber podido ayudar a los miembros de su iglesia a aplicar los principios bíblicos que pueden mantener juntos a los matrimonios? En cambio, abiertamente se mofan del mandato de Jesús: “Lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre.”—Mat. 19:6.
La evolución ‘reprime el pensar’
● No hace mucho un educador neoyorquino escribió a la revista “Science News” en cuanto a lo frustrado que se sentía debido a que estudiantes graduados de zoología no pensaban en el “porqué” de la evolución. “Aunque pasé casi una hora esforzándome, de varias maneras, por hacer que consideraran el contenido de la pregunta,” escribe, “rehusaron unánimemente contestarla, diciendo que el término ‘porqué’ introducía teleología [el estudio de evidencias de diseño (entrañando a Dios) en la naturaleza].”
Aunque este instructor cree personalmente en la evolución, levanta esta queja: “El término ‘porqué’ simplemente había evocado el concepto de teleología de tal manera que impidió que siguiéramos pensando en el asunto. Pongo en tela de juicio el valor de la instrucción escolar científica que produce tan rígidas asociaciones entre términos y conceptos. ¿Es realmente necesario esto? ¿No podría causar más daño que bien al reprimir el pensamiento creativo sobre problemas científicos?”
Por consiguiente, a menudo a los estudiantes de ciencia se les enseña a cerrar herméticamente su mente en cuanto a esta cuestión fundamental. Su pensar se hace tan vano como el de los paganos de la antigüedad descrito en la Biblia: “Sus atributos invisibles [de Dios] . . . desde la creación del mundo son claramente manifestados, siendo percibidos por medio de sus obras, para que ellos no tengan excusa: . . . se hicieron vanos en sus razonamientos y entenebrecióse su fatuo corazón.”—Rom. 1:20, 21, “Versión Moderna.”
Sacerdote: ‘los sermones, una vergüenza’
● El encabezamiento de un artículo por el sacerdote católico Andrew Greeley declaró: “Los sermones católicos son una vergüenza.” El franco sacerdote dijo que la calidad de los sermones que dan los sacerdotes católicos es vergonzosa. Declaró: “El predicar sermones pésimos defrauda a los que pagan por la educación y sostén del clero.”
Greeley hizo notar que “cólera, desesperación, frustración, ultraje... son todas palabras blandas cuando se les usa para describir la opinión de los legos de que se les está defraudando.” Le advirtió al clero que las cosas han cambiado desde cuando el clero “tenía un auditorio cautivo,” cuando a la gente le parecía que tenía que venir a la iglesia. “Muchos católicos ahora no piensan así, pero todavía hay muchas rectorías que no se han dado cuenta de que el auditorio cautivo se ha escapado,” dijo Greeley. Agregó: “¿Cómo se atreve un sacerdote [él mismo] a escribir estas cosas acerca de otros sacerdotes? Eso es fácil: es la verdad.”
El profeta Jeremías escribió de los que afirmaban que eran representantes de Dios: “¡Miren! Ellos han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen?” (Jer. 8:9) ¿El resultado? La Palabra de Dios dice: “Enviaré un hambre al país, un hambre, no de pan, y una sed, no de agua, sino de oír las palabras de Jehová.” (Amós 8:11) Esa situación existe ahora en la cristiandad y se debe principalmente a que el clero ha abandonado la clara Palabra de Dios.
‘No se dejó piedra’
● Los arqueólogos han explorado hasta llegar a los cimientos de roca firme del “muro de las lamentaciones” en la Jerusalén antigua. Han confirmado que las piedras grandes del muro no forman parte de ningún templo que hubiera estado allí antes de la destrucción de Jerusalén en 70 E.C.
Algunas personas han tenido la impresión de que los restos del muro son del templo de Salomón, o del templo de Herodes. Pero como declaró recientemente un arqueólogo israelí: “El muro que uno ve no es el muro del Templo de Salomón, . . . Ni siquiera es el muro del templo que construyó Herodes el Grande,” que fue el templo destruido en 70 E.C.
¿Qué fue este muro que ahora se llama el “muro de las lamentaciones”? El arqueólogo declaró: “Cuando Herodes decidió edificar el templo, allanó un sitio cuyo tamaño era el doble del de la Acrópolis —500 por 260 yardas [457 por 237 metros]— reforzado por enormes muros de contención. Y el Muro Occidental [el “muro de las lamentaciones”] es ese muro de contención.”
En su profecía en cuanto al templo de Herodes, Jesús dijo a sus seguidores: “En verdad les digo: De ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.” (Mat. 24:2) La arqueología confirma la verdad de sus palabras proféticas.