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  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1981
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1981
w81 15/6 págs. 3-5

Cómo afecta el fumar al fumador

La imagen del anuncio presenta un cuadro de algo limpio y refrescante. Se muestra un lago resplandeciente al pie de una montaña y, en medio de esta escena, a usted, el lector, se le apunta de lleno con una cajetilla de cigarrillos. Este estilo de publicidad es bastante eficaz. Asocia el fumar con sensaciones placenteras. Cada año se gastan miles de millones de dólares en un esfuerzo por establecer una relación entre el fumar y las cosas deseables de la vida. Pero, ¿qué hay detrás de esta imagen?

LOS HECHOS ACERCA DEL FUMAR

En 1979, la Asociación Pulmonar canadiense indujo a reflexionar a muchas personas cuando declaró rotundamente: “Cada año, 50.000 canadienses mueren prematuramente por los efectos del fumar. Muchos más pasan el resto de la vida con el pulmón lisiado y el corazón debilitado por haber hecho esfuerzos excesivos.”

En 1979, el Dr. Julius B. Richmond, jefe de sanidad de los Estados Unidos, emitió un informe voluminoso en el cual citó “pruebas abrumadoras” de que el fumar pone en peligro la salud. En el informe se calculó que, anualmente, el fumar causa la muerte a 350.000 estadounidenses. Además, sir George Young, subsecretario del Estado para asuntos de la salud en Inglaterra, dijo recientemente que cada año 50.000 ingleses mueren debido al hábito de fumar.

¿Cómo se calculan estas grandes cantidades de muertes? Fundamentalmente, eso se hace comparando los índices de mortalidad de los fumadores con los de las personas que no fuman. Comentando acerca de un estudio extenso en el cual estuvieron envueltas más de un millón de personas, la Encyclopedia Americana dice: “Por cada 100 muertes de no fumadores ocurridas durante un período de observación, hubo 168 muertes entre un grupo similar y comparable de fumadores de cigarrillos; es decir: entre los fumadores hubo un exceso de 68 muertes.”

Pero, ¿constituye esto prueba definitiva? Sí. La Asociación Pulmonar canadiense dice: “No hay controversia acerca de los hechos. Se han documentado en miles de estudios cuidadosos. Ninguna de las principales agencias de la profesión médica ni de la sanidad los pone en tela de juicio.” La revista Science 80, publicada por la Asociación Estadounidense para el Adelanto de la Ciencia, está de acuerdo con esto, pues dice: “Hay prueba contundente de que los cigarrillos acortan la vida; la relación entre causa y efecto se ha establecido tan firmemente como cualquier otra relación de esta índole en el campo de la medicina.”

Debido al gran número de personas que han fumado durante la mayor parte de su vida, se ha hecho posible llevar a cabo estudios conclusivos. John Cairns, autoridad en biología molecular y experto en el cáncer, dice: “En retrospección, casi parece que las sociedades de Occidente se hubieran dispuesto a realizar un enorme y bastante bien controlado experimento en cancerogénesis [la producción del cáncer], y que durante éste hubieran provocado la muerte de millones de personas y hecho que su propia gente sirviera de animales experimentales.”

Sí, millones de vidas —muchos, muchos millones— han sido acortadas debido al hábito de fumar. Según explica The World Book Encyclopedia, “los estudios médicos muestran que por término medio la expectativa de vida del fumador es de tres a cuatro años menos que la de la persona que no fuma. La expectativa de vida del fumador empedernido —el que fuma dos o más cajetillas de cigarrillos al día— puede ser hasta de ocho años menos que la expectativa de vida de la persona que no fuma.”

En sus esfuerzos por minimizar los peligros, los comerciantes ahora han puesto en venta cigarrillos que, según se dice, son “menos peligrosos.” Pero, ¿son éstos realmente inocuos? ¿Cómo causa daño el fumar al fumador?

¿UN CIGARRILLO INOCUO?

La nicotina y las partículas del humo del cigarrillo —lo que de manera general llaman brea— aparentemente son los principales elementos que causan enfermedad. Por eso, se ha disminuido grandemente la cantidad de alquitrán o brea y de nicotina en el humo de los cigarrillos. De hecho, en ciertas marcas casi se ha eliminado por completo la brea, lo cual se recalca a menudo en los anuncios de los cigarrillos. A veces se ha declarado que los cigarrillos que tienen poca brea y poca nicotina son “inocuos.” Un encabezamiento típico de primera plana en el Constitution de la ciudad de Atlanta (E.U.A.) proclamó: “Tal vez no sea peligroso fumarse una cajetilla diaria de ciertos cigarrillos.”

Pero, ¿qué indica la realidad? En primer lugar, los cigarrillos que contienen poca brea también tienen elementos que les dan sabor. Peter Micciche, prominente químico en el ramo del tabaco, explicó que “si no se añadieran elementos para impartir sabor a los cigarrillos que tienen poca brea y poca nicotina, éstos carecerían de sabor.” Pero, ¿en qué consisten estos elementos que dan sabor? Son ‘secretos de la industria’ conocidos únicamente por las empresas tabacaleras y por los que proveen a éstas las sustancias para los sabores. No obstante, los elementos químicos que se utilizan para impartir sabor a los cigarrillos podrían ser peligrosos para la salud, como dijo un analista: “Uno no sabe si algunas de estas sustancias son peores que la brea.”

Además, según revela la evidencia, las personas que fuman cigarrillos que contienen poca brea y poca nicotina fuman más y retienen el humo en los pulmones por más tiempo. Hacen esto para satisfacer su deseo de nicotina, una droga con la cual uno puede enviciarse a mayor grado que con la heroína. Por lo tanto, debido a este cambio en su modo de fumar, los que fuman cigarrillos que contienen poca brea y poca nicotina tal vez obtengan casi la misma cantidad de sustancias dañinas que la que obtendrían si fumaran otros cigarrillos.

Además, bien puede ser que el elemento más peligroso del cigarrillo no sea la brea ni la nicotina, sino el monóxido de carbono. ¡Algunos cigarrillos que tienen poca brea y poca nicotina emiten aún más monóxido de carbono que los cigarrillos regulares!

El profesor Poul Astrup y el Dr. Knud Kjeldsen, investigadores daneses, publicaron sus hallazgos acerca de los efectos del monóxido de carbono que se emite con el humo del cigarrillo. Como resultado de extensa evidencia que adquirieron de sus experimentos, concluyeron que “el monóxido de carbono, y no la nicotina, es el elemento tóxico de mayor importancia en el hecho de que los fumadores corran mayor riesgo de desarrollar aterosclerosis y enfermedades cardíacas que los que no fuman.” Al respecto, cabe indicar que la mayoría de las muertes provocadas por el fumar evidentemente ocurren por enfermedades de los vasos sanguíneos y del corazón, y no por cáncer.

El sentido común debería decirle a uno que el inhalar el humo de un cigarrillo tiene que afectar adversamente la vía respiratoria. La evidencia lo comprueba. Los cilios, que son como cabellitos que se encuentran dentro de los bronquios, se dañan y no pueden moverse como una escobilla para eliminar los microbios y la suciedad. Además, el humo hace que a los pulmones se les dificulte deshacerse de las impurezas que se hayan inhalado. Esto significa que los fumadores corren mayor riesgo de contraer enfermedades transmitidas por sustancias dañinas que flotan en el aire.

En realidad, es poco honrado sugerir que un cigarrillo sea “inocuo.” Como dijo el Dr. Julius Richmond, funcionario principal en asuntos de la salud en los Estados Unidos: “Entre la voluminosa evidencia científica sobre los peligros del fumar, no se encuentran datos que den razón para esperar que haya tal cosa como un cigarrillo inocuo o un nivel de fumar que no sea peligroso.” El Dr. Richmond dijo en conclusión: “El único cigarrillo que no es peligroso es el que no está encendido.”

Pero aun si usted no es fumador, ¿está libre del peligro de los malos efectos del humo que emiten otras personas?

[Ilustración en la página 4]

HUMANOS MISMOS HAN SERVIDO DE ANIMALES EXPERIMENTALES Y HAN PROBADO QUE EL FUMAR ES MORTÍFERO

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