¿Cuál es el secreto de la felicidad?

PARA ser feliz se tiene que ser rico, bien parecido y popular. Esto tal vez sea lo que usted cree, si se basa en las propagandas comerciales, las películas y las novelas.

Pero, a la larga, ¿resultan el dinero y las muchas posesiones en felicidad verdadera y duradera? ¿Son esenciales la juventud y la belleza física para que usted sea feliz? Los niños juguetones frecuentemente parecen estar felices. Pero ¿cuál es realmente el secreto de la felicidad?

¿Puede Dios contribuir a nuestra felicidad?

Quizás alguien le diga a usted que la felicidad realmente depende de tener una buena relación con Dios. Pero a muchas personas se les hace difícil creer en un Ser Supremo. No lo ven, no lo conocen y creen que simplemente tienen que aceptar su existencia. Por lo tanto, no pueden ver cómo Dios podría contribuir a su felicidad.

Es cierto que debido a que “Dios es un Espíritu” no podemos verlo con los ojos (Juan 4:24). Pero ¿no hay muchas cosas invisibles cuya existencia, sin embargo, aceptamos? Disfrutamos de la amistad aunque no podemos ver lo que nosotros y nuestras amistades realmente sentimos. Pensamos, pero ¿hay alguien que alguna vez haya visto los pensamientos? Estamos vivos, pero ¿podemos ver la fuerza que nos da vida?

En la Tierra, todo lo que el hombre aún no ha dañado refleja orden, belleza y eficacia. Por eso, debe haber alguien que cuidadosamente haya considerado las cosas y las haya diseñado, alguien que tenga gran sensibilidad para la forma y la belleza... sí, alguien que sepa lo que nos hace felices. Cierto escritor de la antigüedad hizo la observación impresionante de que las cualidades invisibles de Dios se perciben mediante las cosas que Él ha hecho. ¿No es cierto que una hermosa pintura o escultura revela mucho acerca del artista que la hizo? Bueno, lo mismo aplica en el caso de Dios. Es posible ‘verlo’ por medio de la creación y todo lo que él hace a favor de nosotros. (Romanos 1:20.)

¿Qué hace Dios por nosotros?

Dios puede ayudarnos a ser felices, aunque solo vemos su poder, sabiduría y amor hasta cierto grado en sus obras creativas. En contraste con muchos gobernantes del mundo, él no es frío para con aquellos a quienes él gobierna ni se mantiene alejado de ellos. Debido a su amor, Jehová Dios liberalmente proporciona a sus criaturas instrucciones que pueden serles útiles para llevar una vida feliz. De hecho, la Biblia está llena de los “recordatorios” de Dios que contribuyen a la felicidad. (Salmo 25:8-10.)

Al citar ciertas leyes que nos dan a conocer el parecer de Dios respecto a diversas acciones, Jesucristo dijo: “No debes asesinar, No debes cometer adulterio, No debes hurtar, No debes dar falso testimonio, Honra a tu padre y a tu madre, y, Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 19:18, 19). ¿Cómo cree usted que sería el mundo si se aplicaran dichas instrucciones? Ciertamente, si nadie fuera asesino, adúltero, ladrón y así por el estilo, la humanidad sería muchísimo más feliz.

Las Escrituras dicen: “¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!” (Salmo 144:15). ¡Cuán cierto es esto! Muchas personas han aplicado el consejo de Dios, y el hacerlo les ha proporcionado la tranquilidad y la confianza que son indispensables para la felicidad verdadera (Filipenses 4:6, 7). Notemos lo que algunas de estas personas dicen.

¿Qué podría hacer feliz a alguien que estuviera enviciado con drogas y viviera ilegalmente en cierto sitio? Él había optado por llevar una vida inmoral, beber excesivamente, interesarse en las fiestas de música “pop” y meterse en peleas. Claro, él podía ver que lo que él hacía no cambiaba la sociedad que él odiaba. Todo lo que le quedaba a él, según le parecía, era el divertirse y hacer lo que quisiera. Pero los padres de la muchacha con quien él se casó le mostraron el camino que conducía a una nueva sociedad en vías de desarrollo. Él dice: “Una vez que me casé, me vi, por decirlo así, obligado a admitir que la vida que yo había estado llevando hasta entonces solo podía resultar en desastre. Ahora estoy profundamente consciente de que el seguir el consejo de la Biblia puede producir grandes cambios que mejoran la vida de la persona. Junto con mi esposa y mis dos hijos, sirvo a Dios como testigo bautizado de Jehová”. Este hombre ha hallado verdadera felicidad como cristiano.

Sírvase considerar otro caso. Pero, primero, pregúntese: ¿Cuán feliz me sentiría yo si hubiera acabado de someterme a una operación de cáncer, si todavía estuviera recibiendo tratamientos de radiación y si probablemente tuviera que someterme a una segunda operación? Cierta persona que está pasando por esta experiencia traumática era conocida en su vecindario como prostituta. Le tomó mucho tiempo poder aplicar todos los consejos bíblicos que ella recibió. Pero el confiar en Dios le ha ayudado a hacer grandes cambios en su vida. En su propia aldea, en los Países Bajos, donde todos conocen su reputación anterior, ella ahora va de casa en casa para declarar las “buenas nuevas” y ayudar a otras personas a hallar felicidad verdadera. Aunque ella tiene graves problemas de salud, dice: “He puesto toda mi confianza en Jehová Dios, y él me ayudará”. Ella también conoce la felicidad verdadera.

La experiencia de cierta anciana de Amsterdam prueba que no se pierde la felicidad verdadera a pesar de los muchos reveses que uno sufre en este mundo infeliz. Esta señora había disfrutado de un matrimonio feliz por 57 años, pero unos cuantos meses después de enviudar pudo decir: “Estoy bastante feliz, me siento segura en mi casa y no tengo temor”. ¿Cuál es el secreto de su felicidad? Ella dice: “El que obedece las leyes de Dios es feliz”.

Usted puede ser feliz

Así, parece que la tranquilidad interior y el gozo no dependen enteramente de circunstancias como la salud, la riqueza, el honor y así por el estilo. La felicidad duradera depende del tener una buena conciencia, dignidad, verdaderos amigos... y, sobre todo, amistad con Dios. ¿Por qué no tratar de ‘verlo’ a Él por medio de mirar Su creación con mayor entendimiento y especialmente por medio de estudiar la Biblia? ¿Quién sabe cuán feliz usted pudiera ser al tomar a pecho lo que lea en la Palabra inspirada de Dios?

Pero ¿se sienten siempre completamente felices las personas que llegan a ser testigos de Jehová? Con toda honradez, la respuesta es: No. Como lo muestra el siguiente artículo, todo ser humano, en su condición imperfecta, tiene problemas y necesita ayuda para encararse a ellos. No obstante, la Palabra de Dios, la Biblia, ayuda a los cristianos sinceros a seguir caminando por el sendero de la felicidad interminable.