BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w80 1/11 pág. 23
  • Un sabio proverbio

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Un sabio proverbio
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1980
  • Información relacionada
  • Andemos en ‘la senda de la rectitud’
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2001
  • Cuando el odio es cosa buena... una protección
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1971
  • ¡Hay esperanza para las víctimas del odio!
    ¡Despertad! 1984
  • ¿Por qué hay tanto odio?
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (público) 2022
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1980
w80 1/11 pág. 23

Un sabio proverbio

“Donde hay uno que está encubriendo el odio hay labios de falsedad, y el que presenta un informe malo es estúpido.”—Pro. 10:18.

Muchos proverbios contienen un contraste que ayuda a aclarar lo que es correcto o sabio. Pero Proverbios 10:18 tiene dos partes que llevan una idea similar, la segunda de las cuales refuerza a la primera. Juntas, ofrecen perspicacia en cuanto al pensamiento de Dios y nos guían de la manera correcta.

Primero, leemos que “donde hay uno que está encubriendo el odio hay labios de falsedad.” Esa es una verdad fundamental. Si un hombre odia en su corazón a otro, el que él esconda eso detrás de palabras dulces o adulación es realmente engaño, ¿verdad? Como el individuo que presenta un exterior falso, sus labios expresan falsedad.—Pro. 26:24.

En vez de ocultar el odio, algunas personas hacen lo que la segunda parte del proverbio menciona. ‘Presentan un informe malo.’ Su mala intención las lleva a tratar de causar daño por medio de acusaciones falsas o comentarios despectivos hechos con el propósito de lograr que otros menosprecien a la persona odiada. Esto ciertamente es “estúpido.” El calumniador “informe malo” no cambia en realidad lo que la otra persona es. Más bien, la persona calumniadora queda marcada sencillamente según lo que ella es; las personas entendedoras la menosprecian a ella por su proceder. Por eso, en vez de causar daño a la otra persona, la persona que odia y calumnia se causa daño a sí misma.

Lo que es correcto y sabio es evadir estas dos maneras de actuar. Dios dijo a los israelitas: “No debes odiar a tu hermano en tu corazón.” Y Jesús extendió el punto, al aconsejar: “Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen; para que demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos.” (Lev. 19:17; Mat. 5:44, 45) Por supuesto, no es fácil desarraigar el odio que quizás se haya desarrollado, pero ¿no es eso mejor que dejar allí lo que pudiera conducir a la falsedad hipócrita o a la calumnia estúpida? Y cuando nos libramos de la maldad, nos acercamos más a la imagen de Dios.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir