Salmos
La seguridad de los siervos de Dios
LA VIDA en medio de las condiciones actuales es muy insegura. Los accidentes, las guerras, las revoluciones, las enfermedades y la muerte pueden causar rápidamente cambios drásticos. Casi de la noche a la mañana uno pudiera verse sin la seguridad de que hubiera disfrutado.
No obstante, hay algo que nunca cambia. El Dios Altísimo, por ser eterno, puede proveer verdadera seguridad a sus siervos. El salmista inspirado declaró: “Los que confían en Jehová son como el monte Sión, al que no se le puede hacer tambalear, sino que mora aun hasta tiempo indefinido. Jerusalén... como montañas están alrededor de ella, así Jehová está alrededor de su pueblo desde ahora y hasta tiempo indefinido.”—Sal. 125:1, 2.
Igual que otras montañas, el monte Sión literal es estable, seguro. De manera similar, los que cifran plena confianza en Jehová Dios llegarán a estar firmemente establecidos. El Altísimo nunca permitirá que tambaleen y caigan en una condición de la cual les sea imposible recuperarse. La protección de Dios está con su pueblo, rodeándolo como las colinas y montañas rodean a Jerusalén.
Aunque Jehová Dios quizás permita que su pueblo sufra, no permitirá que la situación continúe hasta el punto de la desesperación. El salmista expresó esta convicción: “Porque el cetro de iniquidad no seguirá descansando sobre la suerte de los justos, a fin de que los justos no alarguen su mano a ninguna mala acción.” (Sal. 125:3) El triunfo aparente de los inicuos y su dominación terminarán. La gobernación opresiva no se prolongará hasta tal grado que los justos cedan a la tensión y, quizás en desesperación, se valgan de medios incorrectos para conseguir alivio o hasta vuelvan la espalda al Creador y se hagan inicuos.—Compare con Eclesiastés 7:7.
Por lo tanto, siempre podemos esperar que Jehová Dios conteste la piadosa expresión del salmista: “Oh hazles bien, oh Jehová, a los buenos, aun a los que son rectos en su corazón. En cuanto a los que se desvían a sus caminos torcidos, Jehová hará que se vayan con los practicantes de lo que es perjudicial. Habrá paz sobre Israel.”—Sal. 125:4, 5.
Todos los que continúen en un proceder recto se beneficiarán de las abundantes expresiones de la bondad de Jehová. Pero los que se desvían y dejan de andar de la manera que tiene la aprobación divina perecerán con los inicuos. Solo los que en verdad son siervos de Dios disfrutarán de paz y seguridad.
Por eso, cuando estemos aguantando gran tensión o dificultad, nunca debemos perder de vista el hecho de que Jehová Dios es nuestra única fuente confiable de seguridad. El que confiemos lealmente en él nunca nos llevará a la desilusión. Aun si tuviéramos que morir, él puede restaurarnos a la vida y otorgarnos paz interminable.