¿Quieren reglas los niños?
“PRESCINDIENDO de lo superficialmente maduro que pueda parecer un niño —dice el doctor Harry Mendelsohn, director de la oficina de terapia familiar del Hospital y Centro Médico Montefiore, de Nueva York— sigue siendo un niño.” Y todavía se requerirá que haya reglas. Explica: “El padre o la madre tiene que asumir el mando. La familia no es una democracia, aunque se debe estimular a que cada niño contribuya al bienestar de ésta. Pero la responsabilidad de tomar decisiones recae finalmente sobre los padres. Se deben establecer reglas; deben ser explícitas, y repetirse una y otra vez. Los hijos no deberían tener la responsabilidad de establecer sus propias reglas”. (El Daily News de Nueva York, 13 de septiembre de 1981.)
“Los niños son extraordinarios maestros en el arte de engañar”, dice el administrador de un centro juvenil. “Dicen que no quieren tener reglas, pero si se pone al descubierto el engaño, uno halla que es todo lo contrario. El fondo de la cuestión es que ellos creen que las reglas razonables son muestra de amor.”
¿Están de acuerdo con esto los niños? De acuerdo con un conjunto de “Reglas que los niños de un reformatorio establecieron para los padres”, he aquí algunas cosas que dicen:
“Moléstennos un poco. Sean estrictos y consecuentes al darnos disciplina. Demuéstrennos quién manda. Nos da un sentido de seguridad saber que contamos con apoyo firme.
“Ilumínennos; muéstrennos el camino. Dígannos que Dios no está muerto ni dormido ni de vacaciones. Necesitamos creer en algo más grande y más fuerte que nosotros mismos.
“Si nos sorprenden mintiendo, robando o siendo crueles, hágannos saber por qué es incorrecto lo que hayamos hecho. Cuando necesitemos que se nos castigue, háganlo, pero dennos muestra de que nos siguen amando.
“Desenmascárennos. No sean de carácter flojo ni permitan que los intimiden nuestras amenazas de dejar la escuela o irnos del hogar. Manténganse firmes. En realidad, los niños no deseamos todo lo que pedimos.”
Jehová Dios, el más sabio de todos los padres y el administrador más sobresaliente en lo relacionado con el bienestar de los niños, expresa claramente todo esto en una declaración breve. En su Palabra inspirada, la Biblia, se dice: “Ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová” (Efesios 6:4). El Creador no solo entiende lo que los niños desean, sino también lo que los padres necesitan. Sea usted joven, padre o madre, preste atención a los puntos útiles que se consideran en los siguientes dos artículos.