¿Se predijo en la Biblia la lucha actual por el poder?

LA POLÍTICA que está respaldada por la amenaza de utilizar la fuerza ha estado en la escena mundial por miles de años. Parecía haber decaído hasta pasar a un segundo plano a fines de los años sesenta y durante los años setenta, cuando una aparente “nueva atmósfera” en las relaciones internacionales (llamada détente) hizo que algunas personas pensaran que el conflicto fundamental entre Oriente y Occidente se estaba apaciguando. Sin embargo, sucesos recientes han mostrado que la lucha por el poder no es algo que solo esté en el pasado.

La cuestión de los rehenes en Irán hirió seriamente la dignidad de los norteamericanos y estimuló el resurgimiento del patriotismo estadounidense. Entonces Ronald Reagan fue electo nuevo presidente de los Estados Unidos. Uno de los puntos principales de su programa político ha sido el de igualar el rápido crecimiento militar de la Unión Soviética. Aun antes de que se celebraran las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, el líder soviético Leonid Brezhnev reaccionó y dijo enfáticamente: “No hay ninguna duda de que los Estados Unidos nunca alcanzarán la superioridad militar.”

Tan pronto como fue electo presidente, el Sr. Reagan contestó enérgicamente a esa declaración al decir que el détente (relajación de la tensión entre países) había sido una “calle de una sola dirección” que la Unión Soviética había usado “para ir tras sus propios fines.” Opinó que los líderes soviéticos todavía están a favor de la “revolución mundial” y dijo, según se informó, que “la única moralidad que los rusos reconocen es la que promueve su causa, lo que significa que se reservan el derecho de cometer cualquier delito, de mentir y de hacer trampa para conseguir sus fines.” Moscú replicó por medio de decir que el ataque del presidente Reagan había sido una “maniobra indigna.” Al informar sobre esta escaramuza verbal, el periódico francés Le Monde dijo que se había usado un tono de “Guerra Fría.”

NINGÚN CESE EN LA CARRERA DE ARMAMENTOS

Según el Instituto Internacional para Estudios Estratégicos, a fines de los años setenta, la Unión Soviética dedicó entre el 11 y el 14 por ciento de su producto nacional bruto a gastos militares, mientras que los Estados Unidos dedicaron el 5 por ciento a ese fin. Como resultado de eso, la U.R.S.S. ahora aventaja a los Estados Unidos en equipo militar. Tiene más proyectiles balísticos intercontinentales (pero no tiene más ojivas de combate), más submarinos desde los que se pueden lanzar proyectiles balísticos, más submarinos nucleares y de diesel, buques de superficie más grandes (pero no tienen más portaaviones o portahelicópteros), más aviones de combate y tanques que los Estados Unidos. Además, para diciembre de 1980 había 3.658.000 hombres y mujeres en las fuerzas armadas soviéticas, en comparación con 2.050.000 hombres y mujeres en las fuerzas armadas estadounidenses.

La nueva administración del Sr. Reagan se propone remediar esta situación. En su primer mensaje al ejército norteamericano, el ministro de Defensa, Caspar Weinberger, dijo que su misión era la de “rearmar a los Estados Unidos.” Puesto que se ha calculado que la Unión Soviética gasta actualmente 165 mil millones de dólares al año en sus fuerzas armadas, los Estados Unidos planean aumentar su presupuesto militar a casi 158 mil millones de dólares este año, con aumentos regulares cada año hasta que alcancen los 250 mil millones de dólares en 1984.

En vista de la declaración que hizo el Sr. Brezhnev de que “los Estados Unidos nunca alcanzarán la superioridad militar,” parece obvio que la U.R.S.S. también tendrá que aumentar sus gastos militares. Por otro lado, parece que se espera que los aliados de estas dos superpotencias (tales como los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte [OTAN] y los del pacto de Varsovia) sigan el ejemplo de éstas. Indudablemente, entonces, la carrera de armamentos continúa... ¡en sumo grado!

LA MARCHA DE LAS POTENCIAS MUNDIALES

En la actual lucha por el poder ambos lados ya tienen suficientes armas como para destruir a la entera raza humana muchas veces, incluso a los hombres y las mujeres que están dedicados al Dios Todopoderoso, Jehová. Por eso no sorprende que la Palabra de Dios, la Biblia, hable de la situación actual. Y aún mejor, nos muestra el resultado final.

El libro bíblico de Daniel (capítulos 2 y 7) describe una sucesión de potencias mundiales, representadas por las diferentes partes de una inmensa imagen también por cuatro bestias salvajes. Estas representan a las potencias mundiales de Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma; esta última se extiende hasta la potencia mundial Angloamericana.a

El capítulo 11 de Da la profecía de Daniel describe la lucha entre dos “reyes” simbólicos por el poder mundial. Ellos son “el rey del norte” y “el rey del sur,” y este duelo por la dominación mundial culmina en “el tiempo del fin.” (Da 11 Vs. 40) ¿A quiénes representan estos “reyes”? ¿Cuál será el resultado de la rivalidad entre ellos? Consideraremos estas preguntas en el siguiente artículo.

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