La religión falsa y la guerra
LOS verdaderos adoradores de Jehová Dios se esfuerzan por mantener la paz con sus congéneres. Esto es lo que se debería esperar de ellos, puesto que la paz es un fruto del espíritu de Dios. (Gál. 5:22) Ha sido muy diferente lo que ha sucedido en el caso de la religión falsa, que ha llegado a estar profundamente envuelta en los conflictos del mundo, y hasta los ha animado. Los líderes religiosos han dado su apoyo y bendición plenos al derramamiento de la sangre de otras personas en los campos de batalla. Esto no es cosa nueva. Allá en el tiempo de los antiguos egipcios, los sacerdotes paganos abogaban por la guerra.
Escribiendo acerca de los sacerdotes del dios falso Amón-Ra (Amén-Ra), E. A. Wallis Budge declara: “Hay razón para creer que en muchas de las grandes incursiones egipcias en Siria y Nubia pesó tanto el propósito de suministrar fondos para el mantenimiento de los templos y servicios y sacerdotes de Amén-Ra como el de la gloria y prestigio de Egipto. El servil homenaje que los reyes de nombre Tutmes, Amenhotep y Ramsés rendían a Amén-Ra, y sus pródigos regalos a sus santuarios, sugieren que los sacerdotes eran en realidad quienes hacían la guerra y la paz.”—The Gods of the Egyptians (Los dioses de los egipcios), tomo II, pág. 12.