Ponderando las noticias
¿Qué es el éxito?
Para mucha gente hoy día, el llegar a la cumbre de cierta profesión y conseguir riquezas y fama equivale al éxito y la felicidad. Pero ¿es así? No, según la revista U.S.News & World Report. La revista dice que ese “amorío con el éxito —cuando se va en pos del mismo con resolución— pudiera exigir un alto precio que consista en enfermedades, problemas profesionales, niños desatendidos y familias desbaratadas”. Del Dr. Paul Rosch, presidente del Instituto Estadounidense de Tensión, se citan estas palabras: “La presión que se ejerce para sobresalir es mucho mayor que nunca antes”, y muchas personas creen que tienen que tener éxito, “aunque signifique pasar por encima de compañeros de trabajo o sacrificar lo que realmente quieren”. Aunque reconoce que no se puede culpar de eso a todas las personas que alcanzan éxito, el artículo afirma que muchas tienen problemas emocionales y no son felices. “Las autoridades concuerdan en que el verdadero éxito en la vida no se determina sobre la base de títulos altisonantes o salarios de seis números”, concluye diciendo el artículo.
Los que buscan verdadero éxito y verdadera felicidad están hallándolos hoy día, no al tratar de llegar a toda costa a la cumbre de cierta profesión, sino al buscar al Dios verdadero y hallarlo. Es como declara Salmo 144:15: “¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!”. El apóstol Pablo advirtió contra las competencias, y Jesús dijo que “hay más felicidad en dar que la que hay en recibir” (Hechos 20:35; Gálatas 5:26). En lugar de procurar llegar a la cumbre de este mundo materialista, lo que trae verdadera y duradera felicidad es tratar de tener éxito a los ojos de Dios al conocer y hacer Su voluntad.
‘Olviden las advertencias funestas’
Jesús dijo que la gente de los días de Noé fue destruida en el Diluvio porque “no hicieron caso” del mensaje de advertencia de Dios. La famosa profecía de Jesús sobre lo que podíamos esperar que ocurriera durante su “presencia” y la conclusión del sistema de cosas de Satanás (registrada en el capítulo 24 de Mateo) es una descripción atinada de lo que vemos cada día en el mundo que nos rodea. (Vea también 2 Timoteo 3:1-5.) Sin embargo, a pesar de esas circunstancias angustiosas, algunos cierran los ojos al significado de esos acontecimientos.
Por ejemplo, en el libro The Hopeful Future, escrito recientemente por G. Harry Stine, se habla sobre el prometedor futuro en el que nadie temerá debido a la amenaza de una guerra nuclear, la contaminación y las escaseces de alimento. Parece que el señor Stine considera que las tramas de las personas dadas a los presagios y las predicciones de una calamidad inminente tienen muy poca probabilidad de que se realicen. Confía en que el futuro parece prometedor porque el hombre ha sobrevivido a crisis anteriores y sobrevivirá de alguna manera a las actuales.
La Biblia muestra que vendrá un tiempo en que no habrá guerras, ni contaminación ambiental ni escaseces de alimento y combustible. Pero eso no se realizará mediante los esfuerzos humanos, porque “no le pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso”. No obstante, Jehová puede producir un mundo pacífico donde el Paraíso no tenga fin, y lo hará (Jeremías 10:23; Isaías 65:17, 18). El alcanzar vida eterna en ese Paraíso equivale a verdadero éxito y verdadera felicidad.
“La Iglesia acepta el vivir en el pecado”
Ese fue el titular de un reportaje que apareció en el Daily Express, de Londres, sobre un folleto de 30 páginas, Foreward to Marriage, publicado por la Iglesia Anglicana. Sobre el tema de las relaciones sexuales premaritales, el folleto dice lo siguiente de muchos recién casados al contraer nupcias: “Habrá habido experimentación plena y libre por algún tiempo. Otros ya habrán estado viviendo juntos, y por eso esta experiencia no es nada nuevo. ¿O lo es?”. El artículo periodístico comenta: “Esa última pregunta es la única indicación, en el folleto de 30 páginas, de que las relaciones sexuales antes del matrimonio quizás no sean un comienzo ideal”. En una entrevista, el autor del folleto señaló que la Iglesia ni aprueba ni desaprueba las relaciones sexuales antes del matrimonio, y añadió: “Lo que esperamos es que en las relaciones antes del matrimonio se estén forjando vínculos profundos y duraderos, más bien que simplemente relaciones superficiales”.
¡Qué diferentes son las normas morales de Dios! Su Palabra dice con claridad: “Huyan de la fornicación” (1 Corintios 6:18). No es de extrañar que las normas morales del mundo estén decayendo, si los líderes religiosos no dicen a la gente cuáles son los requisitos de Dios. La Biblia dice claramente en 1 Corintios 6:9, 10 que los que practican la fornicación y el adulterio “no heredarán el reino de Dios”. Es animador saber que los testigos de Jehová no transigen en cuanto a enseñar las normas morales de Dios y que hacen cuanto puedan por vivir de acuerdo con ellas.